Sentenciando por la espalda. La impunidad y la máscara de la justicia

Sentenciando por la espalda. La impunidad y la máscara de la justicia

28May21 0 Por Admin

Alfredo Grande (Especial para Tramas en Movimiento)

“cuando un fascista se quema con leche, ve una vaca y la mata (aforismo implicado AG)

Una de las constantes de la cultura, es el denominado principio general de equivalencia. En la física, la reacción es una magnitud relacionada y proporcional a la acción. En la política actual, la masacre en Colombia y en Palestina, muestra la absoluta desproporción entre la reacción y la acción. Lo que denomino cultura represora, es especialista en romper esa proporcionalidad, yendo por lo tanto más allá de la ley del talión. Aunque no goza de popularidad, mantiene la equivalencia entre daño y castigo. El fascismo ejerce una curvatura sobre la equivalencia, de tal modo que el victimario dispone de bazokas y tanques, las víctimas de gomeras y balines. Goliat aprendió la lección y no hay David que valga. El Poder, o los poderes, tienen la prerrogativa de forzar la curvatura de las leyes. Con carátulas hipócritas. “Exceso en legítima defensa”, con la cual el ingeniero Santos fue el Santo del Pasacasete. Obvio que, en su exceso, la defensa pierde legitimidad, ya que se convierte simplemente en un ataque. “Violación en grado de tentativa”, con la cual el hermoso Bambino encontró jueces que violaron la justicia. Es como decir que un divorcio es un casamiento en grado de tentativa. Luis Chocobar, que ya no es una persona, sino que es bandera, es icono, es el ideal represor de lo que llamo el “fascismo de consorcio”, ha sido sentenciado con una desproporción entre el delito del que fue acusado y la pena que le ha sido impuesta. Condenado hoy a dos años de prisión en suspenso y cinco de inhabilitación por el delito de “homicidio agravado por su comisión con un arma de fuego, cometido con exceso en el cumplimiento de un deber”. El exceso del uso del exceso habilita para otra nota sobre las máscaras de la impunidad. Pero un homicidio agravado que reciba una pena en suspenso, deja en suspenso la más elemental administración de justicia. Pero abre el análisis de que se entiende por cumplimiento del deber. ¿Cuáles son esos deberes? Que la ex ministra de seguridad, saludada aún por la tropa como superiora jerárquica, la misma del vino triste y el fascismo alegre, se haya emocionada al abrazar a su mejor alumno, no me deja nada tranquilo. Hoy el huevo de la serpiente tiene cara de Chocobar.