Copa América: se juega en Brasil

Luego de que anoche la Conmebol confirmara la suspensión de Argentina como sede del torneo por la crisis sanitaria, ahora se confirmó que será Brasil el país anfitrión. Las fechas no están confirmadas aun. Previamente se disputará en toda Sudamérica la doble fecha por eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022.

Por Matías Gianfelice

Como si fuera un paso de comedia, un skecht de Capussotto, el fútbol sudamericano vuelve a mostrar que la desprolijidad, los negociados a toda costa y lo bizarro es su marca distintiva. Mientras jugadores consagrados, como el arquero de Uruguay Muslera, se oponen a la realización de la Copa, mientras la segunda ola de covid hace estragos en el subcontinente; la Conmebol y sus millones pasea sus negocios por todos lados.

Venimos de un semestre vergonzoso donde la Libertadores y la Sudamericana se jugaron a cualquier precio, se obligó a jugar partidos en Colombia con ciudades sitiadas y estadios militarizados. Todo porque el negocio de la pelota parece importar más que las desigualdades sociales y la salud de las comunidades.

La semana pasada el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, fue recibido en Olivos por el presidente argentino Alberto Fernández, garantizando entre ambos la realización de la Copa América en Argentina; incluso con inspecciones a estadios que suponían que nuestro país sería el único organizador, luego de que la Conmebol bajara la sede de la convulsionada Colombia, gobernada bajo el represor Iván Duque. Pero lo que parecía acuerdos, show y cuantiosos negocios hasta el domingo a la mañana, se volvió nubarrones, tensiones e intereses políticos con el paso de las horas.

Por un lado la Ministra de Salud, Carla Vizzoti, dudando de que Argentina organice la Copa, luego el propio Ministro del Interior “avisando” en una nota televisiva que no había garantías para realizar la Copa América; entre todo eso el ex presidente Mauricio Macri (actual presidente de la “Fundación Fifa” llevando agua para su molino y recibiendo una dura respuesta del secretario de la Conmebol por Twitter). Por último, y muy rápidos de reflejos políticos y económicos, desde Paraguay, la cúpula de la Conmebol se adelantó al gobierno del Frente de Todos y oficializó la baja de Argentina como sede. Así la Copa América se quedaba sin país y la danza del negocio pegaba un giro.

Más rápido que Dani Alves en el Barca y más desfachatado que Neymar fingiendo faltas, el proto facista presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, puso su país a entera disposición para organizar de punta a punta la Copa América: la Conmebol aceptó y hasta le agradeció a Jair por las redes sociales. No es menor repasar los datos del covid en Brasil: 16 millones de casos y 426 mil fallecidos. Se ve que Bolsonaro, Dominguez y la Conmebol en general, gambetean la coherencia y la honestidad mejor que Ronaldinho gambeteaba rivales por el mundo.

El show ya tiene quien lo cobije, la pelota no para y en los mismos días que un banco suizo reconoció el lavado de dinero, en 25 millones de dólares, de Julio Grondona, el “todo pasa” cobra nuevos sentidos.