Un avance en el reconocimiento de las tareas de cuidado
31May21La ANSES informó que está ultimando la normativa del Programa Integral de Reconocimiento de Períodos de Servicio por Tareas de Cuidado.
Por Victoria Ríos
Si bien no hubo una presentación formal y aún no se conocen los detalles y la letra chica, el programa reconocerá para mujeres y personas gestantes años de aporte al sistema jubilatorio producto del desarrollo de trabajo de cuidado.
En este sentido, se computará un año de aportes por hije (nacido o adoptado siendo menor de edad) para mujeres y personas gestantes. Además, a las mujeres que hayan sido titulares de la AUH, y les niñes que hayan percibido este derecho por lo menos durante 12 meses, se les computarán dos años adicionales de aportes. A su vez, a las trabajadoras registradas que hayan hecho uso del período de licencia por maternidad y por excedencia, también se les reconocerá dicho plazo para lograr acceder al derecho a una jubilación. A partir de ello, según informaron podrán jubilarse 155.000 mujeres este año, y otras 30.000 el año siguiente, que teniendo entre 59 y 65 años no cuentan con los 30 años de aportes registrados requeridos para acceder.
De esta forma entonces, se reconocerán tareas de cuidado y crianza -que son realizadas casi en su totalidad por mujeres- como años de servicios previsionales. Al ser ampliado a las beneficiarias de la AUH también contempla cierta perspectiva de clase al tener en cuenta a quienes acceden a trabajos registrados y quienes no, como también quienes no pueden tercerizar dichas tareas. El trabajo doméstico no remunerado y las tareas de cuidado recaen principalmente en los hogares y dentro de estos en las mujeres, lo que representa mayores dificultades para insertarse en el mercado de empleo y en su desarrollo mismo. En las estadísticas esto se refleja año tras año, por ejemplo en las mayores tasas de desocupación e informalidad, las cuales para el tercer trimestre 2020 se encuentran en 13% y 29% respectivamente (agravándose aún más para las mujeres jóvenes de entre 14 y 29 años). A su vez, la proporción de mujeres ocupadas o que buscan activamente trabajo es mucho menor que la de los varones dado que muchas se encuentran en las casas, o espacios comunitarios dedicando su tiempo a tareas de cuidado.
Por otro lado, este nuevo programa integral es diferente a la moratoria existente (conocida como “jubilación de amas de casa”) para el ingreso de personas que les falten años de aportes. Para el año 2019, 7 de cada 10 personas ingresantes a esa moratoria fueron mujeres dedicadas en su mayoría al trabajo doméstico de forma informal y 9 de cada 10 de esas jubilaciones otorgadas fueron de haberes mínimos. En este caso, con el programa se incorpora una perspectiva diferente al ser el cómputo de años y el reconocimiento directo por esas tareas de cuidado que sostienen las desigualdades de género. Es importante destacar que estos aspectos y demandas provienen de años de lucha del movimiento de mujeres y organizaciones sindicales.
Si bien no se conocen todos los detalles ni cuestiones relacionadas con su financiamiento y valores, surgen algunos cuestionamientos al respecto. El trabajo que se reconoce es el cuidado y la crianza de la niñez. No habría reconocimiento alguno de todo el trabajo de cuidado que se realiza por fuera de la maternidad formando parte de la injusta organización social del cuidado y profundizando desigualdades en el mercado de empleo y entonces en el acceso a derechos. Por otro lado, tampoco se menciona hasta el momento enfoque alguno para la población travesti y trans. Dichas personas es necesario recordar, cuentan con una expectativa de vida menor a los 40 años y su inserción laboral en el mercado de empleo formal es casi nula. A su vez, el programa estaría reconociendo sólo a aquellas mujeres que le falten años para llegar a los 30 de aportes y que hayan sido trabajadoras registradas, no contempla a quienes se desarrollaron en la completa informalidad o no participan activamente del mercado de trabajo.
La medida anunciada, beneficiará de inmediato a 155.000 mujeres y es un avance importante en cuanto a disminuir desigualdades de género y el reconocimiento de trabajo de cuidado no remunerado en años de aportes de las jubilaciones. No obstante, con lo mencionado resalta también que no escapa de limitaciones y es una respuesta incompleta, principalmente ante la creciente informalidad y precarización de cada vez más trabajadores y trabajadoras como también de las formas en las que sostenemos la vida.