Falleció Abel Bohoslavsky, un imprescindible

Falleció Abel Bohoslavsky, un imprescindible

6Jun21 1 Por editor

Por Damián Chueco Fau

El día de hoy falleció un gran militante, un luchador incansable por el socialismo, Abel Bohoslavsky.

Entre quienes hurgan en el pasado reciente sobre las experiencias revolucionarias de los setenta, una de las más reconocidas, fue la del Partido Revolucionario de los Trabajadores – Ejército Revolucionario del Pueblo, PRT-ERP. Uno de sus militantes, sobreviviente a la represión y protagonista de aquella construcción política fue Abel. En su juventud, recibió el título de médico en la Universidad de Córdoba. Participó de las experiencias clasistas en esa provincia donde se vinculó al sindicalismo clasista del Sitrac-Sitram y con el gremio de Perkins. Vivió el Cordobazo en primera persona, y siempre referenció la figura de Agustín Tosco como modelo de dirigente combativo, honesto y revolucionario. Abel fue uno de los “perros”, como se los conocía a los militantes del PRT, de la Córdoba insurgente de los 70.

Para quienes empezaron a militar en los años noventa o posteriormente al 19 y 20 de diciembre de 2001, cuando la sombra de la derrota que dejó la dictadura genocida aún estaba presente, la búsqueda por encontrar referencias de proyectos transformadores fue una necesidad para las nuevas generaciones. En este sentido, Abel participó de numerosas charlas donde compartía sus conocimientos sobre las tareas de prensa, sobre la construcción sindical, sobre la importancia de la organización política de la clase trabajadora. Entre sus características más importantes, se puede mencionar la de siempre estar dispuesto a ofrecer sus reflexiones y transmitir su experiencia. Vivencias y saberes que no eran propiedad individual, sino aprendizaje colectivo de una generación revolucionaria. Abel, como se lo conocía entre la militancia sindical y política, también fue un combatiente internacionalista, cuando otras tierras reclamaron sus modestos esfuerzos, como aprendió del Che, participando como médico de la Nicaragua Sandinista que había derrocado al dictador Somoza.

En una oportunidad, cuando asistió como panelista en una charla en la localidad de Moreno, allá por el 2006, lo presentaron como un compañero que “había militado en los setenta”. Cuando le tocó la palabra, corrigió al presentador, y dijo que, si él estaba ahí, era porque seguía militando por el socialismo. Efectivamente, a ese objetivo dedicó la militancia de toda su vida. Sus compañeres de la Corriente Político Sindical Rompiendo Cadenas lo pueden afirmar, ya que conocen bien de su persistencia en la necesidad de organizar a la clase trabajadora, siempre desde un punto de vista de independencia política.

Dispuesto a estar donde se lo llamara para ofrecer su reflexión y sus aportes, transitó numerosos encuentros y debates entre quienes reivindican la tradición del guevarismo como perspectiva política. Señalan quienes lo trataron, su carácter de cascarrabias, y su extrema puntillosidad en los detalles referidos a artículos periodísticos o a notas de historia de la clase obrera. Aspectos que lo destacaban en su interés, compromiso y, además, como portador de una gran memoria.

En el año 2016 presentó en el anfiteatro de ATE Nacional en la calle Belgrano de CABA, su libro “Los Cheguevaristas”. Este, será parte de su legado, que alimentará la conciencia de quienes se propongan cambiar de raíz este sistema desde una perspectiva anticapitalista.

En el último tiempo, ejerció su profesión como médico en el gremio de judiciales. Allí mantuvo una tenaz actividad por denunciar lo que la pandemia y los problemas del sistema de salud provocaban en les trabajadores. Señalaba insistentemente la insuficiencia de las medidas que se tomaban por parte del gobierno, y reivindicaba la necesidad de acabar con la propiedad privada de las patentes de las vacunas. Muestra de la mercantilización que hace el capitalismo del producto del trabajo humano, que podría resolver la necesidad de millones. Su fallecimiento, víctima del Covid, también fue producto de la misma desigualdad sanitaria que padecen las grandes mayorías.

Quienes lo conocieron seguramente les será difícil olvidarlo, como suele suceder, con las personas que dieron su ejemplo, a través de una vida entregada a la causa de la emancipación de la clase trabajadora y por la construcción un mundo sin explotación ni opresión.