Bolivia: La desmentida de Macri y la manipulación de la verdad
11Jul21Mauricio Macri intentó despegarse de las acusaciones en su contra por el envío de armas a los golpistas en Bolivia afirmando que: “Todo lo dicho es falso. Todo es mentira”.
Una carta dada a conocer por un general de la Fuerza Aérea Boliviana en la cual se agradecía al gobierno argentino el envío de materiales militares antidisturbios a pocos días del golpe de Estado en Bolivia, desató un escándalo político que puede tomar relevancia internacional si el país agredido sigue avanzando en la investigación de los apoyos externos a los golpistas.
La respuesta inmediata del ex-presidente Macri fue negar la autenticidad de la carta. Y esa respuesta fue reproducida en cadena por distintos medios periodísticos, que no sólo aseguraron que los dichos de Macri eran ciertos sino que lamentaron los supuestos agravios contra el ex-presidente. No pasaron más de veinticuatro horas y la propia Fuerza Aérea de Bolivia confirmó que la carta es auténtica. Tiene todos los sellos y firmas correspondientes, está registrado su ingreso, etc.
Para los periodistas y los medios de prensa que se hicieron eco de la desmentida de Macri, esta ratificación no tiene importancia. Porque para ellos tampoco tiene importancia la realidad de lo que verdaderamente ocurrió.
Consideran que su labor periodística se inscribe en un mundo que funciona según las reglas comentadas por Karl Rove, un asesor de Bush, en el año 2002: “La gente cree que las soluciones provienen de su capacidad de estudiar sensatamente la realidad discernible. En realidad, el mundo ya no funciona así. Ahora somos un imperio y, cuando actuamos, creamos nuestra propia realidad. Y mientras tú estás estudiando esa realidad, actuaremos de nuevo, creando otras realidades que también puedes estudiar. Somos los actores de la historia, y a vosotros, todos vosotros, sólo os queda estudiar lo que hacemos”. Es decir, el imperio somos nosotros y nosotros definimos quiénes son los buenos y los malos, qué es verídico o no, cuál es la realidad y qué van a discutir. Desde esa postura la verdad no existe, existe la postverdad que es la versión de los hechos de quien tiene poder para imponerla.
Para ilustrar cómo funciona esto de la posverdad propongo el ejercicio de consultar en un buscador de internet sobre algunos hechos producidos recientemente en Nuestramerica que hacen referencia a atentados contra la vida de presidentes, uno fallido y otro exitoso.
Atentado con drones contra el presidente Maduro en Venezuela. Realizado el 4 de agosto de 2018 en Caracas. Lo que informó France 24 fue que “Maduro fue evacuado por un supuesto atentado”, Univisión, El Nuevo Herald y el portal español ABC reseñaron que se trató de un “supuesto” atentado, “evento confuso”, “supuestos drones”, “atentado” fallido. La CNN, y La Nación de Argentina también hacen referencia al hecho como “supuesto atentado”. Algunos otros medios considerados más serios como la BBC de Londres comparten el libreto haciendo referencia a “el confuso atentado fallido contra el Presidente Maduro”. Pero todas esas versiones tienen una fisura. Un conocido comunicador de derecha, Jaime Bayly, conductor de un muy difundido programa de televisión transmitido desde Miami (EE.UU.) por Mega TV, aseguró que se enteró del ataque contra el presidente Nicolás Maduro días antes de que ocurriera. Detalló que conocía el método: Drones cargados de explosivos. Y afirmó que él mismo participó en una reunión en Miami donde se estaba buscando financiación para este hecho. Esta afirmación realizada por un personaje insospechado de ser chavista, confirmó lo que dijo el gobierno venezolano: que estaba destinado a asesinar al Presidente y a buena parte de la plana mayor del ejército y que fue preparado en Colombia y financiado desde el Estado de La Florida, Estados Unidos.
Asesinato del presidente de Haiti. La primera versión que los integrantes del grupo que asesinó al presidente hablaban en español, fue utilizada para difundir la idea de que habían actuado un comando venezolano. Tres días después del asesinato, el título de infobae fue “En Haití aseguran que sicarios colombianos y venezolanos estarían detrás del asesinato del presidente”. Hoy se sabe que los detenidos son colombianos y estadounidenses, y que los colombianos son militares. El gobierno colombiano asegura que estos militares estaban en condiciones de retiro efectivo, sin embargo otras fuentes aseguran que algunos de ellos estaban en actividad. Uno de los militares detenidos, Manuel Antonio Grosso Guarín, es primo hermano del consejero presidencial para la seguridad nacional del gobierno de Iván Duque. En este caso la fisura en el relato de la posverdad se produce porque el grupo que asesinó al presidente de Haiti fue detenido.
Los medios que adhieren a la posverdad en la Argentina, que se negaron a reconocer que en Bolivia se produjo un golpe de Estado mantendrán la misma posición con respecto al envío de armas, calificándolo como falso o dudoso. El diario la Nación titula en su edicion del 10 de junio “Dudas: los cinco interrogantes sobre el supuesto de envío de armas desde la Argentina”.
Mientras tanto se sigue sumando documentación que confirma el hecho: El libro de recibidos de la embajada argentina en La Paz dice que llegó la carta de agradecimiento de los golpistas por las armas y municiones enviadas por el gobierno de Mauricio Macri. Se constató que el avión Hércules C-130 perteneciente a la Fuerza Aérea, donde se transportó el material bélico, había salido desde El Palomar. La costumbre burocrática de dejar asentadas las novedades en distintas dependencias del Estado Argentino, aportan pruebas incontrastables de cómo se realizó la operación