Estados Unidos nos dona 3,5 millones de vacunas. Cuando la limosna es grande…
17Jul21La llegada de 3,5 millones de dosis de la vacuna Moderna, donadas por el gobierno de Estados Unidos fue festejada en Casa Rosada. Motivos no faltaban, pero es bueno conocer algunos datos para matizar tanta euforia.
El viernes 16 de junio falleció por covid Julieta Arias, una niña de ocho años sin comorbilidades, en el Hospital Evita de Lanús, provincia de Buenos Aires, luego de estar nueve días internada.
Ese mismo día la actual vicepresidenta Cristina Fernández demolía públicamente los fundamentos jurídicos de la causa del Memorandum con Irán, una causa armada por el gobierno de Macri en connivencia con el juez Bonadío y otros miembros del poder judicial. El fallecido fiscal Alberto Nisman, las autoridades de la DAIA y la embajada de Estados Unidos no fueron ajenos a ese mamarracho jurídico.
El mismo día que la derecha preparaba su artillería para anunciar que se nos van a empezar a morir los niños por falta de vacunas, llegan 3,5 millones de dosis de Moderna que se presenta como “altamente efectiva” en adolescentes de entre 12 y 17 años y con estudios avanzados en poblaciones de niños y niñas entre seis meses y 11 años.
El mismo día que la derecha preparaba sus voceros para apostillar que discursos como el de la vicepresidenta afectan la República y nos aíslan del mundo, llegan las vacunas donadas por Estados Unidos y junto a la delegación oficial concurre a recibirla la encargada de Negocios de la embajada, MaryKay Carlson. La presencia de la funcionaria estadounidense es coherente con la manifestación de la Secretaria de Estado Adjunta norteamericana, Wendy R. Sherman, que afirmó que “como parte de nuestra estrecha asociación, Estados Unidos está enviando 3,5 millones de dosis de la vacuna Moderna a nuestros amigos en Argentina” .
Que a la derecha le vaya mal es una buena noticia, pero para quienes aspiramos a horizontes más elevados, es insuficiente.
La llegada de la vacuna Moderna fue posible gracias a concesiones que hizo el gobierno argentino, modificando una legislación que él mismo había redactado “en resguardo de nuestra soberanía”.
Estados Unidos no ha dejado de lado sus intenciones imperiales, Por el contrario trata de recuperar terreno en su patio trasero, después de la estrategia fallida orientada por Donald Trump. Presentarse como un país benefactor que hace donaciones de vacunas, responde a su decisión de recuperar influencia política, pero también al reconocimiento del diagnóstico de sus epidemiólogos que aseguran que si no se extiende globalmente el proceso de vacunación no habrá posibilidad de terminar con la pandemia en su propio país. El nuevo gobierno de Estados Unidos ha modificado estrategias en relación a su antecesor pero mantiene sus intereses, sus alianzas y su lista de enemigos. Estuvo detrás del asesinato del Presidente de Haití, mantiene su apoyo a regímenes genocidas como el de Colombia y castiga con sus bloqueos y sanciones económicas a países como Cuba y Venezuela que se han propuesto proyectos más soberanos y solidarios.
Finalmente, los dueños de Moderna no son samaritanos preocupados por la salud mundial sino viejos conocidos como los fondos de inversión The Vanguard Group y Black Rock. Estos dos fondos de inversión manejan 16 billones de dólares. Si fueran un estado nacional, por su poderío económico, serían la tercera potencia mundial, sólo por debajo de Estados Unidos y China.
El fabricante de vacunas Moderna es un gran evasor de impuestos que oculta sus beneficios en Suiza y el estado de Delaware, que es un paraíso fiscal, según un informe de la organización Centre for Research on Multinational Corporations (SOMO).
Desde esta misma fuente ha surgido la denuncia de que Moderna se ha beneficiado con apoyos estatales para realizar sus investigaciones, cobra por sus vacunas un precio excesivo y finalmente utiliza estructuras fiscales para evitar el impuesto de sociedades.
Bienvenidas las vacunas, para que no le falten a nadie. Es de esperar que estas donaciones no se conviertan en un caballo de Troya, y sirvan finalmente para que siga creciendo en nuestro país la influencia de gobiernos e inversores indeseables.
foto. InfoCampo