Hector Béjar, un hombre muy ligado al Che Guevara asume la Cancillería del Perú
2Ago21En el gobierno de Castillo las idas y vueltas no se disimulan. Un día se diferencia hasta lo innecesario de gobiernos de izquierda del continente, al otro nombra Canciller a un viejo jefe guerrillero que fue un hombre del Che.
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Los primeros pasos del gobierno de Pedro Castillo en Perú son tan auspiciosos como contradictorios. Es evidente que ha asumido en una situación compleja, donde las presiones para no reconocer su triunfo fueron muy fuertes. En un momento donde hay fuga de capitales por temor a su gobierno, y con la oposición de derecha controlando el Congreso. Las idas y vueltas no se disimulan y hay definiciones para todos los gustos. Quienes quieren asegurar que este gobierno va camino a la defección, o por el contrario, quienes lo creen sumamente esperanzador, encontrarán en las primeras decisiones de gobierno elementos para fundamentar sus posiciones.
El día de la asunción de su cargo como presidente, Castillo afirmó que llevaría adelante un modelo peruano y que su gobierno no tenía ninguna relación con comunistas, chavistas y terroristas. Este gesto de diferenciarse hasta lo innecesario, fue tomado al vuelo por la diplomacia de Estados Unidos que inmediatamente quiso comprometerlo como aliado para conspirar contra los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
La formación de su Gabinete estuvo rodeada de contradicciones e idas y vueltas, que tomaron estado público a raíz de la designación de Guido Bellido como jefe de ministros. Este nombramiento impuesto por el partido Perú Libre, que llevó a Castillo como candidato a la Presidencia, tuvo fuertes resistencias. Lo que aparece en la superficie son las declaraciones machistas y homofóbicas realizadas por el flamante jefe de ministros, pero por debajo aparecen tensiones y debates sobre cómo enfrentar la primera etapa de la presidencia. En materia económica hay una posición más dura de defensa de los bienes naturales por parte del partido Perú Libre y hay una posición que por ahora avala el presidente de búsqueda de consensos con un sector de la oposición. Designar como Ministro de Economía a Pedro Frankle, que no se cansa de repetir “No tenemos nada que ver con la propuesta de Venezuela, no haremos expropiaciones y no haremos estatizaciones”, fue un intento de llevar calma a los mercados.
Quien ha descrito con más precisión las complejidades del nuevo gobierno ha sido el flamante canciller Héctor Béjar que, durante el período electoral, caracterizó que Castillo encarnaba una nueva ola progresista “más conservadora, menos progresista en términos de tercera o cuarta generación de derechos, pero mucho más (avanzada) en términos de derechos económicos y sociales”. Las alianzas construidas para ganar la segunda vuelta reúnen al sector original más de izquierda en términos de derechos sociales y económicos de las mayorías y más atrasado en términos de derechos personales, con un sector menos firme en lo que hace a reivindicar derechos y económicos y sociales, pero más avanzado en derechos personales.
En ese panorama tan complicado, la figura de Hector Béjar, le pone un condimento especial, porque este sociólogo e intelectual cuyo nombre de guerra era Calixto, fue indiscutíblemente un hombre muy vinculado a la revolución cubana, y en particular a la figura de Ernesto Che Guevara. Sobre ese tema resulta muy importante el testimonio de Manuel Piñeiro Losada (Barbarroja) que durante quince años estuvo al frente del Departamento América del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Este dirigente en una entrevista realizada para la revista Tricontinental de Cuba menciona a Hector Béjar, a Luis de la Puente Uceda y a Javier Heraud como los líderes peruanos que se entrevistaron con el Che. Y en la misma entrevista, cuando se le pregunta si el Che estaba muy atento a los empeños de insurgencia de Perú y si era cierto que este país era otra de las alternativas valoradas por Guevara antes de seleccionar Bolivia, Piñeiro contestó: “Argentina, Perú, Bolivia…todo formaba parte de su proyecto integrador para llevar adelante su estrategia de continentalizar la revolución. Paralelamente a la Operación de Salta, un grupo de combatientes peruanos dirigidos por Alain Elías y entre quienes se encontraban Javier Heraud y Abraham Lamas, intentó comenzar en enero de 1963 la lucha armada, cuando entraron a Perú por la zona de Puerto Maldonado, fronteriza con Bolivia. Allí murió el joven poeta peruano Javier Heraud y otros compañeros. Ellos contaron con la ayuda de varios cuadros del PC boliviano, especialmente los hermanos Peredo, quienes les proporcionaron apoyo logístico y sirvieron como guías a su columna para ingresar desde Bolivia a Perú. Años después el Ejército de Liberación Nacional (ELN) reinicia la lucha bajo la dirección de Héctor Béjar, emergen también las guerrillas de Luis de la Puente Uceda y Guillermo Lobatón, líderes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Con todos esos dirigentes peruanos el Che sostuvo reuniones previas. Es decir, que en Perú, había cierta organización y efervescencia popular, luchas sociales, ocurría la toma de tierras dirigida por Hugo Blanco. A la vez que era atractivo para el Che porque se hallaba más cerca de Argentina. Además en esa época en Bolivia existía un gobierno democrático surgido de la revolución de1952, que duró hasta 1964. Sin embargo, tanto el intento guerrillero del ELN como los del Movimiento de Izquierda Revolucionaria fueron destruidos. Murieron Luis de la Puente Uceda (en noviembre de1965) y Lobatón (en enero de 1966); Héctor Bejar ya había sido detenido en 1965 y golpeada la columna que dirigía…”.
La presencia en el gabinete de Castillo de Hector Béjar, un militante e intelectual de fuerte referencia en Perú, por haberse mantenido fiel a un pensamiento de izquierda, y que en el plano latinoamericano ha manifestado posiciones solidarias con los procesos políticos de Cuba y Venezuela, ha generado preocupación en distintos medios de la prensa hegemónica continental. El diario La Nación de Argentina, titula en su edición de hoy: “Polémica designación: Pedro Castillo nombró como canciller a Héctor Béjar, un ex guerrillero formado en Cuba junto a Fidel Castro”.
Que Héctor Béjar, “el comandante Calixto”, sea hoy canciller de un país que fue sede de todas las conspiraciones de Estados Unidos organizadas por el Grupo de Lima, a partir de 2017, parece una broma de la historia. Y esa misma historía dirá como sigue este relato.
Muy buena nota.