Integrantes de la Triple A de Bahía Blanca condenados por sus crímenes

Integrantes de la Triple A de Bahía Blanca condenados por sus crímenes

2Ago21 1 Por Luís Angio

Después de 46 años de los crímenes cometidos y más de tres años de juicio, cuatro integrantes de la Triple A de Bahía Blanca fueron hallados culpables del crimen de David “Watu” Cilleruelo

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Bahía Blanca, integrado por Roberto Daniel Amábile, Marcos Javier Aguerrido y Pablo Díaz en el día de la fecha dio el veredicto respecto a la causa que se llevaba adelante contra Raúl Roberto Aceituno; Osvaldo Palleros; Héctor Forcelli y Juan Carlos Curzio por haber sido responsables del asesinato del estudiante universitario David “Watu” Cilleruelo.

Raúl Roberto Aceituno fue condenado a prisión perpetua, por hallarlo culpable de homicidio agravado con alevosía; Curzio, Palleros y Forcelli fueron condenados a 10 años de prisión, por asociación ilícita. Los cuatro además están acusados de violar los derechos humanos de 24 personas, entre las que había integrantes de organizaciones sindicales, estudiantiles y políticos de la ciudad de Bahía Blanca. Este asesinato fue considerado por el tribunal como crimen de lesa humanidad.

Quien era “Watu” Cilleruelo

David Watu” Cilleruelo

El crimen de David “Watu” Cilleruelo fue cometido por la banda terrorista parapolicial denominada Triple A, quien actuaba en esta ciudad. Los ahora condenados trabajaban a las órdenes de quien era diputado Nacional Rodolfo Ponce, perteneciente a la juventud sindical peronista (JSP) y secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA), y referente de Rogelio Papagno quien era el máximo dirigente de la UOCRA a nivel nacional. Respondían también a quien era Interventor de la Universidad nacional del Sur (UNS) Remus Tetu.

El asesinato de Cilleruelo fue cometido el 3 de abril de 1975 cuando se estaba por desarrollar una asamblea en la UNS y fue interceptado por Aceituno y por Jorge “Moncho” Argibay y Pablo Francisco Argibay (padre e hijo respectivamente, ambos ya fallecidos) en un pasillo del área de Ingeniería. Varios testigos que declararon en el juicio aseguraron que los tres miembros de la banda se acercaron a “Wadu” y Argibay padre le dio el tiro en la cabeza. Cilleruelo era estudiante universitario y secretario de la Federación Universitaria del Sur y militante de la Federación Juvenil comunista.

Los organismos de inteligencia del estado venían haciendo un seguimiento sobre él y se intensificó cuando Tetu llegó a la Universidad trabajando en forma conjunta con integrantes de la Base naval de Puerto Belgrano de la Marina, como así también de la Prefectura tal como se informó en una de las audiencias a partir de documentación presentada y que figuran en la causa. Aceituno fue visto por varios testigos salir del rectorado en el momento del asesinato de “Watu”. Por su parte Curzio era el que conducía los vehículos de la organización. Fue nombrado por la resolución del 21 de mayo 1975 como personal de vigilancia y seguridad

Quien fue Remus Tetu

Remus Tetu era de origen rumano y cuando llegó a la Argentina entre 1952 y 1955 se desempeñó como profesor en el Instituto Tecnológico del Sur, antecesora de la UNS hasta febrero de 1974 cuando se le venció el contrato y no le fue renovado. Pero en 1975 fue nombrado por la presidenta de la Nación, María Estela Martínez de Perón, siendo simultáneamente Interventor de la Universidad Nacional del Comahue. Su cargo fue desde el 4 de enero de 1975 hasta octubre del mismo año. En ese período reestructuró todas las carreras y despidió a docentes que no eran afines a la ideología nazi que profesaba. Asimismo, persiguió a las organizaciones estudiantiles que en esos años luchaban por una educación superior libre y gratuita. Cerró el comedor estudiantil y prohibió los centros de Estudiantes y muchos alumnos tuvieron que dejar de estudiar por las amenazas que recibían y cesó a docentes que tenían una orientación marxista o de izquierda. Creó el Departamento de Seguridad   contratando según resoluciones presentadas en la causa el 17 de mayo de 1975 a Jorge Argibay, Raúl Roberto Aceituno, Osvaldo Palleros y Juan Carlos Curzio como funcionarios de vigilancia y seguridad. Otra resolución de Remus Tetu del 25 de junio de 1975 manifestaba que había que “extirpar la subversión del ámbito universitario” a una determinada cantidad de alumnos.

Eran grupos que ya existían en la Universidad actuando contra “la subversión”. Todos ellos pertenecían al “peronismo histórico”. Curzio era el chofer de los vehículos de la organización criminal. Forchieri por su parte además actuaba en otros ámbitos. Una testigo dijo haberlo visto en una escuela secundaria con otra persona y ambos iban armados. Otro testigo declaró que vio a Palleros junto a un auto al que denominaban “la fiambrera”, que lo usaban para trasladar a las personas que asesinaban. Era un Fiat 125 azul. Según han declarado en la causa otros autos de la Universidad eran utilizados por la banda criminal, como un Dodge Polara verde y un Ford Falcon verde que se utilizó cuando asesinaron a Cilleruelo.

Había una íntima relación entre estos personajes y otros elementos paraestatales que les entregaban armas y la UNS era el lugar de reunión y encuentro para organizar sus acciones. Se pudo comprobar en el juicio que utilizaban vehículos de la UNS para cometer sus asesinatos, por lo menos en dos casos. Los habitantes de Bahía Blanca en esos años vivían en un estado de miedo permanente ya que estos asesinos circulaban con los autos haciendo ostentación de armas de fuego y amenazando a quienes se encontraban en las calles simplemente caminando, o irrumpían en alguna asamblea estudiantil o gremial a los tiros, o colocando bombas en las casas de los estudiantes y/o militantes. Una de ellas fue en la casa de uno de los rectores de la Universidad y el local del Partido Comunista y del Partido Socialista de los Trabajadores. En una oportunidad un grupo de estudiantes se movilizaron hacia el Consejo deliberante para denunciar el accionar de la patota en la Universidad y fueron atacados desde un auto a tiros. Daniel Hidalgo, que hizo uso de la palabra en esa oportunidad, se encuentra desaparecido.

Estos hechos demuestran la directa relación que tenía el Interventor de la UNS con la banda de la Triple A, siendo que era parte de ella. Cuando termina su intervención, en octubre de 1975, continúa trabajando como docente con la máxima categoría como profesor titular con dedicación exclusiva hasta 1981 que se jubila, pero por las normas estatutarias sigue en su cargo hasta 1984. El 1985 se le iniciaron “juicios administrativos de responsabilidad” por cobrar indebidamente su sueldo entre febrero de 1974 y febrero de 1975.

De la complicidad en los crímenes de los cuatro sentenciados en esta causa, como así también por ser el autor intelectual de los hechos juzgados y muchos más que todavía no han sido juzgados, Remus Tetu nunca pagó. Se volvió a su Rumania natal y murió en noviembre de 2003.

Las condenas

Audiencia del veredicto (captura de pantalla) / foto: canal yuotube La retaguardia

Raúl Roberto Aceituno dado su estado de salud actual se ordena practicar a través del cuerpo médico forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación un examen médico completo previo a resolver su situación procesal por lo que continuará con el arresto domiciliario con el control del programa de monitoreo electrónico; Osvaldo Palleros; Héctor Forcelli y Juan Carlos Curzio seguirán en libertad hasta que haya una sentencia firme por parte de la Cámara de Apelaciones, teniendo en cuenta que sus abogados defensores apelarán dicho veredicto o si tendrán una prisión preventiva hasta que se resuelva en esa instancia. Los fundamentos del mismo serán dados a los 40 días hábiles dictado el mismo.

Al finalizar la audiencia que fue transmitida por el canal de you tube de La Retaguardia conjuntamente con FM de la Calle de Bahía Blanca el fiscal Pablo Vicente Fermento indicó que “espera se resuelva con cumplimiento efectivo de pena y también como se deben valorar los riesgos procesales, ya que durante el juicio se vió el temor de las personas a hablar y a estos condenados, ya que son vecinos, viven en los mismos barrios”.

Luis Angió

Imagen de portada: canal yuotube La retaguardia