De Suiza hasta Argentina: solidaridad obrera

De Suiza hasta Argentina: solidaridad obrera

21Ago21 0 Por Matías Gianfelice

Lxs trabajadorxs de Just de Lomas del Mirador recibieron una ayuda económica para su fondo de lucha del sindicato UNIA, que nuclea a lxs trabajadorxs de Just en Suiza.

En esta Argentina en crisis donde los niveles de pobreza escalan a niveles intolerables, hay empresas que a pesar de que aumentaron sus ventas y ganancias en plena pandemia, echan trabajadores de manera ilegítima e injustificada. Un ejemplo de esto es el caso de la fábrica de distribución de Just en Lomas del Mirador.

Debido a la organización obrera y asamblearia que ese grupo de trabajadorxs de Just ya tenía y sostuvo en plena crisis, pudieron ocupar la fábrica donde trabajaban y sostener una digna lucha para recuperar sus puestos de trabajo. Este proceso bien podría ser uno más entre tantos procesos de luchas obreras y populares de nuestro país; pero cuenta con acciones creativas e interesantes, que dan réditos y que permiten dar señales al resto de la clase trabajadora. Llevamos décadas de profundización de un modelo económico capitalista que nos saquea cada vez más y nos empuja a vidas cada vez más precarias; donde la idea de globalización solo trajo un mejor flujo de los negocios burgueses a nivel planetario, pero rompió procesos de conciencia obrera y solidaridad internacional: pareciera que nos pusieron en el mundo a compartir entre trabajadorxs, para ver quien se denigra más y acepta perder más derechos, para que alguna multinacional se ponga a producir ahí; ellos lo llaman “bajar el costo laboral”.

En este contexto lxs trabajadorxs de Just tejieron vínculos con el sindicato UNIA, uno de los más grandes de Suiza y donde están afiliadxs lxs trabajadorxs de Just de aquel país, logrando el apoyo y la solidaridad para su lucha. El UNIA siguió desde el primer día el conflicto, incluso coordinó con lxs 50 trabajadorxs de Just de Lomas del Mirador una acción conjunta en ambos países, que derivó en el acampe de 18 días en la planta de General Rodríguez, mientras en Suiza llevaron adelante una movilización en la planta de Suiza coordinados por su secretario general, Luki Auer; incluso fueron veedores de la reunión que mantuvieron lxs trabajadorxs despedidos con las autoridades de la empresa en Argentina (NdR: se firmó un acuerdo que garantizaba los derechos laborales y cuando levantaron el acampe y se disponían volver al trabajo, la empresa desconoció lo arreglado). En los últimos días redoblaron su solidaridad internacionalista, haciendo un aporte al fondo de lucha que sostienen estas 50 familias y que permite subsistir a lxs trabajadorxs echados.

En un mundo que nos tratan de vender cada vez más egoísta e individualista, donde el “sálvese quien pueda” para ser indiscutible; en el conurbano bonaerense hay 50 trabajadorxs que decidieron defender sus derechos en forma democrática y colectiva, mientras que en Suiza hay un sindicato que decide extender su conciencia de clase y su solidaridad más allá de sus fronteras. Nuevamente es la clase trabajadora con sus gestos la que permite iluminar una esperanza entre tanta barbarie del capital.