Candidates de la izquierda: entrevista a Myriam Bregman precandidata a diputada nacional

Candidates de la izquierda: entrevista a Myriam Bregman precandidata a diputada nacional

28Ago21 0 Por Damián Fau

Desde tramas continuamos con las entrevistas a candidatos y candidatas en estas elecciones legislativas. En esta oportunidad, conversamos con Myriam Bregman precandidata a legisladora al Congreso por CABA. La Rusa respondió muy amablemente a diversas preguntas vinculadas con un balance de los 2 años del gobierno del Frente de Todos, las propuestas programáticas que impulsan en la campaña electoral, las internas dentro del FIT-U, y la perspectiva de más largo aliento que asume la izquierda frente la hegemonía de los partidos tradicionales.

Conocida entre la militancia como la “Rusa”, Myriam Bregman es una de las principales y más populares referentes de la izquierda anticapitalista. Como letrada, milita desde hace décadas en el movimiento de derechos humanos y participó en los juicios contra los genocidas siendo la querellante contra Miguel Etchecolatz y abogada de Julio López. Ha sido legisladora en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y candidata por el mismo distrito en numerosas oportunidades. En estos días sufrió el ataque mediante un mensaje público de corte fascista por parte del abogado antiderechos Alejandro Fagosi y recibió innumerables muestras de solidaridad. En el momento que le hicimos la entrevista telefónica, se encontraba en su casa descansando luego de recibir la segunda dosis de vacuna contra el coronavirus. Muy amablemente, accedió a responder las preguntas que le hicimos desde tramas.

Tramas: estamos a medio término del gobierno de Alberto Fernández. La inesperada pandemia, y una crisis económica arrastrada desde hace varios años, muestran un escenario económico y social preocupante y angustioso. ¿Cuál es el balance que realizás de estos 2 años de gobierno del Frente de Todos? Hace una semana, si querés agregar tu opinión además, se sumó el episodio de la foto de Fabiola Yañez festejando su cumpleaños en plena cuarentena, lo que generó un gran revuelo mediático.

Myriam Bregman: lo que la foto de Fabiola Yañez deja ver, es cierto perfil del gobierno. Lo que ocurrió no está separado de lo que sucedió en estos 2 años. Lo que se demostró más en general, para incluso sus propios votantes, es que es un gobierno débil con los poderosos. De conjunto, lo que se vio, es eso. Un gobierno que hizo muchas promesas de campaña que no cumplió, y que se agrega este elemento de que cada vez que los sectores de poder se plantaron… Como comenzó con Vicentín, pero que continúo después con otros casos. Llegando hasta el último que es el de Pfizer. Cada vez que los sectores de poder se plantaron, el gobierno se mostró muy débil frente a ellos retrocediendo.

Creo que ahí hay dos elementos, eso que te digo, y que no cumplió con las promesas de campaña, lo que generó un fenómeno muy extendido. Lo vemos ahora en las calles que comenzó la campaña electoral mucho más, que es un gran descontento con aquellos que lo votaron en el 2019 a Alberto Fernández. Si eso se va a expresar en las urnas o no, que es la gran pregunta que se hacen todos hoy, todavía no se sabe. Pero ese fenómeno existe. Y a eso se suma lo que trascendió estos días, que es la conducta ética de la casta política. O de los políticos de los partidos tradicionales, que es este doble estándar. Porque la foto es más que una foto. Es Alberto Fernández que fue quien dictó el DNU. No es cualquier político. Es quien dicto un DNU. Quien salió por televisión como un padre enojado que retaba a la población diciendo “yo los voy a ir a buscar, yo no voy a permitir que unos tarados…”, no me acuerdo qué palabra utilizó. Y fomentaba este tipo de idea, de que alguien desde arriba se iba a sobreponer y te iba a cuidar, y en su vida privada hacia lo contrario. En su vida privada entre comillas, porque ocurría en Olivos. No era en su departamento privado. En la residencia oficial ocurría esto. Y esto a mi particularmente me produce un rechazo especial, porque como te digo, es él quien dictó el decreto y es él quien hizo uso de privilegios que muchos otros no pudieron. Porque este discurso envalentonó a las fuerzas represivas. Este discurso les dio aire a personajes como la policía de Chubut, la policía de Tucumán, o la propia policía de la provincia de Buenos Aires al mando de Berni. Y muchos pibes, muchos laburantes murieron. Murieron, producto de ese envalentonamiento de las fuerzas represivas. Entonces, esto no es una cuestión de discursos. Es una discusión donde ese discurso envalentono a las fuerzas represivas que lo aplicaron en los hechos. Por Facundo Astudillo Castro, por Luis Espinoza, por las pibas y pibes que murieron en las comisarias, creo que hay que señalar con muchísimo, muchísimo rechazo, muchísimo repudio, este tipo de actitudes.

Y una cosita más como balance. Que es parte del discurso oficial, donde hay una intención de querer echarle todo el tiempo, la culpa de las decisiones que tomó a la pandemia y a la herencia del macrismo. Eso no es así. Que la herencia del macrismo fue feroz, es verdad. Que la pandemia es feroz, es verdad. Pero as u vez, sobre ese escenario se tomaron decisiones políticas. Yo digo siempre este ejemplo, que me parece el más simbólico. Bajarle la fórmula de movilidad a los jubilados, la única vez que le iba a dar por encima de la inflación, fue una decisión que se tomó antes de la pandemia. No puede culparle a la pandemia, bajar el salario de los estatales donde el estado es patrón. Es una decisión que tomó este gobierno. No se puede culpar a la pandemia, ni a las grandes corporaciones. Entonces, me parece que sobre la pandemia, se tomaron decisiones de alinear un país en la herencia macrista. De administrar la herencia macrista, cuya principal herencia es por supuesto pagarle al fondo monetario. Más allá de los cuestionamientos, o de haberlo denunciado a la justicia incluso, se alinea todo el país en el pago de esa deuda.

Tramas: el FIT-U logró continuidad desde el 2019 para acá, y este año presentó listas en 23 distritos. Son la principal referencia de la izquierda a nivel nacional. Sin embargo, nuevamente el escenario electoral aparece atravesado por la polarización. A la vez, los libertarios se presentan como una alternativa por derecha que parece suscitar expectativas en una parte de la población. ¿Cuáles son los desafíos políticos y electorales para el FIT-U en estas elecciones legislativas?

MB: Creo que hay un objetivo central, que es que todo ese descontento y toda esa bronca se transforme en lucha. Porque, lo peor que puede pasar, es que el descontento y esa desilusión se transforme, sobretodo en sectores de la juventud, en una desilusión, en una apatía, o en quedarse encerrados en sus casas, y piensen que la salida es individual. Creo que hay que transformar esa decepción, ese descontento, esa bronca, en lucha. Y ahí la izquierda tiene un gran, gran objetivo. Y esto excede el proceso electoral. Cuando yo hablo de tercera fuerza excede el proceso electoral, es un lema. Es una consigna política pero que excede, es en el congreso y es en las calles. Porque bronca en la Argentina, incluso durante la pandemia hubo. Bronca se expresó. El fenómeno que se viene dando en todo el sistema de salud es enorme. En CABA, yo misma participé en decenas de movilizaciones durante toda la pandemia de trabajadores de la salud. Con consignas que hizo recordar a aquellas consignas de Chile, que cuestionan profundamente la situación que decía, no son 30 pesos son 30 años. Acá, en la Argentina salieron las enfermeras diciendo “yo con aplausos no pago el alquiler”. Mostrando que van 4 años de decadencia del salario. Del salario que se va deprimiendo, que en la mayor parte de los casos en la salud son salarios que paga el Estado en sus distintas jurisdicciones. Es decir, de nuevo acá es directamente el Estado decidiendo tener trabajadores de la salud en primera línea, mujeres en la primera línea, aplaudiendo… pero no pagando lo que corresponde. No contemplando sus derechos como por ejemplo el pase a la carrera profesional, el fin de las tercerizaciones. Entonces lucha hay. Los fenómenos de Neuquén, los autoconvocados de Neuquén. Toda la salud poniendo en jaque, nada más ni nada menos, que Vaca Muerta. Con un proceso que rompió el techo salarial logrando un 53 % de aumento. El proceso de los trabajadores de los viñedos en Mendoza y en Salta fue enorme. El proceso del citrus en Tucumán fue enorme. Entonces, no es que acá no hay fuerzas. No es que la clase trabajadora no quiere salir a luchar, sino que hay una enorme cantidad de aparatos y de organizaciones, dispuestas a imponer una pasividad para aceptar el ajuste. Esto hay que decirlo. Hay un ajuste en curso. Guzmán en la revista Crisis, gracias a un reportaje de Mario Santucho, que salió hace muy poquito lo decía. Vos lo lees y te muestra muy claramente que todo su proyecto económico está atado al fondo monetario. Que las prioridades son el FMI y los acreedores. El que no lo quiere ver, no lo ve, pero el ministro dice expresamente eso. Es por lo cual él asumió, y lo dice. Entonces, después te quieren disfrazar con discursos o con rispideces con Guzmán. Rispideces puede haber, obviamente, es una coalición amplia el Frente de Todos. El problema es lo que se impone. Y lo que se viene imponiendo del año pasado a este, es el ajuste del gasto social, en más de un 40 %. Hay algunos que hablan de un 53 %, pero más de un 40 % se ajustó el gasto social en plena pandemia, para cumplir con los objetivos del FMI. Hay bronca, hay bronca. Pero esa bronca no se termina de expresar, porque hay enormes aparatos que actúan. Empezando por todo lo que está ligado al gobierno peronista, como son gran parte de los movimientos sociales oficialistas y la burocracia sindical. Eso hay que señalarlo. Porque si no, no se entiende porque todavía hay tan poco nivel de conflictividad. Cuando por todos los bordes empieza a haber estas expresiones enormes. Vos fíjate que los únicos lugares donde se rompió el techo salarial, o prácticamente los únicos, es donde se dieron estas luchas enormes. Y además fueron en su gran mayoría autoconvocadas. Organizadas desde abajo. Por fuera de las estructuras sindicales tradicionales. Lo cual implica una doble organización, vos lo sabes bien, una doble lucha. Hay que ganarse a los diferentes sectores sociales, ganarse a que otros sectores sociales acompañen y se solidaricen.

Creo que todo esto es una gran lección para la izquierda. Vos me preguntas sobre la izquierda. Porque si venimos de un 2017… pensá que Macri había ganado las elecciones en octubre, y en diciembre todo el mundo lo daba por un gobierno acabado. Lo que hubo en ese momento, lo que hubo en el medio, fueron las grandes movilizaciones que ahora se intentan demonizar de una manera terrible. Demonizaron de una manera terrible las movilizaciones del 2017. Porque son un ejemplo de que sindicatos, juventud, la izquierda, incluso parte de los movimientos sociales, con sectores de los sindicatos en la calle, pueden frenar las medidas de un gobierno que venía patinando como un campeón como el de Macri. Se creía que no lo iba a parar nadie, venía de ganar las elecciones, habían ganado la provincia de Buenos Aires. Se envalentonaron, y la movilización en las calles les dijo no. Pero después de eso, el peronismo desvió absolutamente todo. Diciendo que sin cambiar la relación de fuerza en las calles, sin cambiar la relación de fuerza profunda entre las clases, no se podía. Que sólo se podía votando en el 2019 frenar al neoliberalismo. Y hoy se está viendo que no. Macri se fue, pero el FMI y toda la herencia macrista queda incólume. Y eso es lo que se está fraguando, entre comillas, hoy. Entonces, la apuesta de la izquierda excede lo electoral. Se podrá expresar más o menos en lo electoral, pero en un país que está atado al FMI. Que en los próximos años, todo, todo lo que entre de derechos de exportación, los 10 mil, 15 mil millones de dólares por año, se van a ir al pago de la deuda con el fondo y los acreedores privados. Todo lo que entre se va a ir en ese verdadero saqueo, en ese verdadero robo. Entonces la izquierda tiene una gran apuesta, que es transformar esa bronca, esa decepción, transformar esas ideas que le meten a la juventud de que no te metas, de la salida individual. Tenemos que transformar todo eso en una potencia que enfrente, junto a la clase trabajadora esas medidas. Porque eso va a pasar más tarde o más temprano, porque es el destino al que han atado al país.

Tramas: nuestro país está atravesado por diferentes problemáticas sociales como la pobreza, la desocupación. Cuestiones ambientales como la megaminería, las megagranjas porcinas, la destrucción de los bosques. Problemas económicos como la inflación, la deuda externa, la caída del PBI, el extractivismo como modelo. De géneros, vinculado con la persistencia de las violencias machistas, los femicidios, la trata, entre otras. ¿Cuáles son las principales propuestas y ejes de debate programático con los cuales generar la movilización, con los cuales construir esa tercer fuerza que plantea el FIT-U?

MB: es muy interesante la pregunta. Hay un gran debate que es ¿cómo terminar de gestionar la pobreza? Si de última, es eso… el gran debate que hay en la Argentina es cómo se termina la gestión de la pobreza, cómo no pasamos de gobiernos de 25 % de pobreza a otro de 50 %. Es decir, que no se acepte esa pobreza estructural, esa precarización de la fuerza de trabajo que ha venido a quedarse y no para de crecer. Algunos hablan de que ya llega al 40 o 45 % de los trabajadores y trabajadoras de la Argentina. Lo cual es bochornoso. Hay que frenarlo, no hay que naturalizarlo. Y obviamente estamos en una etapa electoral. Entonces, nosotros aprovechamos esta etapa para ir planteando estas propuestas, para sacar la discusión de ese lugar. Una que estamos planteando con mi compañero Nicolás del Caño, con mucha fuerza y con todos los compañeros del Frente de Izquierda Unidad en los spots televisivos que aparecieron en el último tiempo, es la reducción de la jornada laboral a 6 hs. Para repartir las horas de trabajo entre todos y todas, para que haya trabajo genuino con derechos. Creo que plantear el eje en trabajo genuino con derechos para todos y todas, es el gran debate que tenemos que dar en este momento. Reducir la jornada laboral a 6 hs con un salario que sea como mínimo equivalente a la canasta familiar. Es decir, no esos ejemplos que a veces se ponen donde se dividen las horas de trabajo para generar más puestos de trabajo, dividiendo el salario. Nosotros no decimos eso. Nosotros lo que decimos es repartir las horas de trabajo para trabajar todos con derechos, con un salario que alcance, y como mínimo igual y no menos que la canasta familiar. Pero creemos que ese es un gran debate que inicia una mirada desde otro lado. Una mirada no desde la gestión de la pobreza, sino desde una mirada de cómo, la clase trabajadora toma en sus manos esa salida. Y creo que, esto lo ligo con lo que vos me preguntabas, porque para llevar esto adelante se va a necesitar de la movilización de las masas. Se va a necesitar que esto se discuta en todos y cada uno de los sindicatos. Algunos dirigentes sindicales oficialistas nos dicen “nosotros estamos de acuerdo con las 6 hs, más allá de que Kulfas ha dicho que de ninguna manera la vamos a discutir”. El Ministro de la Producción ya bajo estas expectativas. Ahora me decían que Tolosa Paz salió a decir “bueno, será en algunos lados y en otros no”. Funes de la Rioja dijo lo mismo “bueno veremos convenio por convenio”. Eso no es lo que estamos discutiendo. Lo que estamos discutiendo es si lo transformamos en una gran bandera de la clase trabajadora. Una gran bandera de la juventud a la que solo se le proponen trabajos sin aguinaldos, trabajo sin vacaciones. Para que haya trabajo con derecho para todos. Pero esa bandera tiene que empezar por ser tomada en los lugares de trabajo. Sólo si se toma masivamente la podremos imponer. Si no, no hay manera. Cuando se discutieron las 10 horas de trabajo, los patrones, la burguesía, decía “bueno, no, ¿cómo van a cobrar 10 horas de labor, si la ganancia la tenemos en la hora 11?”. La jornada de 8 horas fue terrible para imponerla. Fue con grandes movilizaciones que tuvo muchos mártires para la clase trabajadora. Nosotros decimos claramente las cosas como son. Es una salida alternativa, es una salida que cuestiona que la crisis la sigan pagando los trabajadores y trabajadoras. Y la tenemos que conquistar con la lucha. Por eso creo que une las dos cosas, une lo que se debe discutir en estas elecciones, con una verdadera organización de la clase trabajadora desde una perspectiva de izquierda. Una perspectiva que no tiene que ver con que la crisis la paguen los de abajo. Me parece que es grande. Que le da una salida a los movimientos de desocupados. Porque la derecha a impuesto esto de que cuando los movimientos piden más ayuda dice “no quieren trabajar, son todos vagos”. Y cuando exigen derechos, también se niegan, entonces me parece que hay que unir la fuerza de los trabajadores ocupados y desocupados detrás de una consigna. Que complementada con otras propuestas pueden ser muy potentes.

Mirá, te pongo una que me interesa por la lucha de género y por los derechos de la diversidad. Hoy no se está planteando la necesidad de un plan de viviendas populares que generen miles de puestos de trabajo y que solucione uno de los grandes temas que Guernica puso brutalmente sobre la agenda, como es la falta de vivienda popular. En esas viviendas populares tienen que tener prioridad las mujeres víctimas de violencia de género. Todos los estudios dicen que si las mujeres siguen viviendo con aquellos que las agreden y que las violentan, es porque no tienen adónde ir. Entonces, me parece que hay desde la clase trabajadora, salidas pensando en los intereses populares, pero no son los que representan los partidos tradicionales. 

Tramas: te hago pido un comentario específico por el tema de la hidrovía. 

MB: la hidrovía es un tema que permite ser analizado de muchos lados. Uno, es que si uno analiza todo el sistema de privatizaciones que hizo el menemismo, además de las ganancias de los multimillonarios que se expresó por otro lado en el conflicto de los sectores de la carme. ¡Lo que truchan en todas las declaraciones, que mienten en lo que exportan es escandaloso! Lo que se expresa es el oligopolio del comercio exterior que rige en la argentina. Un oligopolio que está llevando adelante un verdadero saqueo un verdadero robo, un verdadero fraude. Es que la hidrovía es esa vena abierta por la cual salen las ganancias y se van. ¿Eso se soluciona estatizando la hidrovia? No. ¿Eso no puede ser privado? Si. ¿Se soluciona estatizando, poniendo bajo el control de este gobierno la hidrovía para el mismo sistema productivo? No. Nosotros queremos cuestionar y cuestionamos profundamente todo el sistema agroexportador que está destruyendo el ambiente, que está destruyendo precisamente toda el sector del rio Paraná. Ahora vimos la bajante del rio Paraná, pero tiene otras consecuencias en la flora, la fauna, que son terribles en el medio ambiente. ¿Para qué? ¿Para qué se enriquezcan cuatro vivos? No. Hay que cuestionar de fondo que la hidrovía es la vena abierta de este modelo agroexportador. ¿Cuándo llega el cuestionamiento de este modelo agroexportador que no genera puestos de trabajo y donde las divisas se las apropian unos pocos, que lo que entra al Estado se va en el pago de la deuda como dije antes y que además destruye el medio ambiente? No, hay que empezar a focalizar la mirada en eso. En estos días hubo una movilización contra el acuerdo porcino. Es más de lo mismo. Estamos viviendo una pandemia donde se demuestra que el origen del virus tiene que ver con estas formas brutales de producción que está imponiendo el capitalismo de megagranjas porcinas. ¿Y vamos a traer eso a la Argentina? La hidrovía puede ser analizada desde varias aristas. Yo di unos debates muy encendidos. Esto Alberto Fernández lo resuelve a lo Alberto Fernández ¿no? Arruga Fernández. Dijo “bueno, un año, lo hago para que no aparezca en la campaña electoral porque me parece medio bochornoso”. Fui hace unos días, y estuve recorriendo la vera del río. Es notoria la bajante, hasta acá en la ciudad de Buenos Aires. Entonces, ¿cuánto tiempo más con emergencia hídrica, con emergencia sanitaria? ¿Hasta cuándo vamos a solucionar las cosas con declaraciones de emergencia que quedan en un papel? ¿O vamos a discutir en serio para qué se quiere imponer una hidrovía? ¿Para beneficiar a quiénes? ¿Quiénes ganan con eso? ¿Quiénes se llevan la riqueza del país? Es una vena abierta literalmente.

Tramas: ustedes mencionaron en algunas declaraciones que reúnen al 80 por ciento de la izquierda. Además del Nuevo MAS, Política Obrera, hay otros muchos sectores que quedan por fuera y que podrían ser parte de un gran frente de la izquierda, tanto en la lucha cotidiana como en la participación en elecciones ¿Por qué es tan difícil lograr articular la unidad más amplia de todas las expresiones de izquierda bajo una acción política común y la concreción de un mismo frente político? ¿Cuáles son las dificultades, cuáles los desafíos en este sentido?

MB: mirá, varias cosas. La primera es que en el 2011 no es que había una cierta dispersión, había una importante dispersión. Nosotros ya como PTS habíamos construido otro frente más pequeño, y yo siempre que fui candidata, fui candidata en unidad. Eso me enorgullece porque siempre que milité en distintos espacios, en el ámbito de derechos humanos, por los derechos de las mujeres, siempre rescate la lucha colectiva y no me gusta declamar una cosa y hacer otra. Entonces, también en el ámbito de los DD.HH participe del colectivo “Justicia ya”, del Encuentro Memoria Verdad y Justicia. Nunca creí que sola, como abogada podía enfrentar a los genocidas. Que sola, un abogada podía enfrentar a un represor, o en un terreno tan difícil para la izquierda como el electoral. Nunca creí que partidos aislados podían dar esa pelea. Entonces, me parece que la unidad se construye. La unidad no se declama, se construye. Después, entra un sistema de valoración que tiene cada uno de eso. En el FIT-U estamos los que valoramos la unidad, por eso nos unimos. Con diferencias, con discusiones, con debates desde ya. Somos todos partidos distintos, partidos de izquierda. Sería rarísimo que no discutiéramos, que no pensáramos cómo terminar con este sistema capitalista a la luz de grandes debates, pero creo que priorizamos la unidad. Que haya internas refuerza eso, porque demuestra que con matices se pueden entrar a dirimir internas pero dentro de un mismo frente y priorizando la unidad. Yo creo, lo creo y se demuestra, que los que no acordaron integrarse a este frente que ya reúne el 80% de la izquierda, es porque valoran otras cosas. O proyectos personalistas o proyectos de otro tipo. Pero para mí es un grave error, porque ya lo vimos en la Ciudad de Buenos Aires. En la elección pasada, esas bancas las terminan ganando quienes enfrentamos. Se las termina llevando el PRO como pasó en la elección pasada. No es testimonial ir divididos. Entonces, nosotros priorizamos la unidad. Estamos muy contentos y contentas de haber construido el Frente de izquierda todos estos años. E incluso hicimos un esfuerzo para que los grupos que quedaron afuera, aunque más chicos, igual se integren. Porque nos parece que si no, no tiene sentido presentaciones testimoniales en esta coyuntura donde vos tenés al gobierno, una oposición por derecha y otra por ultraderecha que le dan un aire terrible como Milei. Creo que les dan tanto aire, no porque sepan que se pueda imponer el plan de Milei de alguna manera o el de Espert. Sino porque es un plan que solo con una dictadura militar se podría imponer ¿no? El otro día en el programa de Alejandro Bercovich mostraban declaraciones de Martínez de Hoz y eran similares. El tema es que mostrar ese cuco hace que se vean menos peores que el resto. Entonces, nosotros mostramos el cuco, lo enfrentamos como enfrentamos siempre a estos sectores de ultraderecha, racista, misoginos que cuestionan a los gerentes pero no a los dueños del capital que vienen a salvar este sistema tan desprestigiado frente a los ojos de las masas, en un momento donde salió lo peor del capitalismo. Pero creemos que en la unidad eso se potencia. Entonces, soy muy crítica de los sectores compañeros, que los valoro por su tradición y su lucha, pero que esta era una gran oportunidad para potenciar la izquierda. ¿No se dio? Bueno, hay que fortalecer a los que vamos unidos. No hay que permitir que el voto de la izquierda se disperse, porque toda nuestra charla hasta ahora, fue mostrando las distintas cosas que la clase trabajadora tiene que enfrentar. Entonces, me parece que mostrar una clara alternativa de independencia de clase, que postule una perspectiva de empalmar con un movimiento obrero que tienda a emanciparse del peronismo, en superar esa experiencia histórica, me parece que cuanto más fuerte estemos, mejor podremos dar esa pelea y la división no ayuda a eso. Así que haber vuelto a presentar esta alternativa, haber ampliado con la incorporación del MST, habiendo permitido y demostrando que se puede ir a internas para dirimir cualquier discusión o debate, es una fortaleza. No es de ninguna manera una debilidad. Creo que es importante, porque se valora quien valora la unidad. No puede valorar la unidad alguien que va solo o va sola.

Tramas: si bien las elecciones no son el único terreno de lucha donde la izquierda se juega la construcción de un proyecto anticapitalista, antipatriarcal, ecologista, por el socialismo, pero sirven como termómetro. En este sentido, en general, y salvo algunas excepciones, no se saca más de un 5 % de la adhesión electoral ¿qué consideras necesita cambiar, o mejorar, o qué desafíos debe asumir la izquierda para ser vista por grandes porciones de la clase trabajadora y sectores populares como una verdadera alternativa política?, y por último ¿cómo ven el lugar de lo electoral desde una perspectiva más estratégica?

MB: cuando digo que el electoral es un terreno difícil, un terreno complejo, lo digo en el sentido de que las elecciones, como te demostraba con el ejemplo de “Hay 2019”, pueden ser utilizadas como un gran canalizador para sacar a las masas de la calle. Cuando ves que en la Argentina se habla incluso de los planes sociales y demás, yo creo que si en el día de hoy sigue habiendo tanta ayuda social, es porque algo aprendieron los poderosos de este país con el 2001 y temen a ese fracaso y que despierte a las masas en las calles cuestionando todo, diciéndoles que se vayan todos. Digo que para la izquierda es un terreno difícil, que por eso priorizo la unidad. Que es un terreno difícil en el sentido que es una maquinaria armada para que se repita la alternancia entre los grandes partidos patronales, y es lo que se ha visto en todos estos años. Por la debilidad en que quedaron después del 2001, se fueron conformando más en coaliciones de gobierno. En una gran coalición del peronismo y una coalición más de centroderecha con los radicalismos, con el pro y otros partidos satélites. Pero de conjunto el sistema está pensado para eso, y explota por todos los poros cómo los grandes intereses económicos se juegan ahí. En la pandemia se vio muchísimo. Nosotros insistimos mucho en que había un laboratorio…, te pongo un ejemplo porque me parece que sintetiza un poco lo que digo, que había un laboratorio que estaba produciendo vacunas mientras la población de Argentina no las tenía. Que estaba en nuestro país, que el dueño era Hugo Sigman, pero claro, Hugo Sigman era aportante de la campaña del kirchnerismo. ¿Quién le iba a cuestionar la propiedad privada de su laboratorio? Incluso incumpliendo el contrato con la Argentina, no fue declarado de utilidad pública durante la pandemia para la producción de vacunas. Entonces, los grandes empresarios, los sectores de poder en la argentina, se van jugando por distintos sectores que los apoyen, y la izquierda enfrenta todo eso con el aporte de sus militantes. Con la militancia a pulmón, con el trabajo en los sindicatos, en los distintos movimientos que participamos. Pero verdaderamente son campañas construidas desde abajo, a eso me refiero yo con la dificultad. Y creo que después, cuánto eso se expresa en las elecciones es variado. La izquierda ha tenido buenas elecciones. Teníamos la segunda fuerza en la capital de Jujuy, hicimos una buena elección en Misiones, una buena elección en Jujuy, más allá de la trampa que hicieron Morales y el peronismo para dejarnos afuera. Hicimos una buena elección en Salta con una compañera mía del PTS que va a ser convencional constituyente en Salta.. Nicolás del Caño que obtuvo el 14% en Mendoza, o sea, que eso varía. Yo lo que me refiero es a construir una verdadera fuerza política y social que sea un punto de referencia para los trabajadores, las mujeres y la juventud en todo el país. Cuál es el resultado electoral, está por verse. Hay un descontento con el gobierno, una muy fresca experiencia de un gobierno nefasto de la derecha como el de Mauricio Macri. Pero empieza a emerger otro fenómeno, que se vio en Salta, no me voy a extender mucho en eso, que se había visto en Jujuy con la abstención electoral y también en Salta que combina abstención electoral altísima, en algunos departamentos de más del 35 %, y voto en blanco del 15 %. Entonces, hay un descontento enorme. Nosotros lo que tenemos que luchar como izquierda, es porque eso no se transforme en una bronca que se muerda los dientes en la casa, sino que debe transformarse en un movimiento de lucha, de organización y que el movimiento obrero debe avanzar en la independencia de  clase. Romper con la experiencia histórica del peronismo que impone la conciliación entre el capital y el trabajo. Bueno, ¿es un desafío enorme? Es un desafío enorme. ¿Es la única salida? También. Porque si hoy todavía vos me lo preguntas, desde el punto de vista electoral, que es un reflejo de algo más profundo, pero lo es, hoy el peronismo sigue manteniendo la gran cantidad de mayoría de sindicatos, de los movimientos sociales, y esa es la experiencia histórica que hay que superar. Eso es lo que nos entusiasma más allá de los resultados electorales. Cuanto avanza la izquierda en los resultados electorales también va a estar bastante ligado a cuánto avance el nivel de movilización de masas. Tenés el ejemplo de Chile acá al lado. En Chile, si se logro cambiar el mapa político, donde rige todavía la constitución de Pinochet, no fue porque hubo un… porque alguien les agarro y dijo bueno ahora todos vamos a discutir la Constitución. Es porque hubo una rebelión enorme en las calles, con la juventud a la cabeza. Se dijo “no son $ 30 son 30 años” y eso termina provocando otro resultado electoral. Soluciones mágicas no hay, pero sí estoy segura dónde nosotros tenemos que aportar, dónde tenemos que construir, porque donde más tarde o más temprano las masas trabajadoras salgan a las calle, la juventud salga a la calle a rebelarse contra un país que está totalmente atado como designio al FMI. La izquierda tiene que tener una construcción fuerte para empalmar con ese fenómeno. Creo que las bancas que hoy obtenemos son puestos de lucha. Ayer escuchaba a Carlos Pagni que como tiene el desparpajo editorialista de La Nación lo dice abiertamente y cuenta lo que habla con funcionarios. El reportaje de Guzmán en la revista Crisis de Mario Santucho dice abiertamente “todos saben que viene un gran acuerdo con el FMI y que el FMI como lo exigió antes lo va a exigir ahora”. Incluso Diego Belarque decía “no no, el FMI lo único que te pide es que todos los sectores políticos estén de acuerdo porque saben que el ajuste es grande”. ¿Quién va a romper ese acuerdo? ¿Quiénes somos las únicas y los únicos que estamos en contra de que se subordine el destino y el futuro del país a un acuerdo ilegal además de ilegitimo e ilegal con el FMI? La izquierda. Esas bancas son más necesarias que nunca. Me cuesta contestarte solo sobre los resultados electorales porque no creo que sea un problema solo de resultados electorales. Claro que apuesto que nos vaya bien, que no se disperse el voto de izquierda, que se fortalezca en el FIT porque no es lo mismo quien es la tercera fuerza a nivel país. No es lo mismo. No es lo mismo si la tercera fuerza es una lista de ultraderecha como propone Milei, Espert u otras variantes, prodictadura. Fuerzas que están en contra de las convenciones colectivas de trabajo, que están por liberar todo tipo de ataduras para que los grandes capitalistas hagan negocios a que si la tercera fuerza social y política es una fuerza de izquierda que se planta desde los derechos de las mujeres, de la juventud y de la clase trabajadora. Evidentemente no es lo mismo, por eso me apasiona tanto esta campaña electoral. Porque me parece que la crisis sanitaria se transformó en crisis política y económica, y la izquierda tiene mucho que plantear en ese sentido.