¿Qué es lo que no se dice del precio de la carne vacuna?
2Sep21La disputa por las restricciones a la comercialización de las exportaciones de carne a China ha entrado de lleno en la agenda electoral. Quienes se paran en distintos lugares de la grieta dicen u omiten lo que les conviene.
Las medidas del gobierno de restringir las exportaciones de carne a China, consiguió contener los precios internos. La prórroga de esa medida ha provocado la amenaza de un paro de comercialización. ¿Qué es lo que no se dice del precio de la carne?
El gobierno
El gobierno construye un relato sobre su vinculación con la producción agropecuaria que revive el enfrentamiento con la vieja oligarquía terrateniente y manifiesta su solidaridad con los pequeños productores y cooperativistas como si estuviéramos en 1945. Lo que no dice es que es que esa estructura ha cambiado y que con quienes se lleva mejor es con los grandes ganadores de las cadenas agropecuarias expresados en el Consejo Agroindustrial Argentino. Desde ese relato viejo donde los productores ganaderos serían los más poderosos, minimiza que el problema del elevado precio de la carne es un problema estructural. Si tenemos el mismo stock vacuno de hace 50 años, y la producción anual de toneladas es muy parecida a la de los últimos 30 años, el simple aumento de la población, que en cincuenta años se ha duplicado, provoca que haya menos carne en el mercado. En consecuencia la carne es un producto escaso y caro. En relación a su exportación el gobierno dice que hay que restringirla, para aumentar la oferta interna, pero no aclara que los cortes de alto valor (cuota Hilton y 481), que pueden llegar a las carnicerías, se siguen exportando normalmente. Es correcto afirmar que si queremos carne más barata habrá que aumentar los stocks vacunos nacionales y que planes de créditos bancarios pueden hacer su aporte. Lo que no se aclara es que los tiempos de la producción ganadera son muy largos y que no se verán resultados para el año que viene, o el próximo. Por último, queda la duda sobre si las medidas del gobierno responden a un plan estructural para mejorar a mediano plazo el abastecimiento de carnes en las mesas populares, o si se trata solamente de medidas coyunturales que aporten a ganar las elecciones de medio término, por lo cual sólo tendrán vigencia hasta octubre.
La oposición
La oposición que se queja porque la restricción de exportaciones afecta la economía de los productores, no reconoce que la mayoría de las producciones no hacen exclusivamente ganadería, son mixtas (agricultura y ganadería). En consecuencia, esos productores además de los buenos precios obtenidos por la carne, este último año han conseguido buenas cosechas y precios extraordinarios por los granos. Si se considera cómo transitaron la pandemia los productores agropecuarias en relación a las y los trabajadores e incluso en relación a comerciantes o empresarios de rubros como turismo, gastronomía, etc, los productores agropecuarios han sido privilegiados.
Cuando la oposición hace hincapié en que es una locura restringir la venta de vacas de conserva o manufactura con destino a China, presupone que este comercio se desarrollaba sin irregularidades. Sin embargo, las irregularidades estaban a la vista, basta comparar el ciclo en los campos de estas vacas de descarte con los momentos de crecimiento de los volúmenes de embarque. Las vacas viejas, enfermas o de mal estado corporal se sacan de los campos antes que empiece el invierno (abril, mayo y primera quincena de junio), pero las ventas a China crecían exponencialmente en el último trimestre del año. Entonces, queda claro que esos volúmenes no podían sostenerse exclusivamente con vacas de descarte. Es evidente que se facturaban como vacas de conserva o manufactura, otras categorías, como las de vacas de carnicería, novillos y vaquillonas, que agravaban la escasez y aumentaban los precios en el mercado interno, en un momento del año donde crece la demanda local.
Conclusión
La aplicación de las medidas de restricción de exportaciones a China, que permitieron que se estabilizaran los precios, confirma que en el aumento de la carne registrado en los últimos años, hay dos componentes: uno que es estructural, y el otro: que estaban haciendo trampa.
¿Paro agropecuario?
En este contexto, quienes impulsan un paro de comercialización de la producción agropecuaria, se encuentran con las mismas dificultades que enfrentaron con el último paro ganadero que fue un fracaso.
El gobierno negocia con los sectores concentrados de la cadena expresados en en Consejo Agroindustrial Argentino, que están ganando mucho dinero y que se quejan por la medida pero no están dispuestos a patear la mesa. Son partidarios de manifestar su desagrado con declaraciones, pero no con medidas de fuerza. A modo de ejemplo, el sector más concentrado de los frigoríficos exportadores representados por el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC, sacó un comunicado que expresa textualmente:
“Ante la publicación de la Resolución Conjunta del Ministerio de Desarrollo Productivo y del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca N° 7/2021, que prorroga la limitación de las exportaciones de carnes bovinas establecidas por el Decreto 408/2021, el Consorcio de Exportación desea manifestar su total rechazo a la medida”.
Los frigoríficos regionales también expresan su rechazo a la medida, pero manifiestan además su preocupación por haber sido discriminados en las cuotas de exportación, por el gobierno, que ha favorecido a los más concentrados (ABC).
Esa contradicción llega a la propia Comisión de Enlace, dentro de la cual Coninagro, donde también pesan sectores concentrados vinculados a la agroindustria y las semilleras, no se muestra partidaria de tomar medidas.
Como ocurrió hace unos meses, quienes impulsan el paro terminan en la disyuntiva de hacer sólo un paro ganadero o limitarse a una medida simbólica que pueda ser acompañada por las otras cadenas agropecuarias. En ese escenario Juntos por el Cambio hace sentir su presión para impulsar una medida que deje mal parado al gobierno en la semana de las PASO. Mas allá de las afinidades ideológicas con el macrismo, quienes siguen la lógica de preservar ganancias, reflexionan sobre cuál puede ser la mejor jugada para expresar su disconformidad, sin cortar puentes con los que ahora gobiernan.
Guillermo Cieza