A 46 años de la Masacre de La Plata

A 46 años de la Masacre de La Plata

5Sep21 0 Por Luís Angio

Entre los días 4 y 5 de septiembre de 1975 ocho militantes del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) fueron asesinados por las bandas fascistas de ultraderecha.

En esos años de efervescencia de luchas políticas y sindicales, en donde la ciudad de La Plata era una más en la que trabajadoras y trabajadores y estudiantes se enfrentaban a las políticas de la derecha peronista, (incluso antes de la muerte del general Perón y durante su presidencia) el conflicto sindical de la petroquímica Sudamericana (hoy MAFISSA) acaparaba la atención de importantes sectores de la sociedad platense, de Ensenada y Berisso y otras ciudades del país.

La solidaridad hacia ese conflicto estaba dada por la Coordinadora Inter fabril. En ese marco el Partido Socialista de los Trabajadores (PST) había puesto toda su fuerza militante al servicio del triunfo de esa lucha. Como en todo conflicto era muy importante el fondo de huelga para poder seguir la lucha. En la noche del 4 de septiembre cinco compañeros del PST a bordo de un Renault Gordini se dirigían a solidarizarse y acercarles el dinero recaudado, cuando fueron secuestrados en pleno centro de La Plata por un grupo de las bandas parapoliciales de la “Triple A” . A la mañana siguiente los cuerpos de Roberto “Laucha” Loscertales, obrero del Astillero Río Santiago, Adriana Zaldúa y Héctor Frigerio, trabajadora y delegado del Ministerio de Obras Públicas respectivamente, Ana María Guzner Lorenzo, activista no-docentes de la UNLP y la joven militante Lidia Agostini aparecieron acribillados a balazos en La Balandra, en las afueras de la ciudad de Berisso.

Al tomar conocimiento de estos hechos los trabajadores y trabajadoras del Ministerio de Obras Públicas, donde trabajaban Adriana Zaldúa y Hugo Frigerio iniciaron un paro de actividades en repudio a esos asesinatos. En la mañana del día 5 la militancia del PST salió a recorrer las calles de La Plata para denunciar estos hechos. Muy cerca del local partidario, en pleno centro de La Plata, en calle 54, entre 8 y 9 y a muy pocas cuadras de la Plaza San Martín y de la Casa de Gobierno fueron secuestrados en la esquina, en horas de la tarde por un grupo de la “Triple A” que viajaban a bordo de un Fiat 125. Horas más tarde, los cuerpos de Oscar Lucatti (también trabajador y delegado de Obras Públicas),Carlos Povedano y Patricia Claverie aparecieron en un escampado en las afueras de La Plata.

La derecha gobernaba el país y la provincia de buenos aires

Luego de la renuncia de Héctor Cámpora a la presidencia de la Nación, producto del avance de los sectores de la derecha peronista, comenzaron una serie de ataques y asesinatos a quienes desde las organizaciones sociales y sindicales y otros sectores de la izquierda se oponían a las políticas económicas que llevaban al pueblo trabajador a más hambre y miseria. En la provincia de Buenos Aires los sectores de la derecha peronista avalados por el presidente Perón lograron desplazar al gobernador Oscar Bidegain, ligado a la tendencia peronista de izquierda y en su reemplazo instalar a Victorio Calabró, un burócrata sindical del gremio metalúrgico y hombre fuerte de la UOM, cuyo Secretario General era Lorenzo Miguel. Este giro a la derecha avaló el accionar de las bandas fascistas de la Triple A y de la Concentración Nacional Universitaria (CNU) que actuaban con total impunidad en La Plata y alrededores, con la complicidad de la policía bonaerense.

“Esta brutal masacre, al igual que otros ataques que hemos sufrido, no pueden deberse a otro motivo que al ensañamiento de los sectores más reaccionarios contra quienes actúan en la defensa consecuente de los intereses del movimiento obrero” , declaraba ante estos asesinatos el Comité Ejecutivo del PST en un Comunicado de Prensa en Septiembre de 1975.

Los crímenes siguen impunes

Como tantos crímenes de la Triple A y de la CNU que aún siguen impunes a pesar de haber sido declarados como de lesa humanidad, este lo sigue estando. Ninguno de los gobiernos que se sucedieron luego del regreso de la democracia estuvieron interesados en avanzar en su investigación, favoreciendo a los asesinos y sus cómplices políticos. Si bien en La Plata se ha llevado adelante un juicio por asesinatos cometidos por miembros de la CNU y fue condenado uno de sus autores, Carlos Ernesto “Indio” Castillo, otro de los que estaba sentado en el banquillo de los acusados, Juan José “Pipi” Pomares fue absuelto por el “beneficio de la duda”, y a la fecha se está a la espera de la confirmación de la anulación de esta absolución para volver a ser juzgado por los crímenes en que está acusado. Ambos habían sido juzgados en la causa por los asesinatos de Antonio Domínguez, Néstor Hugo Dinotto, Graciela Herminia Martini, Hugo Daniel Pastorini, Adelaida Úrsula Barón, Leonardo Guillermo Miceli y Roberto Fiandor.

“Pipi” Pomares ya en democracia fue empleado público y funcionario en la gestión de Julio Alak, quien fue intendente   de La Plata en cuatro gestiones consecutivas entre 1999 al 2007, y luego en 2009 en la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner fue se ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Antes, en 1984 “Pipi” Pomares se había sumado al Partido Justicialista de la mano de otro burócrata sindical de la UOM, Herminio Iglesias, y que “durante tres décadas el PJ le confió varios puestos y hasta lo eligieron congresal provincial del partido. Por eso a nadie extrañó que con los años saltara del mundillo comunal a la arena provincial, siempre más jugosa. Después de trabajar con Alak, Pomares se mudó a la Legislatura, donde llegó a ser asesor del bloque de Senadores del Frente para la Victoria”. (1) En estas relaciones políticas se encuentran las razones por las cuales durante cuatro décadas este personaje siniestro pudo gozar de libertad y encubrimiento por parte no solo de su partido sino de los gobiernos desde 1983 hasta hoy. Solo la lucha de los sobrevivientes y de las y los familiares de sus víctimas harán que sus asesinos estén sentados en el banquillo de los acusados.

Quienes eran las y los ocho militantes asesinados del PST

ROBERTO LOSCERTALES: dirigente regional del PST en La Plata. Obrero naval y ex dirigente del centro de estudiantes de Ingeniería, la Plata. (31 años)

ADRIANA ZALDÚA: Empleada del Ministerio de Obras Públicas y dirigente del Centro de Estudiantes de Arquitectura. (22 años)

ANA MARÍA GUZNER LORENZO: Exdelegada de ATULP (Asociación Trabajadores de la Universidad de La Plata) y empleada del Consejo de Economía. (36 años)

LIDIA AGOSTINI: Doctora del Hospital de la Municipalidad de La Plata. (27 años)

HUGO FRIGERIO: Empleado del Ministerio de Obras Públicas. Delegado gremial y conocido dirigente sindical. Candidato a concejal del PST. Ex miembro de la comisión Directiva de la Asociación del Personal de Obras Públicas. (30 años)

OSCAR LUCATTI: Trabajador y delegado del Ministerio de Obras Públicas.

CARLOS POVEDANO: Estudiante de Ciencias Económicas. Trabajador de la Delegación de previsión Social de la Nación. Miembro de la Dirección regional La Plata del PST.(24 años)

PATRICIA CLAVERIE: Estudiante Facultad Ciencias Sociales UNLP. Trabajadora en el Senado de la provincia de Buenos Aires. (21 años)

Luis Angió

  • (1) La Izquierda diario. 2.06.2017