El conductor y la redondez de la ignorancia
7Oct21El conductor de F90, Sebastián Vignolo, en la apertura del programa de hoy (jueves 7) manifestó públicamente algo que poco tiene que ver con el contenido televisivo que suele tener ese espacio de la corporación ESPN.
El paupérrimo conocimiento de la realidad educativa o la miserable intencionalidad del conductor, o tal vez ambos conceptos, hicieron que su opinión sobre el Espacio de Mejora Institucional (EMI), sea transformado por su acotada mirada en: “… los docentes quisieron poner un día más y meter jueves, viernes, sábado, domingo y lunes. Unos genios. Con todo el respeto del mundo, muchachos: hay que laburar (…) hubo dos años casi sin clases”.
Las expresiones del conductor, están ligadas al feriado largo que empieza mañana, viernes, hasta el lunes 11 incluido, por el traslado del 12 de octubre, designado, como el Día de la Diversidad Cultural.
Me permito algunas aclaraciones frente al compacto y redondo pensamiento del conductor sobre la actividad docente.
En principio es importante que sepa, usted, que la fecha EMI, está por calendario escolar y muy lejos de que sea definida ni por docentes, ni directivos escolares, puesto que el calendario escolar se arma en el ministerio de educación. Así que “los docentes No quisieron meter un día más”.
Y si seguimos haciendo correr la pelota, la jornada EMI es de trabajo. Qué la pelota no le tape la escuela, Vignolo. Justamente, esas jornadas, que son muy pocas en el año, son los momentos de debate y reflexión para hacer los ajustes institucionales que sean necesarios para la prosecución del ciclo lectivo.
Cuanto más en estas épocas, porque hay que trabajar sobre toda la problemática que arrojó la pandemia en relación con la educación y la escolarización, pero por lo que usted expresa, casi un plano pensamiento de tablón: “Muchachos, hay que laburar”, no entiende que estas jornadas son un espacio de trabajo de carácter institucional en el que se discuten problemáticas pedagógicas y no un reality deportivo, aunque de todas maneras, hay que decirlo, sirve como insumo didáctico para explicarle a lxs estudiantes la diferencia entre argumentar y prepotear; también para mostrar como la estética de “titanes en el ring” se acomodó al reality periodístico.
Es preocupante, que usted también afirme que “hubo dos años casi sin clases”, siendo que el conjunto de la docencia trabajó en las más altas condiciones de exigencia, poniendo sus equipos y líneas de internet particulares al servicio de la continuidad escolar y sin horarios.
En todo caso los gobiernos no invirtieron en conectividad, ni en equipos para estudiantes y es una deuda más que pendiente, entre tantas otras y eso se visibilizó con la pandemia, que funcionó como la gran pantalla de la precariedad. Pero pretender que “hubo dos años casi sin clases” es cuando menos una patada en la garganta, merecedora de expulsión del mundo real, que es el que habita la escuela diariamente, en contraposición a su mundo ficcional.
Prepotear y muchachear a la docencia y a su trabajo, por el que cobran salarios que no llegan a la canasta básica, desde un reality televisivo, es de una mezquindad propia del que cree que ser “famoso” le otorga el derecho a utilizar la televisión para denigrar a lxs trajadorxs de la educación.
Tal vez le sobre panelismo, pero indudablemente, le falta aula, Vignolo.
Foto destacada El Intransigente
Darío Balvidares
*Profesor y Licenciado en Letras. Docente durante 30 años en la Escuela de Comercio 3 Hipólito Vieytes (CABA) de la que se retiró como Rector en 2015. Autor del Ensayo “La novela educativa o el relato de la alienación” (2005) con prólogo de Osvaldo Bayer y de numerosos artículos.
Publicado en 2019, “La educación en la era corporativa (la trama de la desposesión)” un esfuerzo conjunto de Ediciones Herramienta y el Portal Contrahegemonía Web.
Además fue productor periodístico y columnista del programa radial “La Deuda Eterna” (2006 -2020)
Actualmente integra el colectivo editorial de Tramas – Periodismo en Movimiento
No estoy de acuerdo con el Sr Balvidares. Tal vez se haya equivocado el Sr Vignolo con su argumento, pero lo que queda claro, es que esta realidad ( pandemica), perjudicó enormemente a los escolares. Internet no es para todos, no llega a todos. De última falló el Minist.de Educación, para qué EMI si la actividad escolar es irregular.
La realidad es, lo digo en la nota, que la responsabilidad de los gobiernos en la falta de equipos y la falta de conectividad, dos cuestiones en la que no hubo inversión y es por eso que el conjunto de la docencia tuvo que realizar un esfuerzo personal para sostener la actividades durante la pandemia.
Respecto de la EMI, su imporancia radica en poder consensuar líneas pedagógicas y didácticas en lo que resta del año lectivo.
Gracias por el comentario, nos ayuda a seguir pensando.
Así es. Le sobra panelismo y le falta aula, ética y moral y sobre todo le falta vergüenza
Muchas gracias por tu comentario, Myriam.
Un claro ejemplo de desinformación televisivo inspirado en el odio…y ahora no solo en los noticieros sino también en un programa “deportivo”. Saludos Darío!
Gracias por el artículo, Darío. Da mucha impotencia la impunidad con que operan estos figurones, pretendiendo desprestigiar la figura de lxs docentes ante los ojos de la sociedad. La falta de réplica o contraargumentación en el mismo programa referido también demuestra que Vignolo es solo un eslabón del gran lobby q tiene por cometido (entre otros) socavar los reclamos por salarios dignos y condiciones edilicias en las escuelas públicas (en suma, mayor asignación de presupuesto en educación).