La emergencia en niñez

La emergencia en niñez

2Nov21 0 Por Andrea Haro Sly

La situación de vulnerabilidad que atraviesan cada vez más niñes es alarmante, sin embargo la política pública cada vez muestra más sus falencias. En Tucumán, la Dirección de Niñez se encuentra en paro tras la judicialización de una trabajadora del Ministerio de Desarrollo Social, y exigen que se declare La Emergencia en Niñez.

En la actualidad, en el país hay 6 de cada 10 niñes en situación de pobreza. Durante la pandemia se registró que en el 70% de los hogares les niñes se vieron expuestos a situaciones de violencia (asociados a métodos de crianza como gritos, insultos, zamarreos o golpes), de los que en el 40% se utiliza violencia física y, en el 10%, castigo físico severo (según datos de UNICEF). A esta situación se debe mencionar los índices de abuso sexual infantil y adolescente, donde 1 de cada 5 niñas y 1 de cada 13 niños sufre este tipo de violencia sexual antes de los 18 años (OMS), siendo que entre octubre de 2019 y septiembre de 2020 se registró la atención de 5.151 casos en la linea 137 de niñes y adolescentes, de los cuales el63,1% correspondió a casos de violencia sexual.

En Tucumán en los últimos años se han visibilizado en los medios de comunicación varios infanticidios y casos de extrema violencia como los de Abigail Riquel, Abigail Luna, Benjamin, Erika, Rocío. Sin embargo, la dirección de niñez e infancia de Tucuman 10 mil legajos para efectuar abordajes de casos que representan aproximadamente 40 mil niñes de toda la provincia mientras los institutos están por encima de la capacidad máxima y los recursos son insuficientes para garantizar camas para todes les niñes.

La imputación por incumplimiento de deberes de la Lic. María del Pilar Guindo, empleada de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (DiNAyF) es un acto de persecución judicial ante el contexto de vaciamiento de presupuestos en los programas y equipos de niñez, que pretenden ejecutarse con 100 técnicas/os, algunes con contratos precarios, con poca infraestructura, vehículos y herramientas de trabajo para garantizar el cumplimiento de los derechos de les niñes. Mientras tanto, los funcionarios públicos que toman decisiones y son los principales responsables, quedaron afuera de la causa y sin el deber de rendir cuenta de su accionar. Esta injusticia acabó impulsando a les trabajadores a convocar a un paro, con la exigencia de la declaración de la Ley de Emergencia en Niñez y mejoras en las condiciones laborales.

Uno de los puntos más importantes y que poco se discute se refiere a las condiciones para garantizar los cuidados, que son un pilar de los derechos de la niñez, y hasta de los derechos humanos. Aún hoy, y a pesar de la magnitud de la última oleada del feminismo, y de la renovada importancia que adquirieron las tareas esenciales y de cuidados a raíz de la pandemia, se hizo poco por resguardar los mismos ante la situación de extrema precariedad de la vida. Las tareas de cuidado siguen estando marcadas por remuneraciones mínimas abajo de la subsistencia o invisibilizadas bajo la idea del amor. El Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad viene teniendo nula intervención en esa materia, sin actuar para revertir esta problemática que se sostiene en gran medida con el doble trabajo de las mujeres – y hasta triple en el caso de las mujeres de los barrios populares – que sigue siendo relegada al ámbito de lo privado, sin el fortalecimiento y reconocimiento de la importancia del tarea en espacios públicos y/o comunitarios.

Por otro lado, ante un gobierno provincial autodenominado provida, la obligatoriedad de la aplicación de la ESI en las escuelas ha sido y sigue siendo muy cuestionada, a pesar de ser uno de los espacios donde niñes víctimas de abuso logran reconocer la situación y denunciar en el marco de institucionalidad con posibilidad de actuación. Pero las escuelas, además de no garantizar el acceso a la ESI, no cuentan con gabinetes pedagógicos para dar acompañamiento y contención a alumnes, situación que se suma a un sistema de salud que solo detecta los casos cuando llegan en situación extrema a ser atendidos, porque el funcionamiento de CAPS en materia de prevención es acotado. La falta de acceso a la vivienda, agua potable, y alimentación saludable, se suman a la larga lista de derechos vulnerados.

No se puede dejar de mencionar que el aislamiento agudizó aún más la disparidad y desigualdad en la falta de acceso de la mayoría de les niñes a espacios públicos y colectivos de referencias que acompañen y garanticen una vida sana en las infancias en materia de educación, dispersión, deportes, espacios verdes abiertos, talleres culturales, entre otros.

Ante el abandono, la violencia, la carencia y la vulnerabilidad ¿que humanidad estamos criando y creando?

Fotos de Frankofoto