El calentamiento global y el consumo de las élites
8Nov21Las propuestas de soluciones para enfrentar el calentamiento global deben incluir medidas para frenar las emisiones excesivas de las élites.
En distintos artículos publicados en “Tramas” hemos hecho referencia a las actividades responsables de la emisión de gases de efecto invernadero, sumando a la publicitada quema de combustibles de origen fósil, la no tan mencionada agricultura. También hemos hecho referencia a las responsabilidades de distintos países. El ranking lo encabeza Estados Unidos con un 20% del total de emisiones acumuladas y seguido por China (11%), Rusia (7%), Brasil (5 %), etc.
Para completar este informe resulta importante agregar cuál es la relación entre el nivel de ingreso en la población mundial y la generación de actividades que liberan dióxido de carbono a la atmósfera. La correcta apreciación de que todos somos responsables de la salud del planeta, no debería ocultar la certeza de que todos no somos responsables de la misma forma. Lo ocurrido con el calentamiento global no es ajeno a la profunda inequidad que impera en el mundo. La imposición para que los países más pobres y densamente poblados restrinjan sus emisiones, no tiene legitimidad mientras no se impongan medidas a un puñado de países ricos, a las clases más acomodadas en todo el mundo y a las élites mundiales, que son las grandes responsables de la crisis climática.
Las clases acomodadas en el mundo viajan más en vuelos comerciales, conducen los automóviles de mayor cilindrada y viven en casas grandes, con más necesidades de calefaccionamiento o refrigeración, por lo tanto generan mayores emisiones. Pero a esta distorsión se debe agregar una más extrema que es el consumo exclusivo de las élites: aviones privados, viajes espaciales, grandes yates,etc.
Según un estudio, el 1% más rico del mundo produce el doble de las emisiones de carbono combinadas del 50% más pobre, en base a las cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU)
Estudios recientes difundidos en en marco de la COP26, denuncian que esa pequeña élite de personas que son multimillonarios, es responsable del 16% de las emisiones totales. Esta distorsión es consecuencia de una forma de vida que es totalmente agresiva con el medio ambiente y propone un consumo de “carbono de lujo”. Llegando a liberar 70 toneladas de dióxido de carbono anuales.
Con respecto a los viajes espaciales privados existe en la actualidad una disputa entre distintas empresas, que por ahora proponen la posibilidad de sacar a pasear millonarios por el espacio, pero que exploran la posibilidad de crear algo asi como un Arca de Noe de los más ricos, si las condiciones de supervivencia de la humanidad en el planeta se complican. Quienes lideran esa disputa son Elon Musk, Jeff Bezos y Richard Branson. El primer viaje lo hizo Branson con Virgin Galactic, adelantándose 9 dias a Bezos con Blue Origin. En setiembre se hizo el viaje de Elon Musk con Space X. Musk hizo su fortuna con el servicio de pagos en línea PayPal y actualmente es el dueño de TESLA, que produce autos electricos. Bezos es el dueño de Amazon, y Richard Brandson es dueño del Virgin group. Musk y Bezos son las personas más ricas del mundo.
Para dimensionar lo que le cuestan a la humanidad y al planeta estos viajes, basta mencionar que a principios de este año el vuelo de 11 minutos que promovió Bezos, significaron una emisión de 75 toneladas de dióxido de carbono.
El consumo de las élites mundiales impide toda posibilidad de cumplir el objetivo del Acuerdo de París, que el calentamiento global que no supere en 1,5 C por encima de los niveles preindustriales.
No hay alternativa posible para abordar la crísis climatica, si no se consideran sus distintas dimensiones. Dos de ellas son inexcusables: una, la cuestión del sistema político que encarrila a la humanidad en la dirección hacia la catastrofe, y la otra, una cuestión de clase, cuya expresión más grosera es la decisión de las élites mundiales de no bajar sus niveles de consumo y emisiones excesivas.