Todos festejan : ¿alguien escucha?

Todos festejan : ¿alguien escucha?

16Nov21 0 Por Guillermo Cieza

Juntos por el Cambio y El Frente de Todos, festejaron los resultados del 14 de noviembre. También festejan la izquierda y Avanza Libertad. Y por debajo de tanto festejo hay un proceso popular subterráneo caracterizado por el dolor por las pérdidas de empleos y salarios e ingresos y por la mayor precarización de las condiciones de vida. ¿Sabrá la politica, escuchar esos murmullos?



Juntos por el Cambio ganó las elecciones legislativas con un margen de casi el 10% a nivel nacional, se impuso en los principales distritos electorales: Buenos Aires, Cordoba, Santa Fé, CABA, Entre Ríos y Mendoza. Esta elección le permitió despojar al gobierno del quorum en la Cámara de Senadores. Basta comparar el mapa de los resutados electorales de 2019, con el actual para advertir los cambios, se han coloreado de amarillo 18 provincias. Sín embargo, los resultados no fueron los previstos por quienes, desde antes de las PASO, empezaron a agitar un proceso destituyente. Por eso resultó descolocado el comentario del ex-presidente Macri, ya conocidos los resultados electorales: “obviamente tenemos una transición hasta el 23 que hay que acompañar y administrar entre todos porque estamos frente a un gobierno que no tiene plan ni rumbo”. El gobierno hizo una mala elección, pero no está de salida. El escenario soñado para Juntos por el Cambio era propinar al gobierno una derrota aplastante, que no se produjo. Y en politica, como en el fútbol, los heridos que sobreviven suelen ser un problema, para quién no terminó la faena.


El Frente de Todos pudo conservar su condición de primera minoría en las dos cámaras, tuvo un repunte en Provincia de Buenos Aires que redujo la diferencia y recuperó las Provincias de Chaco y Tierra del Fuego. Si se aclara que al mediodía la mayoría de los boca de urna lo daban perdiendo en Provincia de Buenos Aires por 15 o 20 puntos, cualquier número que achicara esa diferencia era satisfactorio, y por eso el resultado final fue tan festejado. Que Victoria Tolosa Paz, que perdió en su propio distrito por 13 puntos, es decir amplió su derrota en las PASO en 2,5 puntos, haya conseguido un final tan ajustado en toda la provincia (1,3%) demuestra, entre otras cosas, que la Argentina sigue siendo un país generoso (o que todavía hay un importante porción de votantes que para evitar que ganen “los de Macri”, votan a cualquiera). El Frente de Todos festeja también porque después de padecer los efectos de la parálisis económica de la pandemia y de haber cometido numerosos errores politicos, que se agravaron en el período setiembre-noviembre de 2021, no perdieron por tanto.


Tambien festejaron en el FIT-U, que se consolida como tercera fuerza nacional y consigue cuatro diputadxs, y tambien la derecha extrema de Avanza Libertad, que avanzó en Provincia de Buenos Aires, superando a la izquierda e hizo una muy buena elección en CABA con Javier Milei.


Para completar el panorama la abstención se redujo, pero no demasiado. La participación electoral pasó del 66% en las PASO, al 71,5%. Tomando en cuenta que hay una abstención técnica (fallecidxs, mal empadronados, enfermxs, personas muy mayores) que nunca supera el 10%, y sumando arededor de un 5% de votos en blancos o impugnados, se puede estimar que un cuarto del padrón no se siente convocado a votar o identificado con las propuestas existentes. Quienes salieron de la abstención mayoritariamente aportaron a mejorar los números del Frente de Todos, pero también votaron a la izquierda y a Avanza Libertad.
Con respecto a un balance más general de lo sucedido, es evidente que hay un crecimiento de un pensamiento autoritario, que responsabiliza a los más débiles de los males del país, pero no me parece suficiente para asegurar de que estamos en la antesala de una oleada fascista o de extrema derecha. Los que tenemos memoria recordamos que en las elecciones legislativas de 1993, la tercera fuerza fue el MODIN que lideraba Aldo Rico y que ocho años después estalló la rebelión popular de 2001.


Lo que si me parece advertir es que se está profundizando la desconexión entre la dirigencia política de los grandes partidos y los procesos populares marcados por el dolor por lo perdido (familiares, empleos, salarios, condiciones de vida) y por la desesperanza. Esta falta de percepción de lo que está ocurriendo en lo profundo de nuestro pueblo, se expresa en una sucesión de diagnósticos realizados por dirigentes o comentaristas políticos de mucha audiencia, que no se cumplen:

  • Con el plan de vacunación, la ley del aborto, y la incipiente recuperación económica, se ganan las PASO.
  • Después del desastre de las PASO y con las macanas que se mandó posteriormente el gobierno, se ampliará la diferencia.
  • La mayoría de los que no fueron a votar en setiembre irán a votar en noviembre, donde si se juegan cosas importantes.
  • Los que salgan de la abstención y vayan a votar, son votos peronistas.
  • Con los resultados de las elecciones legislativas y la enorme derrota que va a sufrir el gobierno solo quedará pensar en una transición política.
  • Este país no se arregla porque no gobierna Cristina.
  • El gran problema de este gobierno es la mala influencia de Cristina. Si Alberto despega de ella, al país y al gobierno le va a ir mucho mejor.
    Fenómenos que parecen muy distantes como la abstención electoral y el crecimiento de personajes como Javier Milei, como antes fue Rico, expresan también esa desconexión entre lo que ocurre y se siente abajo, y lo que suponen que sucede quienes se atribuyen el papel de líderes políticos mayoritarios.
    En esa situación política, se suma en el horizonte la profundización del ajuste que impondrá el acuerdo con el FMI. Esta historia parece conocida, también su desenlace. Veremos cómo sigue.