Memoria de la lucha por el agua en La Rioja
17Ene22Hoy de nuevo La Rioja esta cortando caminos y bloqueando mineras en dos lugares. En la capital provincial, donde la CNEA pretende reactivar su proyecto de minería de uranio y en Vinchina uno de los últimos pueblos antes de ingresar a la Cordillera, donde distintas empresas se encuentran realizando la exploración en casi 90 proyectos.
El gobernador, Ricardo Quintela, ante el inicio de los nuevos bloqueos emitió un comunicado diciendo que “Sin Licencia Social no habrá Minería”, frase totalmente desprendida de la realidad.
La realidad es otra, distinta a la que el gobernador Quintela pretende mostrar. Es una realidad que da cuenta de varias empresas trabajando en tareas de exploración en distintos lugares de la Provincia, sin control, ni informe de impacto ambiental aprobado; una realidad donde las mineras ingresan a las escuelas a dar charlas para convencer a alumnos y docentes de las bondades de la megaminería; una realidad donde el Instituto de Servicios Ambientales de la provincia brinda asistencia técnica a esas mineras que utilizan sus instalaciones y laboratorios; una realidad donde ante la violación del glaciar más importante de la provincia por parte del megaproyecto sanjuanino José María, el gobierno provincial, lejos de plantear disconformidad por ello, se limita a pedir que se les participe -como una limosna- de algo de las regalías. Por eso la respuesta contundente de las asambleas riojanas es “si es cierto que anule todos los permisos mineros porque no hay licencia social”.
Esta política prominera de la gestión provincial a espaldas del pueblo es acorde al impulso que el gobierno nacional quiere dar a la minería y otras actividades extractivistas que son señaladas como motor de salida de la crisis post pandemia y de generadora de las divisas que necesita para pagar a los acreedores internacionales y pretende avanzarse pese a la determinación de los pueblos que dicen una y otra vez NO ES NO, como en Mendoza, Chubut o en la costa Atlántica.
Para entender porque el gobernador oculta la realidad es necesario recurrir a la memoria de nuestra lucha.
En La Rioja sabemos con total certeza que hay que cuidar el agua porque, como dice la canción riojana mas popular, “agua falta pa beberla…” y por eso que escuchamos y aprendimos desde la infancia es que no sorprende la conciencia del pueblo riojano a la hora de defender este elemento vital de empresas megamineras. Estas corporaciones económicas gigantes, que no sólo se llevan toneladas de minerales sino que con ellos nos roban millones de litros de agua que necesitamos para beber, para producir, para refrescarnos a la orilla de una río o arroyo en los tremendos calores del verano y por qué no, para chayar en febrero.
Desde el año 2005 cuando aparece la primera empresa en Famatina -Barrick Gold- la principal preocupación de los vecinos y vecinas fue el agua y por eso comenzaron a organizarse para informarse, investigando, se toma contacto con las asambleas de Esquel y con la gente de Andalgalá en Catamarca y se consulta con científicos y especialistas para aprender sobre la megaminería y cómo esta actividad amenaza el agua.
Desde entonces la historia de la lucha de las asambleas riojanas se ha ido fortaleciendo y ha incorporado muchas lecciones, pero quizá la mas importante es que el poder político siempre está del lado del extractivismo, del lado de la entrega de nuestros bienes comunes y sin importar cuál sea el resultado electoral siempre estamos del lado de quienes deben luchar para defendernos. Esto se ha resumido en una consigna que nació en La Rioja y que luego fue incorporada por las asambleas de todo el país: Gane quien Gane aquí no habrá megaminería.
Y así los vimos ganar y pasar…. En nuestra provincia vimos a Beder Herrera derrocar al gobernador Maza (impulsor del plan minero nacional como Secretario de Minería de Carlos Menem) apoyado en la sanción de una ley antiminera, que luego de asumir él mismo deroga para dedicarse a celebrar convenios con cláusulas reservadas para explotar uranio y autorizar el cateo y exploración de más de 1.500.000 de hectáreas.
Después, durante el Famatinazo, el actual gobernador, Ricardo Quintela, también pretende utilizar la lucha del pueblo contra la minera Osisko para oponerse al gobernador Beder Herrera, conformando una multisectorial con el radicalismo, otros sectores de peronistas opositores y algunos integrantes de la Asamblea de Famatina y de Chilecito que apuestan a la solución política partidaria del tema minero.
En esa época la Asamblea Riojana Capital presenta en marzo de 2012 un proyecto de ordenanza a todos los bloques de concejales, que estos no tocaron hasta que en agosto de 2012 y en el marco de la lucha interna oficialista, se sanciona parcialmente una ordenanza que prohíbe la minería en el departamento Capital. Como toda medida oportunista nunca hubo una voluntad política de cumplirla, igual que pasó con la ley 8137, pero desde la asamblea siempre la reivindicamos como fruto de la presión ejercida por la lucha y exigimos por más de un año su cumplimiento con acciones y reclamos hasta que finalmente debieron proceder a la clausura del proyecto de minería de Uranio que se desarrollaba a 20 km de nuestra ciudad.
Esta clausura rápidamente se judicializa y la exploración avanza, el entonces Intendente Quintela se escuda en el proceso judicial para no hacer mas nada y nuevamente los vecinos de la Capital deben bloquear la ruta de ingreso al proyecto por 6 meses hasta conseguir que se bajen las máquinas y se suspenda el proyecto.
En la provincia los permisos mineros de cateo/exploración nunca dejaron de autorizarse pero los gobernantes con el temor de un nuevo Famatinazo, nunca más se pronunciaron a favor de la minería impulsando la actividad desde la “clandestinidad administrativa” de la Secretaría de Minería que llega en 2021 a alcanzar casi 3.000.000 de hectáreas cedidas a distintos proyectos mineros.
Pero durante esos años también vimos consolidarse la lucha del pueblo riojano contra la megaminería. Barrick Gold, Osisko Mining Corporation, Shandong Gold, Midais y Seargen fueron expulsadas a fuerza de cortes y movilizaciones del cerro Famatina y la CNEA del mismo modo debió salir del cerro Velazco en la Capital.
Para ello debimos manifestarnos ante todos los gobernadores que pasaron por el cargo y por todos los gobiernos nacionales, porque la política extractivista ha sido una constante en cada uno de ellos.
Cuando de entrega de los territorios se trata, la denominada grieta entre los sectores políticos dominantes desaparece y cierran filas en defensa de estos proyectos bajo la excusa de lo que llaman progreso y desarrollo; pese a que vemos en nuestras provincias vecinas San Juan y Catamarca con explotación minera desde hace más de 10 años, la pobreza ronda el 40% sin advertirse que ello vaya a cambiar gracias al desarrollo de la minería.
Siempre los mismos discursos, los mismos métodos, las mismas historias que se van repitiendo con distintos actores pero con algo que sí cambia y va creciendo: la resistencia. El amor por nuestra tierra y la lucha por defenderla que vamos transmitiendo a nuestros hijos e hijas, que han crecido rodeados de dignidad y que hoy son algunos de los hombres y mujeres que están de pie en el camino poniéndole freno a esos proyectos de muerte, porque nuestra lucha fue semilla y seguirá creciendo cada vez con más fuerza en las futuras generaciones, que como nosotros hemos recibido de nuestros viejos maestros, hoy reciben no sólo uno de los lugares mas hermosos para vivir sino también el legado de su defensa.
Marisa Romero, integrante de Asamblea Riojana Capital