Braden y Perón

Braden y Perón

1Feb22 0 Por Alfredo Grande

“Una imagen vale por mil palabras. Y seguramente por 100 ideas” (aforismo implicado AG)

En una época en que la publicidad podía ser erótica pero no pornográfica, donde las culturas de la imagen no habían pulverizado a la cultura de las palabras, es decir, de las ideas y de los conceptos, la capacidad de reducir realidades complejas a fórmulas simples era importante.  Es la diferencia entre la novela y el cuento corto. En la novela lo que importa es la narración de una historia. En el cuento corto lo que importa es el remate. De tan corto que es el cuento, puede generar otra cepa (ya que estamos en épocas virales) y aparece el grafiti. En mi caso los he bautizado “aforismos implicados”. Braden o Perón fue un cuento ultra corto. La polaridad entre soberanía popular y la injerencia norteamericana sepultó los devaneos sobre las simpatías que por el Eje tenía un coronel, flamante secretario de trabajo.

Terminada la segunda guerra mundial, el área de influencia de los Estados Unidos incluía todo territorio al sur del río grande. Una larga lista de saqueos, anexiones, intervenciones, diferentes maneras de golpear a los Estados, había logrado una justificada animadversión contra los gringos. Obviamente, no por los sectores conservadores que seguían alucinando con la “gran democracia del Norte”. El delirio de un Perón nazi tenía, como todo delirio, un núcleo de verdad. Su confesado anticomunismo. La curiosidad es que, en la Unión Democrática, bendecida por Braden, había recalcitrantes reaccionarios tan anti comunistas como Perón. Quizá más, porque era un anticomunismo de clase. Pero como dice el tango de Santos Discépolo: “fiera venganza la del tiempo, que te hace ver desecho, lo que uno amó”.La polaridad Patria sí, Colonia no, ha sido sepultada. No por el neoliberalismo, las derechas aristocráticas, las diversas formas de fascismo de consorcio, sino justamente por el funcionariato que 75 años después de la pueblada del 17 de octubre, ha impuesto otra polaridad: Patria no sé, Colonia seguro.

El Frente gobernante ha dejado de ser de todos hasta para ellos mismos, lo cual genera una curiosa paradoja. Con la renuncia del  presidente del bloque de diputados del FdT, acaba de dar sus primeros pasos el FdA (Frente de Algunos) Las largas sombras del macrismo oscurecen los destinos de quienes tomaron el relevo. Alea iacta est. La suerte está echada. Los agoreros del no pago tienen de qué preocuparse. Los malvados de ayer serán los que apoyen el acuerdo realizado por los buenos de hoy. Una nueva versión de Braden, mucho más sofisticada, es el FMI (Fondo Monetario Internacional). Y una nueva versión de Perón, mucho más complicada, es el FdT (Frente de Todos). Por eso la incompatibilidad de ayer (Braden o Perón) ha sido relevada por la compatibilidad de hoy (FMI y FdT) En un país híper presidencialista como la Argentina, aún la torpe voz del presidente es perfectamente audible. La tragedia es cuando todo final es malo. ¿Malo para quién? Para aquellos que siguen con su alucinatorio político social del capitalismo bueno, humano, distributivo, misericordioso, justo, desarrollista, meritocrático. Después de todo:  si Menem le dio la mano al contra almirante Rojas, ¿porque Alberto no le va a dar la mano a Kristalina Ivanova Gueorguieva? De los dos lados del mostrador, los cipayos tienen mil caras.  Pero también será malo para los que, con sus impuestos al consumo, magras jubilaciones, salarios deflacionados, generen el superávit necesario para saciar a todos los buitres. En todo caso, sugiero no olvidar que: “no dividen para reinar; reinan porque estamos divididos”.

Alfredo Grande