La teoría de los dos victimarios
14Feb22“No se trata de justificar nada; solo se trata de entender algo” (aforismo implicado AG)
En los tiempos del post alfonsinismo, las críticas a la denominada Teoría de los dos Demonios fueron muy importantes en el campo de las izquierdas. Siempre dije que yo acordaba que eran dos demonios: el terrorismo de estado y la propia teoría. De la teoría se pasó al relato y del relato a la post verdad. Entonces la verdad fue solamente conjetural. O sea: no importa que sea verdadero: importa que sea verosímil. Pero hay un per saltum lamentable: de lo verosímil se pasa a la certeza. Dicho, en otros términos: de lo ambiguo a la absoluta asertividad. En ambas situaciones, naufraga todo intento de pensamiento crítico. El pensamiento crítico se opone a todo intento de pensamiento único. Y el pensamiento único es la marca registrada de la cultura represora. El pensamiento único se organiza en las diferentes formas del linchamiento. Donde nadie osa dejar de tirar la primera, la segunda y la última piedra. Ante la certeza de un delito, una falta al honor familiar, una herejía religiosa, política o ambas, el remedio es uno solo: pena de muerte. Real, simbólica y ambas. En la lógica de la cultura represora, la denuncia es sentencia. El derecho a la defensa, sea jurídica, política o cultural, está gravemente conculcado. Palo y a la bolsa. La cultura represora necesita descubrir o inventar, que a los postres y a los aperitivos es lo mismo, al mal absoluto encarnado en un individuo. A ver si me explico, para aquellos y aquellas que les interesa entenderme. Videla, Massera y Agosti fueron condenados por crímenes de lesa humanidad. Vale. Pero ellos eran los instigadores de un plan criminal. No los ejecutores directos. Estos en el lenguaje del código penal, eran fungibles. O sea: reemplazables. Los irremplazables fueron la altísima oficialidad, los grupos empresariales beneficiados, la aristocracia monopolizadora de privilegios. Ese Juicio a las Juntas Militares fue un hito importante en la lucha contra las dictaduras genocidas. Fue muy necesario, pero absolutamente insuficiente. Constitucionalmente hubiera correspondido condenarlos por el delito de sedición, cuyo castigo es la pena de muerte. Pero nadie lo hizo porque la sedición involucraba no solo a jerarquías militares sino a toda la institución militar. Encarnar el mal absoluto en Videla, en Hitler, en Stalin, es funcional a la cultura represora. Para la cultura represora, el contexto es texto. Y el sentido del texto no se puede descifrar si lo vaciamos de todas las circunstancias, las situaciones, que lo escribieron. Hoy he leído infinitos mensajes denostando la actitud del presidente de la Liga Argentina por los Derechos Humanos. En el lenguaje de las redes, se ha viralizado un video recortado. En ese recorte, José Shulman aparece como un violento, irascible, colérico, autoritario, amenazador, cacheteador. Registrado in flagrancia por una cámara que registra un momento breve de ese contexto//texto. Creo que una imagen no vale por mil palabras. Y menos en la era de la digitalización. Organismos de Derechos Humanos, el Partido Comunista, infinidad de militantes, han expresado su repudio tanto político como personal. Un párrafo de la declaración de los Organismos, amplía la acusación a violencia de género. Si en esa ventanilla hubiera estado un varón, un binarie, un robot, no creo que la actitud de José hubiera cambiado. La violencia de género no es a mi criterio, válida para encubrir otras formas de violencias, por las cuales todos los géneros son afectados. En la secuencia relatada, pienso que hay dos victimarios: la reacción de José y la crueldad de un sistema de atención al público que lo denigra y desprecia en forma planificada. Y Schulman cayó en esa trampa: agredió al cartero y no al correo argentino. Parafraseando la letra del tango “sus ojos se cerraron”: yo sé que ahora vendrán caras no tan extrañas… Por el pasado lo condenan. Pasado que nunca originó una declaración pública como las que hemos leído. Parece que durante estas décadas el pensamiento crítico estuvo abolido. He alertado muchas veces sobre como la cultura represora anida en las organizaciones que luchan contra la cultura represora. La ultima vez, en las Charlas Insurrectas que organizó Convocatoria Segunda Independencia. Para mi alegría militante, compañeras y compañeros que participaron entendieron perfectamente mi alerta. Hoy la cultura represora se expresa en la conducta de Schulman. Pero no solamente. Porque sigue siendo muy frecuente en la violentación de jóvenes militantes, en acoso y abuso sexual contra mujeres, en el cultivo permanente de idealizaciones que terminan destrozando los ideales. Si una golondrina no hace verano, queda por ver si una cachetada hace invierno. Decir ahora todo lo que no se dijo antes, al menos en el espacio público, me suena a oportunismo decadente. Que una victima de la crueldad del terrorismo de estado haya tenido su día de furia y se haya convertido en victimario no me sorprende. Pero me da mucha más pena que indignación. Si la historia lo absolverá o lo condenará, no está en mi decidirlo. De lo que estoy seguro, políticamente seguro, que no participaré de ningún linchamiento. El enemigo nos derrota no cuando nos vence, sino cuando lo vencemos con sus propias armas. Y las armas de la cultura represora siempre llevan agua para los molinos reaccionarios. Los revolucionarios no pensamos con la lógica de Clarín ni la de Infobae. Propongo entender los motivos por los cuales podemos transformarnos en aquello que mas odiamos. Sino lo hacemos, una vez más el pensamiento crítico será derrotado. Y eso es mucho mas grave que un, dos, tres cachetazos.
Muy valiente tu posicionamiento ante un suceso desafortunado. Muy reflexiva tu mirada. Abrazo.
Muy interesante Alfredo. Gracias por tu aporte.
“Sigan calladitas, que le hacen el juego a la derecha.” HARTA.
Como joven militante acosada sexualmente por un dirigente, al cual Schulman abraza, le informo Sr. Grande, que no nos callamos más. Ud. no tiene idea de la cantidad de mujeres que hemos sido expulsadas de las organizaciones porque tipos con poder, abusan de él. Abusan y quedan impunes, porque si hablamos, somos traidoras. YA NO MÁS.
Cuando se le acerca un hombre grandote, Schulman se queda tranquilito. No, a un varón no se le anima. A otro hombre no. Porque así son, porque entre machos se respetan. NO, A UN HOMBRE NO LO ABOFETEABA. Y en esas fantasías se refugian. Vergüenza.
Esa cachetada iba para alguien lamentablemente recayó en esta trabajadora y fue doblemente dolorosa , muy buena reflexión .
Increíble que utilicen el termino de suceso desafortunado, no hay otra posición que repudiar, despedir e impulsar la denuncia pertinente por el mismo organismo que el preside.
Un hombre que golpea a una mujer en esa situación cotidiana de retrasos no merece mas que el repudio de toda la sociedad, ni me quiero imaginar lo que hará en su casa si se cree que tiene sobrados motivos para golpear a una empleada que nunca en su vida la vio, chapeando con su cargo, ingresando a una parte del local donde solo pueden ingresar los empleados.
Seas del partido que seas no se puede en una sociedad intentar justificar este accionar.
Mucho se habla del violento, la hoguera está preparada, nada se dice de la empresa y su trabajadora, una joven que se burlo con sarcasmo de un hombre mayor lleno de dolores que espero durante 4 horas, cuando agreden a ancianos y personas mayores ,no salen los movimientos indignados ni hay polémica en las redes, pasa a ser una noticia más, parece q ser anciano no importa, se toma como valor la juventud y la belleza, la experiencia y el conocimiento se dejan de lado
No es un anciano, tiene 69 y el esl Presidente de la Liga de DDHH, no es mi abuelo senil.
Osea que alguien que sufrio violencia por parte del estado genocida, está en su derecho de maltratar a una laburantes????
Los que llevan agua para los molinos de clarín e infobae son los que destinan millonadas en pauta. Asco dan justificando lo injustificable!!!
Negar la violencia de género, es de misógino.
Usar los DDHH para tener impunidad, es lo mismo que alegar enfermedad para una domiciliaria cuando te condenan por genocida.
Las mujeres no olvidamos, ni perdonamos. Donde vaya Schulman, será repudiado.
Esta paginucha, censura????JAJAAJJAJA
no lo creo. Por tu comentario de altisimo voltaje y valoración por nuestro trabajo, es publicado
Compañero Alfredo Grande, su artículo es bueno, pero adolece, creo, de una falta de lógica. Usted escribe; “Los revolucionarios no pensamos con la lógica de Clarín ni la de Infobae. Propongo entender los motivos por los cuales podemos transformarnos en aquello que mas odiamos”. Me parece una excelente propuesta, pero además de “entender”, hay que castigar. Así como consideramos que los militares de la dictadura no merecen ni olvido ni perdón, los compañeros que se transforman “en aquello que más odiamos” pueden ser entendidos, pero no justificados ni perdonados porque, conscientemente o no, están traicionando nuestra ideología, nuestros años de lucha y a todos sus compañeros. Si un compañero se convierte en un militar abusador, debe ser castigado. No alcanza con “entenderlo”.
de acuerdo. Pero eso lo harán las propias organizaciones en las que militaba. No es mi tarea por cierto. Gracias por tus palabras
de acuerdo. Nada lo justifica. Justamente de eso se trata. No de justificar sino de intentar entender además de castigar
Excelente nota AG. “… He alertado muchas veces sobre como la cultura represora anida en las organizaciones que luchan contra la cultura represora”. Algunos comentarios confirman plenamente la frase.
Algo se ha perdido efectivamente cuando respondemos de la misma manera que el violento. Me aflije, lo veo como el huevo de la serpiente de hoy.
Lo terrible es anular el pensamiento crítico invocando el “pensamiento crítico”. Se es funcional al sistema (capitalista y patriarcal) cuando se escribe una nota para justificar el ejercicio de la violencia de género.
Yo no justifiqué la violencia de género. Esta dicho desde el comienzo. Creo que es violencia insistir en conceptos que no dije. La violencia de género es algo muy preciso y cachetear a una mujer no es lo mismo que cachetearla por ser mujer. Pero acepto que para pensar esa diferencia que es política hay que sacarse de encima las ganas de cachetear al autor.
Muy buen artículo. Asumir el pensamiento crítico, lejos de las exageraciones, de las apreciaciones en caliente, tiene sus riesgos
guillermo
Quien tenga un familiar o un amigue discapacitade, que quiera viajar con una empresa de micros, sabe muy bien los inconvenientes q encuentran para conseguirlo. Generalmente no hay pasajes. Y en cuestión atrasos de llegada o salida de un punto , y sin ser discapacitada, aún avisando a la empleada de la línea mi necesidad de ir a un baño después de aguardar horas la llegada de un micro a una posta, encontrarme al volver de la travesía para encontrar el tan ansiado baño, con que el micro no sólo había llegado, sino partido, sin que pudiera acceder a él. Esto no es un intento de justificativo par un accionar violento, sino un ejemplo de lo que sucede en muchas boleterías de líneas de omnibus. Liniers, Retiro…
Marta. Schulman la cagó, por misógino, por prepotente. Punto. Filmar a una empleada como un patoterito es de cana psicópata, es de servicio… Nada lo justifica.
Comparto absolutamente!! soy asidua viajera de micros, y lamentablemente el sistema te sitúa en situaciones donde no tenes interlocutor y sos humillado permanentemente, te hacen viajar en forma insegura, etc., etc. Los trabajadores a quien obviamente una trata de apelar como compañeres, muchas veces, defienden a la empresa y como decía José en forma burlona…, y hay momentos en que a una se le puede salir la cadena. No justifica exabruptos, pero sabiendo a lo que nos enfrentamos cotidianamente, no podemos linchar compañeros nosotros.