Ensenada se está quedando Secco

Ensenada se está quedando Secco

24Feb22 0 Por Rocio Tagliabue y Ricardo de Udaeta

Hace poco más de un mes, vecinxs de la ciudad de Ensenada se empezaron a organizar preocupados por la situación del arbolado y los espacios verdes de la ciudad. Exigen al municipio que cese con la deforestación y que cumpla con la legislación provincial.

Ensenada, en el ranking de las ciudades más contaminadas

En el año 2010, investigadores del Conicet realizaron el primer ranking de calidad ambiental. Partiendo de datos empíricos de distintas partes del país, el estudio ( link ) analizó los problemas de contaminación y los recursos del entorno de más de 500 municipios y departamentos. Ese estudio ubicó a Ensenada en el quinto puesto de las ciudades con peor índice ambiental del país.

Asamblea de vecines de Ensenada

La ciudad debe su nombre al tipo de accidente que caracteriza su geografía sobre la costa del Río de la plata, en la provincia de Buenos Aires. Los complejos siderúrgico y petroquímico y la gran cantidad de industrias que funcionan en la ciudad intensifican la contaminación del aire, el agua y el suelo, con impacto directo en las condiciones de vida.

A lo largo de los años, los vecinos y vecinas de la ciudad se han ido organizando por diversas causas vinculadas a la defensa del ambiente: por la preservación del monte ribereño de Punta Lara, en defensa de la flora y la fauna de la región, contra la instalación de la planta de residuos sólidos CEAMSE, contra el proyecto de extensión de la Autopista Buenos Aires – La Plata que pretendía arrasar con hectáreas del Parque Martín Rodríguez, en defensa del Arroyo Doña Flora, contra la contaminación de la multinacional Oxbow-Copetro, entre otras.

Daño-Calle La Merced

La comunidad se organiza en defensa del arbolado

Hace poco más de un mes, vecines de la ciudad empezaron a reunirse, con la preocupación por la situación del arbolado público de la ciudad y formaron la asamblea  “Ni un árbol menos en Ensenada”. Desde la asamblea señalan que, desde hace años, el municipio interviene de forma indiscriminada en detrimento del arbolado, generando un daño ambiental que impacta en la vida de quienes habitan la ciudad y que afecta al equilibrio del ecosistema por la pérdida constante de diversidad biológica.

El 24 de enero presentaron un petitorio, con alrededor de 1800 firmas, dirigido al municipio gobernado por el Intendente Mario Secco del Frente de Todos y a los bloques del Concejo Deliberante. En el texto alertaron sobre “el retraso del municipio en materia ambiental” y exigieron el cese inmediato de las intervenciones sobre el arbolado público y el cumplimiento de la ley provincial referida al tema. La ley a la que hacen referencia es la 12.276, sancionada en el año 1999 y reglamentada en el 2003, año desde el cual  ejerce la intendencia de la ciudad Mario Secco.

Esa ley establece que los municipios de la provincia deben tener un área con presupuesto propio a cargo de un ingeniero forestal elegido por concurso, que debe garantizar la capacitación del personal a su cargo. La norma designa a la Dirección de Desarrollo Forestal provincial como organismo de control y obliga a los municipios a realizar un censo detallado del patrimonio arbóreo, sancionar por ordenanza un Plan de Tratamiento y Manejo del Arbolado (partiendo de los resultados del censo y de las condiciones ecológicas específicas de la región), respetar los procedimientos y estudios de impacto ambiental para las excepciones establecidas por la ley, y poner en funcionamiento un Consejo de Arbolado Público con participación ciudadana.

En un comunicado de prensa la Asamblea denunció que, en la respuesta recibida, el municipio no dio respuesta al reclamo y admitió que actúa por fuera de una ley, ya que no cuenta con un censo ni con un plan que cumpla con los requerimientos de la legislación vigente. Entre esos incumplimientos, señalan que el municipio no manifiesta tener intenciones de ajustarse a los procedimientos legales ni a garantizar las instancias de participación ciudadana.

Daño-Parque Almirante Brown

La respuesta del municipio no tardó en llegar.

“¿Construir? la Ensenada de los próximos 50 años”

A comienzos de año, en medio de los agobiantes días de verano, una publicación en una cuenta oficial de Facebook del municipio (“Prensa Ensenada”) causó revuelo. Llevaba en su título la frase “continuamos con el desmonte” y mostraba, con orgullo, imágenes de tareas de deforestación en las inmediaciones del Hospital Cestino para ensanchar una calle. A las pocas horas, y frente a una catarata de comentarios e indignación de vecinos y vecinas, el municipio eliminó la publicación. 

Días después publicarían otro posteo. Esta vez, con la frase “repavimentación, ensanche y reforestación”. Las imágenes mostraban a funcionarios “timbreando” en las casas de los vecinos y vecinas de esas cuadras, con la obra ya avanzada. Si bien la ley provincial de ordenamiento de territorio establece que el Estado debe garantizar “la participación orgánica de la comunidad” en el proceso de ordenamiento territorial con la finalidad de “satisfacer sus intereses, aspiraciones y necesidades”, nada de esto pasó. Quienes viven en esa calle se despertaron con los ruidos de la maquinaria en la calle. Nadie había informado ni consultado antes de comenzar la obra. El “timbreado” y la foto de los funcionarios para las redes sociales llegó tarde.

Diez días después se realizó la primera reunión de la Asamblea de vecinas y vecinos “Ni un árbol menos en Ensenada”. A la semana siguiente, y luego de varias acciones de difusión del reclamo a través de distintos medios de comunicación, se presentaría el petitorio al municipio acompañado de unas 1800 firmas.

Frente a los reclamos vecinales, el gobierno municipal recurrió a publicaciones en redes sociales y a notas en la prensa. Funcionarios y concejales repitieron cual latiguillo “estamos construyendo la Ensenada de los próximos 50 años”.

Daño – Punta Lara

Desde la Asamblea anunciaron que el próximo sábado 5 de marzo realizarán una “Jornada Cultural en defensa del ambiente” junto a otras asambleas de la región, y lanzaron una campaña de colecta de fondos para ampliar las iniciativas de difusión del reclamo y recurrir a acciones legales de protección del ambiente en la ciudad.

En un contexto de preocupación global por el impacto de las acciones de los Estados, en Ensenada los vecinos siguen esperando que el municipio entienda y revierta el daño ambiental irreparable que, en nombre del desarrollo, vienen cementando.

Rocio Tagliabu y Ricardo de Udaeta