No solo matan la verdad, también va presa
11Mar22La detención del periodista español Pablo González, en Polonia, amenaza en convertirse en un escándalo polÍtico que involucra a dos países miembros de la OTAN.
El 28 de febrero fue detenido en Polonia el periodista español Pablo González, que había viajado a Ucrania en los días previos que se agravara el conflicto con Rusia. El periodista trabaja para distintos medios como Público, Náiz (Gara) y La Sexta. Fue acusado por las autoridades polacas de ser agente de la Dirección Principal de Inteligencia del Estado Mayor de la Federación Rusa y participar en acciones de espionaje, un delito que le costaría 10 años de cárcel. No ha contado con asistencia legal y actualmente está detenido e incomunicado en una prisión de máxima seguridad. Su abogado, Gonzalo Boye, confirmó la detención en las redes sociales y pidió la protección de su integridad física, así como su puesta en libertad inmediata.
González había realizado coberturas periodísticas desde Kiev, Donbass y Dnipro en los días previos a la intervención rusa en el conflicto y en sus informes opinaba que: ” la población de Ucrania observa asombrada cómo todas las potencias mundiales se reúnen para decidir sobre su futuro sin importarles lo más mínimo lo que ellos opinen” …”Cuando un país depende tanto del exterior, se encuentra que todos se creen con derecho de decidir por él y de marcar líneas rojas ante cualquier mínima negociación”.
Desde sus opiniones resulta difícil asociar a Pablo Gonzalez con un posicionamiento periodístico favorable a Rusia. Pero Polonia, un país donde las instituciones políticas y jurídicas están muy deterioradas, no ha sido inmune a la histeria de la guerra. González no es un vocero de la prensa otanista, y el hecho de que hubiera nacido en Moscu por ser nieto de uno de los niños evacuados a Rusia durante la Guerra Civil española, parece haber bastado para sindicarlo como espía.
El pedido por la inmediata libertad de Pablo González ha excedido a los medios de prensa anticapitalistas y progresistas donde publicaba algunas de sus crónicas, y ha sido retomado por medios socialdemócratas pro-otanistas como el diario El País. También ha movilizado a autoridades regionales del País Vasco, donde vive Gonzalez, que se comunicaron con el Presidente de España, Pedro Sanchez. El gobierno español, por vía diplomática, ha conseguido que el cónsul de ese país pueda visitar a González en la cárcel y confirmar que estaba con vida. La pasada semana, la organización Reporteros Sin Fronteras había denunciado que, antes de que los servicios consulares pudieran tener un primer contacto telefónico con el periodista, González permaneció más de 72 horas detenido e incomunicado. La familia llegó a temer por su integridad física. La detención de González puede convertirse en un escándalo político que afecta a dos países miembros de la OTAN, alianza que sigue pretendiendo hacernos creer que es garante de la libertad, la justicia y la democracia de los pueblos.
Foto . Kaos en la Red