Una hora más en primaria: demagogia en el mundo del revés

Una hora más en primaria: demagogia en el mundo del revés

7Abr22 0 Por Florencia Munoz-Mariana di Paolo-Emiliano Barrera-Rodrigo Ostravsky

El ministro de educación de la Nación Jaime Perczyk, anunció el martes, a espaldas del conjunto de la docencia, que pretende incrementar para el nivel primario en todo el país la carga horaria para las escuelas de jornada simple. Esta medida que será propuesta el viernes en la reunión del Consejo Federal de Educación es lisa y llanamente un avance sobre las condiciones de trabajo docente y una reforma laboral encubierta.

Mientras que los grupos de Whatsapp explotaron desde el martes y la bronca en las escuelas comenzó a sentirse, desde cómodos sillones alejados de la realidad, los funcionarios se llenan la boca hablando de calidad educativa y plantean reformas que nada tienen que ver con lo que sucede en las aulas. Les docentes, como siempre, somos convidados de piedra y no fuimos invitades a discutir nuestras necesidades. Se impone un rechazo contundente a esta medida improvisada que no resuelve los problemas reales con los que nos topamos día a día.

¿Qué escuela tenemos?

Las falencias del sistema educativo no son nuevas y se arrastran desde hace décadas. La pandemia vino a reforzar y profundizar distintos aspectos que no son nuevos y que, como bien sabemos, son parte cotidiana de nuestro quehacer docente: falta de conectividad, salarios insuficientes, sobrecarga laboral, empobrecimiento pedagógico, infraestructura y servicio alimentario escolar paupérrimos, escuelas guarderías, superpoblación de aulas, trabajo precarizado, son parte de una largo etcétera.

Frente a esto, la solución mágica que se le ocurre a nuestros cráneos de la educación es pensar solo en agregar una hora más a nuestro trabajo y que todo siga igual. Como trabajadorxs de la educación debemos poner blanco sobre negro y decirle a nuestro ministro que cuando plantea que esta decisión “significaría tener 38 días más de clases por año y sumar horas de clases es más conocimiento y mejor educación”, está solo realizando un maquillaje. Si tal como dicen, el gobierno nacional tiene los fondos necesarios para pagar esa “hora de más”, ¿por qué no la invierten mejorar los salarios? ¿en un SAE de calidad? ¿en infraestructura? Nada de eso, las partidas son solo para políticas de propaganda.

Las prácticas docentes y principalmente las prácticas educativas, señor ministro, se planifican, se preparan, se contextualizan para cada grupo. Por eso es necesario pensar en cada trayectoria educativa porque cada pibx cuenta. ¿Trabajar 5 horas? ¿los sábados? ¿alterar las rutinas de organización familiar?

En un contexto en donde la sobrecarga laboral es moneda corriente, con docentes saturados con demandas innecesarias de tareas administrativas, sin inversión real en infraestructura, lo único que podemos pensar es que le escriben el diario de Irigoyen, o que peor aún se mete en una interna en la alianza de gobierno y les tira el fardo a las provincias.  Volvemos a preguntar ¿en serio, una hora más resuelve todos los problemas?

Trabajar y trabajar y no me alcanza ni para el sudor

Pongamos el caso de la provincia de Buenos Aires. Lo invitaríamos a que transite las escuelas. No esas a las que lo hacen ir, sino las que están fuera del velo que no le permite ver. Esas que tienen 45 o 50 pibxs por aula, esas que no tienen sillas, esas en las que las maestras y maestros se dividen entre llevar a sus hijes a distintos niveles y modalidades y luego llegan a su aula para comenzar de nuevo en el turno tarde. Sí, señor ministro, aunque no lo sepa, nuestro salario no permite tener un solo cargo, trabajamos dos y hasta tres turnos. ¿Serían 10, 15 horas, ahora? ¿Cuándo planificamos? ¿Qué pasa con la incompatibilidad horaria? ¿Cómo vamos a garantizar el proceso educativo? ¿Cómo van a hacer nuestras familias para organizarse?

Necesitamos inversión en educación real, creación de escuelas, desdoblamiento de cursos, salario igual a la canasta familiar por cargo para no tener que dejar las últimas gotas de aliento corriendo de escuela a escuela y para poder formarnos, estudiar y planificar nuestra tarea en profundidad para dar batalla al empobrecimiento pedagógico.

Los desafíos inmediatos

Una hora más se transforma ahora en la panacea que va dar respuestas a los problemas del sistema educativo. Repetimos: demagogia y tribuneada. Más cantidad de horas, solucionado el problema de la calidad. Más trabajo sin criterio pedagógico.

Les docentes tenemos que participar activamente en estos debates sobre el nivel educativo. ¿Cómo atacamos el empobrecimiento pedagógico? ¿Qué acciones concretas proponemos? Por lo que vemos el ministro nunca vio los dibujos de Tonucci o peor aún nunca vio The Wall. Cuando los cargos jerárquicos y los ministros no ven la realidad docente les que sufrimos sus decisiones somos les de abajo. Hasta que eso se dé vuelta.

Nuestros sindicatos se tienen que pronunciar y rechazar activamente en estas medidas que, como dijimos, flexibilizan y precarizan aún más nuestra tarea. Tenemos que rechazar este ataque de conjunto contra la docencia.  Hoy es contra el nivel primario, pero sabemos que solo es la punta del iceberg.

Por lo tanto, hay que organizarse en cada escuela para rechazar esta medida que es parte visible del fracaso de las políticas educativas. Pararles la mano, es nuestra tarea. Es necesario defender el estatuto docente. Es necesario evitar que la educación quede controlado por las leyes del mercado. Necesitamos una educación con recursos y no con discursos. En definitiva una educación donde el concepto de calidad no implique pensar a la escuela como una empresa, sino que incluya generar condiciones de trabajo acorde para combatir el empobrecimiento pedagógico. 

Florencia Muñoz, Mariana di Paolo, Emiliano Barrera, Rodrigo Ostravsky*

*Integrantes de la Agrupación Docente Carlos Fuentealba de Lomas de Zamora, dentro del Encuentro Colectivo Docente de la provincia de Buenos Aires.