Megaminería: filosofía barata y balas de goma
5May22Otra vez balas, por defender el territorio contra el extractivismo depredador en todos los sentidos que se puedan imaginar. La evidencia de tantos años de megaminería no solo indica que la contaminación es un hecho palpable, Jáchal en San Juan es la prueba; sino que además, no se ve el “derrame” de dinero, Catamarca es la prueba con mega explotación desde 1997 de la mina Bajo la Alumbrera.
Como hemos referido en tramas a poco de producirse los hechos represivos en la localidad de Choya este martes 3, en la provincia de Catamarca y a 10 km. de la ciudad de Andalgalá, cuando lxs pobladorxs que se manifestaban contra la instalación minera de la escombrera en la naciente del río, fueron brutalmente reprimidos por la policía del gobernador Raúl Jalil, que practicó detenciones arbitrarias.
Rápidamente salieron de organizaciones y asambleas de todo el país a manifestar su repudio frente al sistemático accionar represivo, en el que la policía actúa como guardia pretoriana del capital minero, pero no frente al saqueo continuo de la naturaleza, cuestión que importa poco a todos los gobiernos de turno.
Hubo al mismo tiempo dos hechos distintivos que exponen la grieta en otra dimensión. Para ser más explícito, el primero es el maridaje entre gobiernos y empresas mineras, de un lado y la población del otro.
De hecho al día siguiente de la represión, pero en la provincia de Salta, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, participó de la llamada Mesa del Litio, junto a Gustavo Sáenz, gobernador de Salta; Gerardo Morales de Jujuy y Raúl Jalil de nada menos que Catamarca, donde la sangre de las heridas todavía está fresca y lxs detenidxs a la espera de una resolución de libertad, seguramente bajo juramento de no defender más el territorio del saqueo y contaminación. Mientras escribo esta nota fue liberada Karina Orquera, vecina de Choya.
En esa “mesa” se firmó el acta conjunta de la Región Minera del Litio. Por supuesto también participaron funcionarios provinciales y ceos empresariales. Se anunciaron distintas actividades, que redundaran en el “progreso”, también se desarrollarán reuniones de trabajo técnico de las subcomisiones de Infraestructura; Desarrollo de Proveedores; Regalías y Tributos; Minería, Ambiente y Agua; Ciencia y Tecnología, Educación y Trabajo.
Habrá, según el ministro, “unos 4.200 millones de dólares de inversión y esto empieza gradualmente a ubicar a la Argentina entre los tres primeros lugares de producción mundial de litio” y agregó, respecto de la importancia del litio en la actualidad, que “se está consolidando en el mundo la electromovilidad, que es una verdadera revolución productiva verde (…) Poder ir de manera gradual reemplazando vehículos que generan emisiones de carbono por productos no contaminantes y en esto el desarrollo de la industria del litio va a ser clave y Argentina es un lugar de referencia indiscutido en esta materia”.
“Argentina que se está poniendo de pie decididamente” y está “saliendo de la larga crisis que se iniciara en abril de 2018, con un sector de la construcción muy dinámico, con la energía hoy produciéndose a gran escala, récord de producción en Vaca Muerta, (…) nos llena de orgullo que la minería argentina sea también uno de los puntales para el desarrollo productivo del país”; contundente el ministro Kulfas con el desarrollo de la industria del extractivismo.
Filosofía barata
Es un recurso archiconocido el de las inversiones multimillonarias de las empresas, lo que también es conocido es la letra chica de las facilidades que les da el Estado y las exiguas regalías que percibe en relación a la magnitud de los miles de millones de dólares que estas empresas se llevan del país en metales y minerales, producto de una legislación preferencial y de las escasas obligaciones, sobre todo con el ambiente, como de los pocos o nulos controles de la actividad que han afectado zonas de glacial expresamente prohibidas por ley y contaminado ríos por las “fallas” en la seguridad.
Ahora la moda es hablar de “revolución productiva verde”, lo que funciona como etiqueta para un mercado, que además nos vende el viento y el sol y a eso lo llaman también “energía verde”, seguramente por el puñado de dólares que embolsan las corporaciones privadas que toman la concesión de plantas eólicas o solares que se construyeron con dineros públicos.
Los famosos rankings en los que Argentina se posicionará, ahora en la tercera posición, según el ministro, en la producción mundial de litio, es otro de los anuncios rimbombantes.
Ahora bien, la megaminería tiene sus comienzos en los 90 del siglo pasado, pero para no irnos del lugar, sigamos en Catamarca. Si la actividad minera fuera tan, sorprendentemente, rentable para los lugares donde se lleva a cabo, habría que preguntarse por qué después de 25 años de actividad de Bajo La Alumbrera en la provincia, Catamarca registró un 39,7% de pobres, de los cuales un 10,8% están en condiciones de indigencia, en el segundo semestre de 2021.
La información se desprende de la Encuesta Permanente de Hogares en conglomerados urbanos respecto de la incidencia de la pobreza y la indigencia, que contempló a una población de 226.676 personas en el Gran Catamarca, de las cuales 89.960 vivían hasta diciembre pasado en condiciones de pobreza, y de ese total, unas 24.551 lo hacían bajo la línea de la indigencia.
Salta, según el propio INDEC, también en el segundo semestre de 2021 llegaba al 38,9% de pobres y 7,8% de indigentes; mientras que Jujuy tenía 36,2% y 6,3% respectivamente. Tomamos estas 3 provincias que conforman la Mesa del Litio que ya se está explotando, también, desde hace 25 años.
En la muestra tomada en la zona del Gran San Juan, la provincia abanderada de la megaminería, la pobreza alcanza al 36,8% de la población y la indigencia al 4.8%, siendo que la minera Barrick Gold opera desde 1994 en la mina Veladero, dentro de la llamada biósfera de San Guillermo, declarada por la UNESCO, patrimonio de la humanidad. ¡Interesante contradicción!
Como vemos, las dos provincias mineras por excelencia, no muestran mejoras en los ingresos de su población, solo lo hacen en las compañías que han sorteado casos de corrupción donde estaban involucrados los niveles gerenciales de las empresas y funcionarios públicos. Por el contrario los niveles de pobreza e indigencia son de los más altos del país.
Así que otra vez se demuestra que la “teoría del derrame” tampoco funciona en el caso de la megaminería, sólo los reiterados derrames de agua cianurada, rotura de las escombreras y de los piletones de líquidos de lixiviación (cóctel de químicos que se utiliza para separar el oro de la piedra.
Nada es nuevo bajo el sol
El negocio es sólo de las mineras y los efectos nocivos de las comunidades que deben resistir los impactos que esta actividad produce, no solo por el consumo extraordinario de agua sino por la ingeniería que utiliza que provoca fuertes cambios en el paisaje, fauna y flora y por consiguiente en la vida de los habitantes, aún sin que existan fugas de cócteles químicos, que aceleran el pasivo ambiental.
Balas de goma
Habíamos dicho que dos hechos distintivos exponen la grieta en otra dimensión, el segundo responde al Comunicado que emitieron los diputados y diputadas del Bloque del Frente de Todos de la provincia de Catamarca. Un extraño repudio manifiestamente hipócrita.

Repasemos:
“Repudiamos firmemente los hechos de violencia acaecidos en el departamento de Andalgalá durante la tarde de hoy (por el martes)”. Parece la teoría de los dos demonios, no repudian la represión policial a los vecinos. ¿Qué repudian?
“Son sucesos penosos que definitivamente no agregan más que confusión y divisiones en una temática que requiere diálogo constante y vocación de encuentro para llegar a soluciones que buscan todos los andalgalenses”.
Las formulas del diálogo sin escuchar al pueblo, no es más que otra de las formas de la demagogia para los medios acólitos. Las soluciones que buscan los andalgalenses tienen que ver con el fin de la megaminería en el territorio, años de marchas multitudinarias lo demuestran: “En Andalgalá el sábado 10 de abril (2021) se movilizaron en rechazo a la megaminería. No fue novedad: se trató de la marcha número 584, siempre en sábados, siempre con las banderas que exigen proteger el agua, la montaña y la salud de la población”.
“Catamarca se ha propuesto avanzar en un paradigma minero en toda la provincia y con mucho trabajo está logrando mejorar las reglas de trabajo para proveedores, trabajadores y las empresas, pero ante todo para la gente”. Debería decir: “el gobierno de Catamarca se ha propuesto… junto al gobierno nacional…”. Es una verdad potente que los catamarqueñxs no quieren la megaminería.
“El espacio político que conformamos y la gestión de gobierno para la que trabajamos, ha logrado entablar canales de diálogo en todos los puntos de la provincia, con distintas empresas de variados rubros, con las comunidades, con las organizaciones civiles, entre otros, para llegar a acuerdos que redunden en beneficios para todos”. Aquí sí que dijeron la verdad lxs diputadxs “la gestión de gobierno para la que trabajamos”; es claramente manifiesto que los representantes del pueblo son empleados de la gestión de gobierno; es decir que utilizan la misma lógica empresarial, un gerente (gobernador) y los empleados (diputadxs provinciales del FdT). No resiste análisis la crisis de representación.
“En Andalgalá la minería encuentra resistencia violenta por parte de un grupo minoritario que menoscaba el trabajo de miles de catamarqueños y catamarqueñas que día a día ponen su mejor esfuerzo para construir una provincia más justa, soberana e independiente”. Es curioso que se hable de “grupo minoritario”, la realidad histórica indica que el grupo minoritario es el compuesto por el poder judicial, las corporaciones y los gobiernos contra la voluntad popular que no da la licencia social para la usurpación, el saqueo y el pasivo ambiental.
“Convocamos nuevamente al diálogo y a la paz a todos y todas para encontrar las respuestas que necesitamos”. Finalizan el comunicado lxs legisladorxs provinciales, más parecido a un decálogo de régimen de obediencia que a una comunicación de repudio a la perversa y sangrienta represión contra lxs vecinxs autoconvocados de Choya.
Parece que a la represión la llaman diálogo y a la paz, sumisión.
La respuesta ya la tienen: EL AGUA VALE MÁS QUE TODO, carta de los vecinos autoconvocados de Choya, contra la instalación de la minera MARA, que pueden leer aquí.
Darío Balvidares
Imagen destacada: Infonews