28 de julio y el mundo ya se gastó lo producido en un año. Estamos en rojo!
28Jul22Se llama Día del Sobregiro de la Tierra a la fecha en que la humanidad ha utilizado todos los recursos biológicos que el planeta regenera durante todo el año. En el 2022, lo calculan para el 28 de julio. El planeta habla pero el capitalismo hace oídos sordos.
También llamado día de la sobrecapacidad o earth overshoot day, su cálculo es una iniciativa de “Global Footprint Network”, una organización de investigación internacional que propone una nueva forma de medir la gestión de los recursos naturales en el mundo.
La fecha se calcula todos los años con los datos de las Cuentas Nacionales de Huella y Biocapacidad, que dicha organización tiene disponibles en forma gratuita en su sitio de internet. Resulta de dividir la biocapacidad del planeta (la cantidad de recursos ecológicos que la Tierra puede generar ese año), por la huella ecológica de la humanidad (la demanda de la humanidad para ese año) y multiplicando por 365 (número de días en un año).
Ahora bien, cómo se explica que estemos consumiendo lo que no se produce? La razón es que en el planeta, para todas las actividades humanas y productivas (incluida la producción de alimentos), se requieren, entre otros materiales, cada vez mayor cantidad de energía fósil: petróleo y gas, que son reservas de producción biológica de épocas pasadas, y por lo tanto, no renovables.

En el gráfico se puede observar que desde 1971 este día viene adelantándose año a año. Se calcula que en 2022, el gasto total anual será el equivalente a lo producido por 1,75 planetas. Analizar esta información permite confirmar lo desquiciado que es el vínculo que plantea el capitalismo con la naturaleza.

Resultan evidentes también las fuertes diferencias entre los países. Los que llegan a este índice más tempranamente, o sea los que tienen un consumo más desmedido son: Qatar (10 de febrero), Luxemburgo (14 de febrero) y Canadá, Emiratos Árabes y Estados Unidos (13 de marzo). Argentina está cerca del promedio mundial. Esta posición no se debe a que tengamos consumos per cápita excesivos, sino a las actividades extractivas para exportación.
Según esta misma fuente, existe tambien una gran diferencia entre los continentes. Por ejemplo: en Europa, desde los años 60 la huella ecológica anual es mucho mayor que la biocapacidad, es decir viene teniendo desde entonces “déficit ecológico”. Lo contrario ocurre en América Latina y el Caribe, que anualmente logran saldos positivos de “reserva ecológica”.
Estos datos no hacen más que confirmar las enormes asimetrías que existen en el capitalismo global. Pero también, los enormes daños ambientales que el modelo extractivista genera, daños que ponen en riesgo las producciones en el futuro.
Además, este sistema societario tiene asignado para nuestros países del sur, el rol de proveer al mundo de commodities, tal como lo dice Walter Pengue en su libro “Tajos en la Tierra”: “Hay países que ‘ahorran’ recursos naturales para impulsar su explotación en otros y adquirirlos en los mercados internacionales”. “El mundo más desarrollado seguirá ´ahorrando tierra´ y promoviendo procesos de restauración ecológica, mientras los países en vías de desarrollo seguirán agregando año tras año más tierras para cultivo”.
Los países desarrollados consumen mucho, cuidan sus bienes y promueven el extractivismo en el sur.
Mientras el cambio climático hace sentir sus efectos en todo el mundo, las diferentes cumbres mundiales (integradas especialmente por los gobiernos de los países del norte) sólo buscan desarrollar tecnologías para enfrentar en parte las consecuencias devastadoras. Por ejemplo, proponen: cambiar materiales para que no se derritan las pistas de aterrizaje con las altas temperaturas, desarrollar semillas transgénicas para que soporten la sequía, cambiar la matriz energética, etc. Más de lo mismo. Porque no se plantea en esos espacios que la urgencia es un cambio del modelo productivo y del consumo de energía global.
El planeta habla pero el capitalismo hace oídos sordos.
Fuente:
Foto: www.agorarsc.org