Manuel Tzoc Bucup en Filosofía y Letras. Hablar en primera persona
26Sep22El viernes pasado nos visitó en Filo, Manuel Tzoc Bucup. Como esos regalos que solo de vez en cuando reciben lxs nuestrxs y como solo alguien como nosotrxs puede darnos. Éramos pocxs, pero fue una charla íntima.
El también performer Ezequiel Romero tuvo a su cargo las palabras de bienvenida. Luego vimos una de las últimas entrevistas que dio Manuel, donde cuenta sobre su llegada a la poesía y acerca de sus orígenes mayas, pero cómo esta identidad maya es invisibilizada en la ciudad y cómo eso se traslada a la pérdida de la lengua y a la marginación.
Manuel nos leyó su poesía, nos habló de su país y de la historia ancestral maya por un lado, así como de la historia más reciente, la del conflicto armado de hace unas décadas, y de las posibilidades de decir y hacer arte frente a esa realidad, mencionó los nombres de Alaíde Foppa y de Luis de Lion, poetas desaparecidos en Guatemala por esos años.

Nos mostró sus libros, nos habló del proceso creativo en sus últimas obras. La poesía y la performance son herramientas que le permiten intervenir la Ciudad de Guatemala con interrogantes y con su existencia misma. Es así que, por ejemplo, transforma la falda de su madre y la vuelve parte suya, otro elemento totalmente distinto que se hace carne en él y lo enuncia. Se vuelve pieza de museo y de ese modo piensa formas posibles de reconstruir abya yala, desde el amor, o como la piedra de moler de su hermana, de su madre, de su abuela, desde su genealogía.
Sus libros objeto son ellos también piezas de arte que llevan al extremo la idea de poesía y la noción de libro, intervenidas por una paleta de colores y a su vez por el papel y su gramaje, por un frasquito de 25 píldoras con recetario poético que pone a dialogar la experiencia particular -el ser maya, disidente- con lo universal -la herencia de los poetas malditos-. De modo que, unas veces es poeta a secas, pero otras es además investigador, antropólogo, curador, editor, pieza de arte, o es todos esos oficios a la vez. La conversación tuvo derivas múltiples. Nuestros corazones se sintieron abrazados.
Agradecemos a todxs quienes hicieron posible esta actividad, y especialmente a las autoridades de la Facultad de Filosofía y Letras por haber respondido al mensaje y disponer el espacio para que podamos recibir a un poeta indígena en donde creíamos era necesario dejar registro de su paso por Buenos Aires.
Ojalá que los enunciados en primera persona, esos en los cuales dejamos de ser objeto de estudio para pasar a convertirnos en sujeto de conocimiento no se pierdan en este lugar.
Melina Sánchez