Anna Paulina Luna, la chica del rifle, fue electa diputada

Anna Luna las hace todas: reniega de los orígenes humildes de su familia materna mexicana y se define blanca y anti-inmigrante, estuvo enrolada en la Fuerza Aérea y ama las armas, es antiabortista, dice que Donald Trump fue el mejor presidente de la historia, trabajó como modelo y ahora fue elegida diputada por el distrito de la Florida, siendo parte del Partido Republicano.

La flamante diputada obtuvo el 53 de los votos, y según distintos analistas todavía no ha alcanzado su techo. Esto es así porque expresa a una parte importante de la sociedad norteamericana que está orgullosa de su política imperial, y que ve en las armas un reaseguro para defenderse de los más pobres. También es representativa de un sector de latinos que ya consiguió legalizarse y no quiere mezclarse, ni solidarizarse con los nuevos inmigrantes. Expresa también al conservadurismo religioso que se opone a las políticas de derechos para las mujeres y homosexuales, al aborto y a la educación sexual en las escuelas. La carrera política de Luna es ilustrativa de la ignorancia promovida por las redes sociales en una democracia de cartón, donde los candidatos gastan fortunas para hacer sus campañas, y donde los grandes líderes son el actual presidente demócrata Joe Biden, y el ex-presidente republicano Donald Trump.

Biden que se presenta como un liberal en algunos temas internos, ha estado siempre muy vinculado al complejo militar industrial. Promovió o acompañó las politicas agresivas militaristas de su país en los Balcanes, Libia, Irak , Afganistán y actualmente en la guerra de Ucrania. Sus opositores lo acusan de conductas seniles. Donald Trump es un empresario cuya fortuna tiene orígenes dudosos,que incluye estafas y vínculos con la mafia, y que se ha caracterizado por su posturas misóginas, xenófobas y antipopulares. Tuvo un paso por la televisión donde forjó su imagen como bocón y gran provocador.

Anna Paulina Luna hace el aporte femenino al circo electoral estadounidense, que no hace más que expresar la decadencia de un país, que fue una de las democracias más avanzadas del mundo a fines del siglo XVIII. Un país admirado por Artigas y por buena parte de los libertadores del continente, pero que ya en 1829 había cambiado de orientación al punto de hacerle escribir a Simón Bolívar “Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias, en nombre de la libertad”.