CFK en La Plata: masivo acto camino a la campaña

CFK en La Plata: masivo acto camino a la campaña

17Nov22 0 Por Matías Gianfelice

La vicepresidenta habló ante una multitud de diversos sectores del peronismo. Fuertes ejes en las temáticas seguridad y poder judicial. Un mensaje que la posiciona jugando en las elecciones.

El Diego Maradona de la cuidad de La Plata fue el escenario elegido por Cristina para volver a realizar un acto político multitudinario después del intento de magnicidio que sufrió a principios de septiembre. La expectativa generada en los días previos giró en torno a las fuertes versiones difundidas por periodistas kirchneristas, quienes decían que hoy Cristina hacía el anuncio de su candidatura a presidenta para el 2023. Con una presencia masiva de diversos sectores del peronismo CFK estuvo como única oradora en el Día de la Militancia Peronista: el 17 de noviembre de 1972 Perón volvió al país luego de 17 años de exilio y proscripción.

El marco de situación del esperado discurso de la vicepresidenta tiene varios puntos que muestran lo poco lineal que es la realidad política en nuestro país:

  • En los social y económico ayer el Indec dio una nuevo número de inflación que demuestra que el anunciado super ministro Massa, es más bien una masita que se va poniendo agria. El 6,3 de octubre no solo desarma la falsa idea de “venimos bajando la inflación”; sino que enciende las alarmas en los funcionarios, la clase trabajadora vive cada vez peor por culpa de una inflación desbocada.
  • En la interna política del Frente de Todos (peleados) los presidentes Alberto y Massa están volviendo del G20 con elogios del FMI y salvavidas (de plomo) chino. Mientras en Desarrollo Social Tolosa Paz y Pérsico tensan la interna con la AFIP (manejada por el kirchnerismo) y con movimientos afines a CFK. Los carpetazos, peleas y renuncias, anuncian que los melones que se irán acomodando de cara a las elecciones del 23 tendrán varios golpes y machucones.
  • En el fuero personal/judicial (quizás el que más le importe a CFK) se le pone nublado el panorama: el poder judicial parece encaminado a condenarla en la causa vialidad y en reabrir el juicio sobre Hotesur, el cual involucra en forma directa a Máximo y Florencia Kirchner. La posibilidad de ir presa o de ver enjuiciados a sus hijxs, fue motivo de rumor sobre el posible anuncio anticipado de su candidatura.
  • En la disputa electoral (asombra que los partidos burgueses ya anticipen esta disputa con un pueblo arrasado por precios demenciales y con millones debajo de la línea de la pobreza) el peronismo parece apostar a que Juntos por el Cambio profundice sus internas y llegue al borde de la ruptura al próximo año.

Con cierta inteligencia sobre sus puntos flacos y algunas críticas que recibe el progresismo peronista que ella encarna, Cristina dedicó toda la primera parte de su discurso al eje “seguridad”. Vale recordar que en sus mandatos y el de Nestor hubo un sin fin de casos de gatillo fácil, cientos de denuncias de violaciones a los DDHH de las diversas fuerzas represivas y muy malos resultados que mostrar. Sin embargo mezcló un discurso que criticó la mano dura como solución ¿Alguien le avisa a Kicillof y Larroque quienes se reían mientras hablaba CFK, que Berni es su ministro en la provincia? pero apunto a lo ineficiente del argumento de la desigualdad como única explicación. Cerró apelando al mito peronista por excelencia: el trabajo como ordenador social y garantía para que la familia (binaria y heterosexual en sus palabras) vaya de casa (o al escuela) al trabajo y vuelva a casa. Punto a favor que ninguna familia humilde del país elegiría comer arroz o polenta en los cientos de merenderos que sostienen las organizaciones, en vez de poder comer en sus casas el plato que se les antoje, pagado con salarios dignos. Hubo poca mención o desarrollo del punto económico más allá de la (real) mención al peso que la estafa disfrazada de deuda con el FMI que dejó el macrismo. Le pegó la amnesia a la vice, para recordar que hicieron campaña en 2019 denunciando dicha estafa y prometiendo investigar; y todo el Frente de Todos (albertistas, kirchneristas, los sindicatos, las orgas sociales, etc, etc, etc) se rindió sumiso a la aceptación de esa deuda y a este pago serial de dólares que se paga con el hambre del pueblo.

De la ya aburrida interna del Frente de Todos se podría escribir bastante, pero capta cada vez menos interés (salvo para lxs rosquerxs de adentro que aprendieron que eso es hacer “política de verdad”) en el pueblo y lo único que demuestra es lo lejos que están estos dirigentes de los problemas de nuestra clase. Quizás el dato general del discurso sea que el tono elegido por Cristina fue más bien conciliador, lejos de pegarle duro y parejo a ministros o al propio Alberto. Si les recordó a los propios que hace dos años y en el mismo lugar, había advertido que si el rumbo no cambiaba, ese crecimiento económico que se veía se lo iban a llevar “los mismos 4 vivos de siempre”. La pregunta que le cabe a CFK, a Máximo y a los miles que estaban ahí es: ¿tan poco poder son capaces de tener que un rosquero de palacio como Alberto, un técnico premiado en el extranjero y un ex intendente de Tigre alcanzaron para domarlos como quisieron durante 3 años? Este cronista se pregunta ¿Será que fueron parte de todo eso y ahora se quieren despegar? ¿O será que les faltó coraje y voluntad política para dar vuelta este gobierno ajustador del que forman parte?

A Cristina se le vienen semanas durísimas en lo judicial. Todo indica que saldrá el fallo sobre la causa de vialidad y pareciera que será condenatorio. Sumado a que la causa Hotesur va camino a reabrirse. Y que la Corte Suprema de Injusticia le bloquea la maniobra legislativa que el peronismo hizo para tener más miembros en el impresentable Consejo de la Magistratura. CFK (como cualquier persona en el mundo) no tiene nada de ganas de ir presa. Se especulaba con que el posible anuncio de su candidatura podía ser una manera de pasar a la ofensiva ante la avanzada judicial. La vice apeló a encuadrar la cuestión judicial en dos claves: por un lado el marco latinoamericano que demuestra y repasa lo falso de la “imparcialidad” del poder judicial. Emparejó a dicho poder con el denominado partido militar del siglo XX, el cual mediante golpes de Estado y dictaduras asesinas rompía el sistema democrático. Si bien puede sonar exagerada la comparación el rol político que tiene el poder judicial en nuestro continente especialmente en este siglo es innegable. También eligió pegarles en algo obvio y obsceno para el resto de la clase trabajadora que tenga cierta conciencia de los privilegios y las desigualdades: los jueces ganan millones, no los elige nadie y se quedan en sus cargos de por vida, aun cometiendo barbaridades como liberar femicidas, violadores y absolver empresarios y políticos ladrones. La lucha del Cristinismo con el poder judicial va camino a una disputa más fuerte que será parte esencial de la campaña presidencial del 2023.

Para cerrar la cuestión de la oposición y la lucha electoral. CFK da señales de que va a pelear a fondo y sus rivales los quiere centralizar en lo más radicalizado de la derecha macrista o proto fascista de Milei. Desde la positiva mención del gobierno de Irigoyen hasta el reconocimiento a la pasada del rol del radicalismo en 1983, se nota que en el campamento cristinista empieza el operativo “amigxs radicales” y la búsqueda pareciera ser la de una amplitud a lo Lula que deje al macrismo y las expresiones más extremas jugando en soledad contra el resto. A hoy pareciera difícil la misión, pero quizás un objetivo menor, como puede ser llevarse una parte del radicalismo para sus filas sería visto como un triunfo.

Al fin de cuentas se cantó mucho el famoso “Cristina presidenta” que no fue contestado por la líder de forma categórica, más allá de su cita a Perón “Todo en su medida y armoniosamente, como decía el General”. ¿Será candidata? La respuesta puede variar según el desarrollo político de los próximos meses. La vice apeló a volver a ser esa Argentina de senda industrial, una epopeya que suena más a deseo y nostalgia que a realidad concreta, más si se mira el derrotero de estos años, y no tanto el recuerdo de décadas pasadas que lejos están de llenar los platos de las familias o de instalar las cloacas en los miles de barrios que la esperan.

No se puede negar que CFK sigue despertando pasión y convencimiento en una parte enorme del pueblo, tanto como que el rechazo hacia ella creció muy fuerte en estos tres años. La política nacional está en disputa por arriba, está tensa y en lucha en las calles. Hay mucho en juego para mirarlo desde afuera, hay mucho hambre y mucha dignidad para regalarla a promesas vacías o a discursos fachistoides de TV. Será lo que sepamos y lo que estemos dispuestos a construir.