Gasoductos
10Feb23En la última semana los gasoductos fueron noticias en un mundo convulsionado por las disputas por las energías. El periodista estadounidense Seymour Hersh, presentó un informe donde revela la responsabilidades de los gobiernos de Estados Unidos y Noruega en la voladura de los gasoductos Nord Stream y Nord Stream 2. Desde Rusia llegó la noticia de que se ha firmado un acuerdo intergubernamental con China para hacer un nuevo gasoducto.
El diagnóstico de que la gran víctima de la Guerra de Ucrania, además del país donde se desarrollan los combates, iba a ser Europa, y en particular Alemania, ha sido confirmada por estas últimas noticias.
Seymour Hersh no es un improvisado. Es el mismo periodista que denunció la masacre en la aldea vietnamita de My Lai, y la práctica sistemática de la tortura en la cárcel iraquí de Abou Ghraib -durante la ocupación de Irak. Ahora denuncia en un artículo publicado en Substack que buzos de la la marina de guerra de EEUU [US Navy] instalaron explosivos bajo los gasoductos Nord Stream y Nord Stream 2 durante el ejercicio conjunto Baltops 22, realizada por la OTAN del 5 al 17 de junio de 2022. Afirma también que la operación fue planificada en 2021, antes de que el ejercito ruso invadiera a Ucrania, y que la activación de los explosivos de alta potencia, el l 26 de septiembre de 2022, fue realizada por la Armada de Noruega.
Esta revelación, que inmediatamente fue desmentida por el Ministerio de Defensa estadounidense, resulta muy grave porque apunta dos países que fueron los grandes beneficiados por las compras europeas de gas licuado, a precios exhorbitantes. Y porque los gasoductos saboteados transportaban gas barato ruso a Alemania, el país más afectado por la suba de los precios de las energías. Alemania importaba de Rusia la mitad del petróleo y la mitad del carbón que consumía. Por los efectos de la guerra, incluído los sabotajes a los gasoductos, ese país se vio obligado a reactivar minas de carbón, y centrales electricas que se abastecen con ese mineral. Los altos costos del gas comprado a otros países, descolocó los precios de sus productos manufacturados lo que provocó cierre y relocalización de empresas.
La otra noticia fue que China y Rusia firmaron el pasado 31 de enero un acuerdo para construir otro gasoducto que va a conectar los dos países por la ruta del Lejano Oriente ruso. Se iniciará en la ciudad fronteriza de Dalneréchensk y terminará en la localidad china de Hulin. Del lado ruso será construída por la empresa gasística Gazprom, y del lado chino, por la la Corporación Nacional de Petróleos de China (CNPC). Los pagos por el gas se harán en monedas nacionales.
Lo que está sucediendo es que el excedente de gas ruso que ya no puede ser colocado en Europa va a ser absorbido por China.
En este contexto puede entenderse la gira realizada por el canciller alemán Olaf Scholz por Argentina, Brasil y Chile, y que el punto mas importante de su agenda hayan sido las energías. El visitante se mostró interesado por el proyecto de construir una planta de Gas Natural Licuado que pueda proveer a Alemania. También por nuestros yacimientos de litio y la producción de hidrógeno verde.
A pesar de lo sucedido el gobierno alemán no ha abandonado su postura genuflexa con el gobierno de Biden. Quizás lo compense un poco que, cuando llega a países como Argentina lo reciben con los brazos abiertos y le ofrecen, con escasos resguardos y prevenciones, que vengan a llevarse nuestros bienes naturales.