“Los jets” no eran aviones
23Abr23 0 Por Daniel CampioneEn aquella época sesentista de encantamiento con los aviones cada vez más veloces, “jets” era un buen nombre para un grupo musical que se jactara de su modernidad y juventud. En otro caso es probable que nunca me hubiera enterado de su existencia, pero uno de mis tíos integraba el “conjunto”.
Se trataba de un grupo que tocó de principio a mediados de la década de 1960. Estaban más vinculados con el rock&roll de Bill Halley que con lo que unos años más tarde se delineó como música beat y algo después como “rock nacional”.
Ya tenían la conformación de guitarras eléctricas, bajo (a veces acústico y eléctrico en otras ocasiones) y batería. Cantaban en castellano. Usaban ropa formal y el pelo corto.
Uno de los integrantes del grupo era Héctor (alias “Memo”) Campione, hermano de mi papá, Alberto. Apenas veinteañero, creo que ya trabajaba en un taller metalúrgico. El mismo gremio de mi padre, que se había iniciado como tornero y años después pasó a ser matricero. A esas alturas ya hacía tiempo que era supervisor.
Aquella era una sociedad argentina diferente, de casi pleno empleo y salarios “en blanco”. Las novedades técnicas encandilaban, desde los tempranos viajes al espacio a la televisión en trance de masificación. El peronismo estaba proscripto y Perón en el exilio.
Se hablaba todo el tiempo del líder depuesto. Los hermanos Campione no se condolían de su suerte, eran antiperonistas y más o menos de izquierda, una combinación que les parecía saludable. Buscaban un destino que los alejara de la mediocridad y la monotonía, que los llevara más allá del barrio. La música era un camino.
“Memo” optó por la batería luego de un muy fugaz intento con el saxofón. Según el relato de mi padre parte del dinero para comprar el instrumento de percusión había sido aportado por Alberto. Era alrededor de 20 años mayor y tenía una mirada comprensiva y algo protectora hacia el menor de los ocho hermanos.
No era el único artista. Enrique, muerto muy prematuramente, escribía versos y tuvo algo que ver con el teatro. Mi papá pintó durante bastante tiempo.
La inclinación por el arte sólo tocó a los varones. Las cinco hermanas mujeres sólo supieron de trabajos más bien mal pagos cuando solteras. Y de la servidumbre de amas de casa hacia el marido e hijxs una vez casadas.
Tampoco fue casualidad que la dedicación a la música o a la pintura se diluyó entre los varones con el paso del tiempo. El matrimonio, las mayores obligaciones laborales y los deberes de la paternidad alejaron a Alberto y a “Memo” de aquellos menesteres.
Mi padre siguió en la fábrica “autopartista” donde trabajaba desde joven y mi tío se dedicó a hacer reparaciones de cocinas y calefones para una empresa del rubro.
La “tele”, los discos.
Al poco tiempo de iniciar su trayectoria musical Los Jets ya actuaban por televisión. Tengo el recuerdo borroso (tenía cinco años) de parte de la familia reunida frente al televisor, encantada con el lucimiento mediático del menor de la familia. Después supe que el programa era “La escala musical”, uno de los “tanques” de la difusión de la época.
El grupo se disolvió no a mucho andar. Para ese entonces “Memo” ya lo había abandonado. Lo que no les impidió dejar grabaciones, incluidos al menos dos long-plays : “La pecosita” y “Twits y gritos”.
Llegaron a hacer versiones en español de algunas canciones de The Beatles, entre ellas Amame, Niñito, Te conseguiré y Quiero tener tu mano.
“Memo” es el segundo desde la izquierda.
Y no descartaban algunos temas más próximos a la balada o a lo que hoy se llama “música tropical”. Hasta hicieron una grabación de clásicos de clásicos como La Paloma, Allá en el rancho grande y Las mañanitas.
Y realizaron una no desdeñable versión “modernizada” de la litoraleña Puente Pexoa.
Quizás lo que más los caracterizó fue el twist, que tenía un auge inconmensurable en aquellos años.
Cada tanto leo comentarios que sitúan a “Los Jets” como precursores del rock nacional. No sé si es válido caratularlos así. Para quien esto escribe constituyeron el primer contacto con la música “moderna” (así se la llamaba en aquellos años).
Mi tío se caracterizaba por una marcada inclinación a la comicidad. Hacía reír a todo el mundo con sus “locuras”. Como entrar a una reunión familiar más o menos formal en calzoncillos, con el torso desnudo y diciendo: “Esta es gente seria, menos mal que me puse la corbata”. Y en efecto, la tira de tela anudada colgaba de su cuello.
En el conjunto musical sus excentricidades más bien le trajeron problemas. No caía muy bien en ceremoniosos productores y managers adustos.
Es probable que si sus pasos de muchacho de barrio lo hubieran llevado a un programa cómico de la televisión o la radio, hubiera marcado un itinerario en esos ámbitos.
¡Ese es mi tío!
Durante años fanfarronee ante mis compañeros de escuela primaria de que tenía un tío que había grabado discos y aparecido por televisión. Ya eran tiempos de Credence y The Beatles iban por Abbey Road. Pero los otxs niñxs no tenían un músico “moderno” auténtico en la familia, aunque su “cuarto de hora” hubiera pasado.
“Memo” no se identificaría con la música rockera posterior. Incluso no le gustaba nada la idea de que varones que se preciaran de tales usaran el pelo rebasando los hombros. Escuchaba jazz, folklore, algo de tango. Como mi papá, se emocionaba en particular con las canciones y recitados de José Larralde. Y cada tanto despuntaba el gusto por la batería, tocando con antiguos compañeros de correrías.
Dejé de ver a mi tío durante demasiados años, desde que murió mi papá en 1983. Cuando entré en contacto con uno de sus hijxs, ya avanzado este siglo, me enteré que había muerto.
Vaya un recuerdo para el joven músico ilusionado con la fama y dispuesto sobre todo a divertirse. Y asimismo evoco su vida de obrero metalúrgico, que nunca abandonó. Como mi papá, no era militante. Igual que él no desechaba la ocasión de leer la modesta prensa del “Movimiento unitario metalúrgico” e incluso Nuestra Palabra. Eran dos soñadores, bajados a tierra a la fuerza a veces, pero dispuestos a “elevarse” a la primera oportunidad.
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Para quienes quieran adentrarse en el repertorio dejo acá una compilación en la que se encuentran remasterizados varios de los temas del conjunto.
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