Chile avanza en la nacionalización del litio
25Abr23Chile es el segundo productor mundial de litio bajo un sistema de explotación donde el Estado es propietario del recurso, pero hace concesiones a empresas privadas para que lo exploten. El cambio que se incorpora es que ahora crea una empresa estatal de explotación del litio que compartirá ese negocio con los privados.
Las empresas privadas que explotan el litio en Chile son la de capitales chilenos SQM y la estadounidense Albemerle. SQM tiene contratos hasta 2030, y Albermerle hasta 2043. Las dos pagan royalties por ingresos y otros beneficios.
El anuncio de nacionalización del litio en Chile está en sintonía con medidas de otros gobiernos. México nacionalizó el litio y Zimbabue prohibió las exportaciones de mineral sin procesar.
Las palabras del presidente Boric “se acabò la minería para unos pocos” no significa que se eliminará a los privados, sino que el Estado empezará a participar en la explotación del mineral por medio de la creación de una Empresa Nacional del Litio. Según Boric esta iniciativa significará “un esfuerzo de exploración, explotación y agregación de valor con la colaboración privada; el avance a nuevas tecnologías de extracción de litio que minimicen su impacto en los salares, la participación de las comunidades aledañas a las faenas y la generación de productos con valor agregado”.
La decisión de Boric ha generado distintas reacciones en el mundo empresario. Por un lado se ha producido una baja en los mercados de las acciones de las empresas concesiuonarias, y se han producido fuertes críticas, en particular por analistas vinculadas a la empresa SQM, que parece ser la más afectada por la pronta finalización de su contrato. Esta empresa fue privatizada durante la dictadura de Pinichet y ha sido acusada de financiación ilegal a los candidatos de la derecha.
Otro economistas vinculados a los mercados consideran que ha sido una decisión pragmática que ha permitido al presidente, por un lado: mantener su relato de cuidar el patrimonio nacional e involucrar a las comunidades ; y por otro, aportar al crecimiento del capital privado. Quienes advierten que estas medidas puedan ser una oportunidad para incorporarse al negocio del litio como la empresa Sorcia Minerals, afirman que la decisión presidencial tiene la dirección correcta por dar gran relevancia al factor tecnológico. Tambien la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio (AmChamCL) califica a la propuesta como muy positiva “para la llegada de nuevas inversiones al país”.
Pero quien seguramente estará más contento es el Ministro Massa, porque, con estas nuevas medidas, la Argentina confirma su lugar como el país más atractivo para que multinacionales extranjeras vengan a invertir en litio. En su edición de hoy Pagina 12, publica que José Alioto, gerente de asuntos externos de Allkem, la minera austrialiana que explota los salares de litio en nuestro país, ha afirmado que las regulaciones de Argentina son hoy “muy favorables”. Y que, por el contrario, el resto de los países que conforman el triángulo del litio tienen regulaciones negativas para atraer inversiones por ser muy “estatistas”. En resumen, hoy explotar litio en la Argentina es una fiesta para las multinacionales. Y esa fiesta va a prolongarse con el próximo gobierno, donde si gana Juntos por el Cambio o Milei, solo pueden esperarse, menos controles para el saqueo.
La creación de una empresa estatal para la explotación del litio en Chile, no significa la plena recuperación de la soberanía, pero al menos le permitirá contar al Estado con una empresa testigo, que le facilitará evaluar mejor los costos ambientales, las posibilidades de agregado de valor y controlar las exportaciones.