Volvieron los piqueteros ¿Vuelve el método?

Volvieron los piqueteros ¿Vuelve el método?

10May23 0 Por Ricardo de Udaeta

En la Argentina parecía que se había perdido el concepto “piquetero”, esa categoría que circulaba con naturalidad entre quienes luchan y algo de desprecio en los tecnicismos ministeriales. Como si la palabra “Piquetero” hubiera desaparecido de la calle y los medios.

Al menos por más de 7 años ni se mencionaba la palabra de manera masiva. Si bien estaba en la memoria, casi nadie venia reivindicado a ese rebelde colectivo social y político. Dejó de mencionarse.
Una batalla que parecía que había ganado la prensa masiva y los gobiernos de turno.

Muchas organizaciones que formaron parte de esos conceptos y métodos fueron capturadas por las gestiones gubernamentales y sentadas en algún sillón de algunas de las oficinas que suelen ofrecerles a quienes luchan, como mecanismo disciplinador de futuras rebeldías. Los gobiernos llevan adelante políticas gubernamentales de disciplinamiento y armonización del conflicto social.

No todo se compra ni todo se vende.

En los últimos dos años la categoría de “Piqueteros” volvió a ocupar un lugar en el lenguaje de las organizaciones sociales y en la prensa audiovisual.

Esta vez fue la metodología del acampe y las ollas populares la que volvió a poner en escena; el nombre “Piquetero”, tan vandalizado por algunos sectores y tan banalizado entre, antes propios y ahora ajenos.

El bloque nacional piquetero inició, de manera escalonada, distintas medidas de luchas en la que con el andar fue volviendo a mencionarse la palabra “piqueteros”. Esa palabra tomó dimensión nacional y masiva cuando se lograron instancias de unidad de la mayoría de las organizaciones sociales independiente de los gobiernos.

Fue la Unidad Piquetera quien vino a avisar que ese sujeto político y combativo no lo iban a entregar ni poner de rodillas.

Parecía que meter en oficinas algunas organizaciones era suficiente para borrar de la memoria e imaginación colectiva una de las herramientas mas contestatarias que supo crear nuestro pueblo. Se equivocaron.

El concepto “Piquetero” volvió a ocupar las calles y apropiarse de su digna historia.

Junto con la retirada de la escena nacional del concepto “piquetero” también fuimos viendo como la quema de cubiertas en puentes, calles y rutas dejó de tener la presencia cotidiana en cada plan de lucha y por más de 7 años fue casi nula la quema de gomas en puentes y rutas, sobre todo en gran Buenos Aires.
Fue tan demonizado el método que en ocasiones sólo se llevaban cubiertas para presentarla en algunas calles, sin ser quemadas.

El olor a goma quemada ha puesto nervioso a gobernantes y ecologistas.
Esa llama que intentaron apagar desde la prensa masiva, los oficialismos y el ambientalismo siempre fue de suma utilidad para evitar que el frio invernal calara en el cuerpo o que algún sacado apretara el acelerador llevándose la vida de cualquier compañero o en el menor de los casos, poniéndola en riesgo.

Es notable el llamado de atención que puede generar una cubierta ardiendo en cualquier asfalto céntrico.
Cuando las notas enviadas a los ministerios no son contestadas, las marchas de antorchas no son tenidas en cuenta, las ollas están vacías y los días de acampes no se atienden como corresponde, las cubiertas comienzan a encenderse.

Este martes 9 de mayo volvió ese método que parecía extinguirse.

El movimiento piquetero volvió a encender las cubiertas en plena avenida 9 de julio frente al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, conducido por Victoria Tolosa Paz.

Cuando digo movimiento piquetero refiero a los que luchan en las calles y quienes creen que la lucha es un instrumento digno de los pueblos.

Cuando digo movimiento piquetero no me refiero a quienes alguna vez pertenecieron y actualmente habitan gestorías institucionalistas, realizan transas estatales por algún puestito en las listas o amiguismo político.

Los piqueteros, los piquetes y las cubiertas: volvieron.

Volvieron como experiencia acumulada por el pueblo.
Un pueblo que no se deja doblegar y chamuyar por los perfumados de siempre, esos lame botas y busca votos que transitoriamente ocupan las oficinas y se esconden al calor de la estufa estatal.

¿El palo y la capucha vuelven a la lucha?

El palo y la capucha también es una imagen que hace algunos años dejó de verse en los distintos planes de lucha y ya no se menciona en el lenguaje nacional.

Todavía no se volvió a retomar. Todavía.