Cristina, sin novedad en el frente

Cristina, sin novedad en el frente

26May23 2 Por Damián Fau

El acto del 25 de mayo fue multitudinario. La expectativa de una gran parte de la militancia kichnerista estuvo puesta en que Fernández de Kirchner anuncie frente al clamor de su gente que va a ser candidata. Nada de eso pasó. Su discurso repitió elementos de los últimos meses. El dato más relevante, la imagen de Sergio Massa junto a Wado de Pedro detrás de ella.

El clima pareciera que quiso contribuir a darle un tono épico al acto por el 25 de mayo, aniversario del primer gobierno patrio, y convocado por el kirchnerismo para festejar los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner a la presidencia en 2003. Al igual que durante estos casi 4 años, donde las mejoras de las condiciones de vida del pueblo se vieron pasadas por agua, la militancia kirchnerista terminó empapada ayer, sin llevarse lo que quería.

Como nos enseñaran en la escuela, al menos a quienes la transitamos durante los años ochenta, la imagen del 25 de mayo que recordamos, Billiken mediante, es la de “el pueblo” con paraguas en la plaza, esperando que quienes estaban reunidos en el Cabildo anunciaran las nuevas noticias. Claro, no es lo mismo anunciar la conformación del primer gobierno integrado por nacidos en estas tierras, renunciando a la tutela del Virrey de España, que la espera del anuncio de la candidatura de la vicepresidenta para las próximas elecciones. La lluvia pareció conmoverse y dejó de caer para el momento en que CFK aparecía en el escenario. “Un milagro” dijo ella agarrando el rosario que llevaba colgado del cuello.

Primer dato del día de ayer, el kirchnerismo sigue mostrando gran capacidad de convocatoria. Les organizadores anunciaron 500 mil personas. Un poco abultado el número. Difícil precisar la cifra. Sí podemos afirmar que fue uno de los actos más nutridos de los últimos tiempos. En definitiva, una demostración de fuerza, con aparato importante mediante, pero también con cierta capacidad para convocar adhesiones sueltas.

En términos políticos estuvo el kirchnerismo puro y duro en la organización, convocatoria y presencia en el acto. Desde el ala sindical con Yasky y Baradel, movimientos sociales con Grabois, La Cámpora a pleno con Máximo y Larroque, funcionariado diverso con Katopodis, Insaurralde, Espinoza, y gobernadores afines como Kicillof y Alicia Kirchner. Las figuras de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. No hubo presencia de otros gobernadores, ni tampoco de la CGT. Sin embargo, había una persona invitada que acentuaba dentro del cuadro general, el ministro de economía Sergio Massa. El objetivo del acto, un intento por dar una muestra de vitalidad y supervivencia del kirchnerismo en un contexto complejo y crítico. Ante un futuro próximo de gran incertidumbre, y con un gobierno del Frente de Todos que oscila entre sostenerse como puede, y regalar alguna respuesta por la positiva para las próximas elecciones, el kirchnerismo buscó posicionarse como la principal vertiente de un peronismo decadente.

El tan esperado discurso de Cristina, sin embargo, no ofreció nada nuevo. Más allá de frases pronunciadas para la tribuna, en general repitió los principales aspectos enunciados en los últimos eventos. Reivindicó sus gobiernos como los mejores de las últimas décadas, resaltando la figura de Néstor Kirchner. Señaló al macrismo como el principio de todos los males. Le pegó a la Corte Suprema de Justicia. Marcó al FMI como el responsable de los problemas económicos y exigió una reformulación del acuerdo con el organismo. Llama la atención que también mencionó la necesidad de investigar la deuda (algo que desde el espacio de la “Autoconvocatoria por la suspensión del pago e investigación de la deuda” se viene exigiendo desde hace tiempo). También volvió a hacer alusión al gobierno actual mencionando que, pese a todas las falencias, seguro había sido un gobierno infinitamente superior (sic) de lo que hubiese sido un nuevo mandato de Juntos por el Cambio. Finalmente, planteó la necesidad de tener un programa de gobierno, y convocó a la militancia a redoblar esfuerzos para ganar las próximas elecciones.

La tarde se extendió, el discurso pasaba por los diferentes momentos ofrecidos por la mandataria, pero el tema que más expectativa generaba no se mencionaba. De hecho, frente a varios canticos insistentes que rezaban “una más, y no jodemos más”, aludiendo a una nueva candidatura de CFK, ella los dejaba correr para luego hacer caso omiso a dicho pedido. Efectivamente, hasta ahora Cristina Fernández de Kirchner parece mantenerse en su rechazo a encarar una nueva candidatura.

Las especulaciones que surgen de porque se mantiene en dicha posición pueden ser varias. Algunos entendemos que las grandes chances de que el peronismo pierda las elecciones con ella como candidata sería la peor despedida para CFK. ¿El fin de Cristina? Seguramente no, pero terminaría la magia que ostenta y con parte de su caudal político y liderazgo. Por otro lado, si, por el contrario, se lograse un milagroso triunfo del peronismo en un peleado ballotage, el panorama de restricción y ajuste económico que parece anticiparse para los próximos años, no ofrecería las mejores condiciones para llevar adelante un gobierno con chances de cumplir con las expectativas puestas en ella. Otra hipótesis, tiene que ver con la respuesta de la justicia. La suspensión de las elecciones en San Juan y Tucumán por parte de la Corte Suprema, frente al intento de reelección de gobernadores peronistas, Sergio Uñac y Juan Manzur (con nuevas postulaciones muy discutibles desde lo legal) podrían ser el anticipo de un bloqueo por parte del poder judicial a su candidatura. Esto redundaría en un nuevo escándalo y conflicto institucional que en términos generales afectaría al peronismo. En definitiva, las razones principales pueden ser alguna de estas, varias, o quizás otras que el lector o lectora puede incorporar a su piachere.

Sin embargo, uno de los aspectos que dejó la jornada de ayer para la interpretación política fue la disposición de las referencias y un posible mensaje que deja traslucir. La más relevante, que no pudo pasar desapercibida para ningún observador distraído, es a Wado de Pedro y Sergio Massa juntos, exactamente detrás de la oradora. La imagen que se forma parece ser bastante obvia. Una fórmula Massa-De Pedro, con la bendición de CFK, lo que podría ofrecer ciertas chances de competitividad electoral, y contención a las diferentes vertientes de la coalición oficialista. El otro dato de color lo dio la imagen de Juan Grabois saludándose con Massa, y el trascendido de que se “juntarían a tomar un café”. Hace algunas semanas, Grabois planteó en una actividad pública en Rosario, con el tono de fervor al que nos tiene acostumbrades, que no apoyaría a Massa bajo ningún punto de vista, ni, aunque la mismísima Cristina lo llame y le ofrezca toda la lista de diputades y senadores. La lluvia de un 25 de mayo, puede hacer milagros.

Parece que el peronismo iría encontrando un camino de ordenamiento. La fórmula Massa-De Pedro dejaría sin chances reales a otras postulaciones. En el plano programático, aún muchas cosas por definirse. En el discurso de ayer, una apelación a los años dorados del kirchnerismo, y a una supuesta orientación productivista de patas cortas. Pero dentro de la discusión real y las perspectivas, ninguna crítica a la matriz extractivista de un modelo que el propio kirchnerismo ayudó a poner en pie. El cuestionamiento al acuerdo con el FMI sólo sería para establecer un replanteo del mismo, atando el pago al crecimiento, pero sin cuestionar la ilegitimidad de la deuda.

Las reales chances de una perspectiva de soberanía popular para nuestro país, y de un gobierno patrio que no se subordine al imperialismo, sólo serán posibles si se anula el acuerdo con el FMI. Esto sería sólo un primer paso, para despejar el horizonte hacia la construcción de un verdadero programa que responda a las necesidades populares. Un programa que se aleje de la sumisión a los intereses de las corporaciones económicas, y de un modelo de distribución de la riqueza sustentado en la conciliación de clases. ¿Es posible que emerja otra fuerza política de raigambre popular con esa perspectiva? La historia no esta escrita hacia adelante. Habrá que descubrir los actores y actrices que puedan asumir ese desafío.