La selección sub 20 argentina aplastó a Nueva Zelanda por 5 a 0.  Más  allá del resultado que le permite ganar con comodidad el grupo, los chicos de Mascherano jugaron a un nivel al que no estamos acostumbrados quienes miramos el futbol local.  

La selección argentina borró al equipo rival de la cancha y mostró una actitud muy agresiva desde el primer minuto del primer tiempo, que terminó 3 a 0 , pero la diferencia pudo ser más amplia. Es cierto que el rival era muy flojo, pero el equipo de Mascherano tiene jugadores de buena técnica y que además,  parecen convencidos de que, como predicaba Angel Cappa : “La mejor manera de ganar es jugando bien al fútbol”.

En su formación inicial el equipo nacional reservó a un puñado de jugadores que parecían haber ganado la titularidad, pero la actuación descollante de quienes ingresaron va a poner en aprietos a un técnico que tendrá que elegir entre jugadores que han demostrado un muy alto rendimientos.

Maestro Puch e Infantino, que marcaron goles, mostraron potencia ofensiva.  Román  Vega que había ingresado en el segundo tiempo contra Guatemala volvió a mostrar un alto rendimiento y lo mismo hizo Ignacio Miramon, que busca ganarse un lugar en medio campo donde sobran los buenos jugadores.  

En el segundo tiempos del partido regresaron al primer equipo: Barco. Perroni, Soulet, y Veliz. A este último jugador, unos pocos minutos en la cancha le alcanzaron para volver a convertir. También ingresó el arquero Nicolas Klaa, que casi no tuvo trabajo.  

La selección argentina sub 20, en apenas tres partidos ya ha generado atención y empatía entre los que nos gusta el fútbol. Habitualmente somos sometidos, tanto en la liga local como en la Libertadores, a partidos mediocres y a planteos tácticos que no pueden ocultar su mezquindad. Por eso resulta un placer ver a jugadores que pueden acertar más de tres pases seguidos y a un técnico que juega a la ofensiva.

La intención de “jugar bien” abreva en nuestra mejor identidad futbolística, y facilita la asociación con nuestros mejores recuerdos del pasado. Por eso el segundo gol, convertido por Lucas Romero nos pareció “maradoneano”, las gambetas de Brian Aguirre nos hace acordar al “loco” Houseman y Federico Redondo, nos recuerda a su papá, Fernando.

Este mundial sub 20, tiene otra dimensión que ya hemos comentado.

El equipo argentino no había conseguido clasificarse y entró a este evento por la puerta de la indignidad, que abrieron los mandamases de la FIFA a los dirigentes de la AFA. El país que había sido elegido para organizar el mundial, Indonesia, fue sancionado por no permitir el ingreso de Israel, un Estado que es responsable de usurpación de territorios y de la muerte de miles de niños palestinos.

Disfrutamos del buen fútbol, pero no perdemos la memoria.

Foto : Ambito Financiero.