“Soy una excelente persona. Creo en Dios”
1Jun23Sebastián Villa, figura de Boca Juniors, enfrentará la sentencia judicial en el juicio por violencia de género que le inició su ex pareja. Además, comenzó el juicio donde otra mujer lo acusa de violación. En Boca oscilan entre el silencio y la defensa frontal. No hay protocolo ni conciencia, un caso emblema que esconde mucho más.
El delantero colombiano de Boca dio sus últimas palabras en el juicio que lo tiene como acusado de violencia de género y amenazas. La denunciante y compatriota de Villa, Daniela Cortes, espera desde su país el fallo judicial que se dará este viernes al mediodía en Argentina. El fiscal pidió una pena de 2 años y 3 meses, es decir una condena excarcelable. Según las especulaciones periodísticas de estos días, estaría casi descartada la acusación de amenazas graves, mientras que hay incertidumbre sobre la acusación principal sobre violencia de género. Se sabe por la pena pedida por la fiscalía que Villa no va a ir a la cárcel aún si se lo declara culpable. En la fila espera el avance del otro juicio, donde el delantero Xeneize está acusado de violación por Tamara Dóldan.
Mientras esperamos el fallo, o los fallos judiciales, Villa sigue jugando, Boca sigue callando y el resto del fútbol argentino sigue avalando. Hace tiempo escribimos en este portal, que el caso de Villa tiene dos particularidades muy fuertes: por un lado, hubo denuncias y todo salió a la luz, y por el otro, es la figura del equipo de fútbol más popular del país. Pero las preguntas que nos hacíamos eran “¿es el único jugador violento del fútbol argentino?” “¿se conocerán más casos, en Boca y en el resto de los clubes, pero nadie interviene porque no hay denuncias?”.
El poder de la pelotita
Las audiencias de este primer juicio mostraron pruebas, peritajes, hasta ahora bastantes contundentes sobre la existencia de golpes físicos de parte del delantero sobre la joven Cortes. Boca jamás activó el protocolo interno, ni el sugerido por AFA en estos casos, y no solo lo dejó seguir jugando, sino que sus máximos dirigentes (Ameal, Riquelme y diferentes DT´s) no pararon de elogiarlo públicamente. Para completar la secuencia de complicidades, el 18 de abril Boca se jugaba un partido clave por la Copa Libertadores recibiendo de local al Deportivo Pereira y Villa estuvo toda la jornada en los juzgados de Lomas de Zamora con su botinero en mano; fue directo a la cancha y jugó de titular como si nada pasara.
Esta semana se conoció una denuncia de violencia de género contra el arquero suplente de Platense, hubo hasta hace poco jugadores de Vélez Sarsfield denunciados por abuso sexual. Y todas, todos, todes festejamos a rabiar la copa del mundo de la selección comandada por Messi, en el plantel estaba Thiago Almada, denunciado por abuso sexual. Pensar que las respuestas a las preguntas planteadas en el párrafo anterior son negativas, es casi no querer mirar con ojos sinceros la realidad. También es cierto que quien escribe no quiere salir a acusar lo que no sabe ni adoptar una postura que iguale denuncia con veracidad; pero el mundo del fútbol se debe un serio baño de honestidad. La violencia de género y los abusos sexuales forman parte de la sociedad, y en un ámbito tan machista como el de la pelota, esto está exacerbado. Tanto como los elevados niveles de homofobia, en un ambiente donde participan cientos de miles de hombres y sin embargo es noticia que un jugador de República Checa se declare abiertamente gay. ¿De verdad? ¿Es el único jugador gay entre cientos de miles en el mundo? A mí me hacen dudar semejante estadísticas, quizás sea que en un ambiente que hace monumento de la masculinidad abultada y violenta, ser homosexual sea una tragedia, un oprobio, casi al borde de una enfermedad.
Parafraseando a un importante dirigente social, Villa estuvo todo el juicio “en un cumple”: vestido con buzos de ositos, llevó provocativamente el botinero el mismo día que jugaba a la noche, expuso buscando ridiculizar un video íntimo de su ex pareja (que los grandes medios pasaron hasta el cansancio) donde se suponía que “Cortes le pegaba a Villa” y se la ve a ella llorando y al delantero buscando desesperado quedar en víctima. Algunos jugadores y periodistas que lo conocen del día a día, dicen que “Villa es un poco inconsciente“, suponiendo que eso sería una virtud. Una vez más el mundo de la pelota y los operadores con micrófonos buscan lavar la imagen de un negocio que necesita esconder mucha mugre bajo la alfombra.
Este viernes conoceremos el fallo judicial, quizás haya un poco de claridad y justicia. Pero mientras la pelota siga rodando y el negocio siga facturando, seguiremos estando en orsai.
UNANOTA IMPORTANTE. Merece profunda reflexión Los deportes, los grandes medios, las mega empresas son traficantes de sexualidad represora. Hay que hacer un análisis profundo para proteger a las victimas e impedir la condena por denuncia. Tema que Matías toma con profundidad.