Éramos muchos…y llegaron las apuestas deportivas
2Jun23Si algo le faltaba al fútbol argentino para incentivar los malos arbitrajes y las conductas sospechosas de dirigentes, intermediarios y jugadores, sumó la llegada de las apuestas deportivas. El dinero del juego manejado por estos mecanismos, agrega incertidumbre a las conductas de quienes son sus protagonistas.
Las apuestas deportivas no se limitan a pronosticar el resultado de los partidos, sino hechos del juego como, por ejemplo: qué equipo va a hacer el primer gol, si habrá algún expulsado en los primeros quince minutos de juego, la cantidad de corners que va a tener a favor un equipo, si el arbitro cobrará algún gol de penal, etc.
En el megaescándalo de sobornos por apuestas deportivas que estalló en Brasil, se comprobó que el jugador argentino Kevin Lomónaco del club Bragantino, intercambiaba chats con un apostador que le ofrecía 70.000 reales por hacerse amonestar en el primer tiempo. Este caso, que le costó al jugador una suspensión de 380 días y una multa de 5000 dólares, fue el menos grave de los detectados. Los jugadores Matheus Gomes y Gabriel Tota (Ypiranga-RS) fueron suspendidos de por vida.
Lo que puede suceder con las apuestas ya tiene un antecedente en el país. En 2022, se descubrió que cuatro jugadores del equipo de El Porvenir, estaban cobrando por ir a menos en los partidos. El Porvenir, participaba en el torneo de primera C, con muy malos resultados. Esclarecido el hecho, los jugadores comprometidos en los sobornos fueron apartados, pero el equipo no pudo recuperarse y finalmente descendió a la categoría D.
Las apuestas deportivas aportan incertidumbre porque la pregunta obvia es: qué motivó, por ejemplo, que el jugador de un equipo le pegue un patadón descalificador a un rival a los diez minutos de iniciado el encuentro. ¿Ingresó al campo de juego con los cables pelados o fue sobornado?
Desde esa incertidumbre el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires inició una investigación de oficio para determinar si la patada que lesionó al delantero de Boca, Exequiel Zeballos, en el partido con Agropecuario de Cárlos Casares por la Copa Argentina, estuvo vinculada al negocio de las apuestas deportivas. La lesión de Zeballos se produjo el 10 de agosto de 2022, a partir de una descalificadora patada del defensor de Agropecuario, Milton Leyendeker, a los 8 minutos del primer tiempo, en un partido disputado en Salta.
También correspondería preguntarse: ¿qué pasó con el gol que le anularon desde el VAR a Gimnasia y Esgrima de La Plata en el partido con Sarmiento de Junín? Este fue un error arbitral, al margen de cualquier interpretación del reglamento. Con posteridad a la finalización del encuentro el árbitro del partido, Ariel Penel, y el que estaba a cargo del VAR, Diego Abal, se disculparon con las autoridades de Gimnasia.
Según parece, ese reconocimiento de culpas no conformó a la AFA, que decidió que Abal no seguirá trabajando como árbitro profesional.
La presencia de las apuestas deportivas agrega a los futbolistas una nueva presión. Cada vez que un delantero erre un gol “imposible”, o que un arquero salga a destiempo y deje el arco desguarnecido, o que un defensor pifie una pelota y la deje boyando en el área, vamos a dudar si lo hizo por “burro” o por vendido.
Habría que movilizar para que se prohíban las apuestas. Mientras tanto, quienes queremos al fútbol, no tendríamos que apostar.
Foto: El Tiempo.