Durmiendo con Macri

Durmiendo con Macri

3Jun23 0 Por Guillermo Cieza

Las declaraciones del candidato a Jefe de la Ciudad porteña, Jorge Macri sobre las personas que duermen en la calle, expone las miserias de la derecha.

El flamante candidato del PRO a la intendencia de Buenos Aires, salió a poner pimienta en el debate electoral mostrando su preocupación por la presencia de familias de indigentes que duermen en la calle: “No puedo aceptar que se adueñen del espacio público. Hoy los cajeros automáticos se han transformado en monoambientes de algunos”.

A Jorge Macri no le preocupa que las personas duerman en la calle, que pasen hambre, frío o calor, ni su total desamparo. Le preocupa que se vean, que se hagan visibles, que muestren que algo no está funcionando bien en una ciudad que presume ser del primer mundo.

Buenos Aires es una ciudad con una grave crisis habitacional. Más del 40% de los porteños no son propietarios y deben alquilar sus viviendas en un mercado con oferta escasa y precios exorbitantes. En Buenos Aires hay miles de viviendas sin alquilar que están fuera del mercado local, que fueron construidas para lavar dinero y apuntan al turismo extranjero.  Esas viviendas vacías contrastan con el hecho comprobable de que hay un 30% más de personas en situación de calle.

Jorge Macri fue impuesto como candidato para garantizar la continuidad de los negocios de su familia: contratos en obra pública, especulación inmobiliaria, explotación de mano de obra esclava de origen migrante. Sus intereses son tan previsibles como los de sus ancestros familiares mafiosos que provenían de Cerdeña.

Desde la lógica de la derecha argentina, en este país sobran no menos de diez millones de habitantes. Y Macri, expone la preocupación por los sobrantes que, no solo existen sino que se muestran “adueñándose del espacio público”. Desde esa mirada su única preocupación es cómo se esconde y se contiene a esa población excedente.  Por eso, su discurso no va más allá de medidas represivas, pistolas tasser, ilegalización de las protestas, etc.

Los discursos de la derecha son como los malos chistes verdes, a los que se le quita la grosería y no queda nada. En este caso, se le quita el racismo y el odio a los pobres y no queda nada.

Solo son digeribles para quienes han llegado a convencerse de que en este país el problema son los que no llegan a fin de mes, los que no tienen vivienda, los que no han conseguido completar estudios universitarios, los que escuchan música a todo volumen.  Es decir, los “subhumanos”.

Candidaturas como las de Jorge Macri, toman examen a una sociedad, midiendo hasta qué punto ha llegado su descomposición moral, su pérdida de valores comunitarios, su cinismo.

En los próximos meses los porteños elegirán si prefieren dormir cuando hay pobres en la calle, o dormir con Macri. Son opciones horrendas, pero así estamos.

foto: diario La Razón