Vamo´ arriba la celeste

Uruguay se clasificó campeón mundial sub 20, derrotando a Italia. Merecido premio para un equipo que salió a ganar el partido desde el primer minuto y que demostró ser el mejor del torneo.

Uruguay volvió a repetir la actuación que tuvo contra Israel, jugando con mucha vocación ofensiva y ahogando a su rival en su propio campo.

La diferencia con el partido anterior es que esta vez no pudo conseguir el gol que merecía hasta los 85 minutos del segundo tiempo.  Y lo consiguió poblando el área rival con delanteros que intentando definir pero con mala fortuna,  hasta que uno de esos rebotes le llegó a la cabeza de Luciano Rodriguez que no falló.

El equipo italiano no pudo resolver la presión charrúa durante todo wl partido y se limitó  a defenderse con muy pocas llegadas al  área rival.  Uruguay tuvo una oportunidad muy clara de abrir el marcador en el primer tiempo a los 31 minutos  cuando Anderson Duarte le erró a la pelota en un centro que pasó muy cerca de la línea del arco. Después, vino un cabezazo de Duarte que fue desviado por el arquero italiano con una enorme atajada.

En el segundo tiempo el equipo uruguayo tuvo otras oportunidades donde la faltó contundencia para definir.  Pero cuando el partido parecía que iba al alargue, llegó el  gol que valió el campeonato. Sobre el final Uruguay pudo agrandar esa diferencia cuando en un contrataque entró al área rival con tres delanteros sin marca que no pudieron convertir.

Haciendo un balance del campeonato, se lo llevó quien se lo merecía:  por no especular y  por la famosa garra charrùa, que esta vez estuvo acompañada por vocación ofensiva y  el buen futbol que despliegan un puñado de jugadores muy prometedores.

Uruguay consiguió un triunfo histórico porque era la tercera vez que llegaba a una final del sub 20 y no había podido ser campeón.

Que haya ganado Uruguay, nos ha traido alegrías a los que nos gusta el futbol en este país, en un mundial donde nuestra selección participó cuando, desde lo deportivo, había perdido el derecho a competir. Este mundial se jugó en  nuestro país porque lamentablemente pesaron los compromisos mafiosos de la FIFA para proteger al Estado de Israel del repudio que recibe por sus crímenes en Palestina. Y también porque las autoridades de la AFA fueron cómplices del despojo de la sede a Indonesia.

Los chicos argentinos de la sub-20 no fueron responsables de esos manejos y llegaron a entusiasmarnos jugando bien al fútbol.  Su eliminación temprana, en octavos de final, no los descalifica.  A quienes se le arruinó en parte el negocio fue a la dirigencia de la AFA, y a todos los que vieron al mundial como una gran oportunidad para ganar mucho dinero, si nuestro equipo llegaba a la final.

Eliminada la selección argentina, todo el peso de defender la calidad del fútbol  rioplatenses quedó en manos de la selección celeste. Y los pibes uruguayos cumplieron al punto de emocionarnos.  

Lindo desafío hacia adelante para Marcelo Bielsa que se ha hecho cargo de la selección mayor de ese país y ahora tiene una base de chicos campeones, para proyectar el futuro.