Crisis en Rusia: el grupo Wagner se retira a sus bases
25Jun23El conflicto planteado entre el contratista militar Yevgeny Prigozhin, jefe del grupo mercenario Wagner y el alto mando ruso escaló al punto que se temió un enfrentamiento militar. La intervención del presidente de Bielorrusia, aplacó los ánimos y consiguió que el grupo rebelde vuelva a sus campamentos bases.
La disputa entre el oligarca ruso Prigozhin y los jefes militares del Estado ruso, el ministro de Defensa Sergei Choigou y el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Valeri Guerassimov, venía de lejos. En la batalla de Bajmut el jefe del grupo Wagner acusó a los funcionarios rusos de no suministrar a tiempo munición y otros equipos militares a su ejército. Y que esa demora le hizo perder muchos soldados.
La decisión de Vladimir Putin de centralizar el mando y ejercer un mayor control sobre los contratistas privados que pelean en Ucrania, no le cayó bien a Prigozhin, y mucho menos la decisión de no permitir que los privados recluten soldados de las cárceles de Rusia. Se dice que esa fue la principal fuente que utilizó Prigozhin para formar su ejército.
Como buen capitalista, el oligarca ruso, mostró su disconfomidad porque le estaban achicando el negocio y mostró su malestar retirándose de Ucrania, después de la toma de Bajmut. En los últimos días hizo declaraciones donde ponderaba los avances de la contraofensiva ucraniana, a contrapelo de la versión oficial del gobierno ruso que sostiene que es un fracaso total.
A continuación se planteó un incidente confuso, donde por un lado Prigozhin acusó al alto mando ruso de bombardear bases del grupo Wagner, por otro avanzó con sus tropas ocupando el cuartel militar y la ciudad de Rostov. También amenazó dirigirse con sus 25.000 hombres sobre Moscú. La respuesta del gobierno ruso fue iniciar una causa penal contra Prigozhin a quien Putin, sin nombrarlo, acusó de traición.
Parece evidente que después de llegar a un punto límite, los dos contendientes, midieron fuerzas y concluyeron que lo mejor era negociar.
Si Prigozhin se planteaba sumar apoyos para dar un golpe de Estado contra Putin, no tuvo éxito. No consiguió apoyo militar, ni político. También Putin tuvo dificultades para reprimir al grupo Wagner. Ese grupo mercenario, por sus acciones, ha ganado prestigio entre los militares rusos, que además no ven conveniente un enfrentamiento entre tropas que pelean de un mismo bando.
El presidente de Bielorrusia, aliado de Putin, pero que además tiene una vieja amistad con el jefe del grupo Wagner, actuó como mediador y finalmente se bajó el tono de la disputa. Prigozhin declaró: “Ahora es el momento en que la sangre puede correr. Por eso, comprendiendo toda la responsabilidad de que se derrame sangre rusa, nuestras columnas dan media vuelta y regresamos a nuestras bases”.
El vocero del Kremlin, Dimitr Peskov, anunció que se retiran los cargos penales contra Prigozhin y también que “no se presentarán cargos contra el resto de los combatientes”, porque”siempre hemos respetado el heroísmo en el frente y siempre mantendremos ese respeto”.
La crisis planteada entre el gobierno ruso y el grupo Wagner, alentó las decaídas expectativas del gobierno ucraniano y los jefes de la OTAN. Si el conflicto se prolongaba, se generarían fisuras en el frente militar ruso que podría capitalizar la contraofensiva. Si han podido sacar alguna ventaja en estos días de incertidumbre lo sabremos en la próxima semana.
Si la guerra en Ucrania tiene sus aristas confusas, la presencia de fuerzas mercenarias que combaten por ambos lados le agrega complejidades. El conflicto del grupo Wagner en el frente ruso, pone en foco a estos ejércitos privados que pelean por dinero. En plena guerra, los contratistas militares hacen negocios renovando contratos, o retirándose si estiman que las ganancias no son suficiente. Además de la preocupación por obtener dinero, algunos jefes mercenarios tienen aspiraciones políticas, o de apropiación de territorios, lo que agrega nuevos motivos de conflicto.
La carne de cañón de los ejércitos mercenarios son migrantes miserables de países empobrecidos o presos sacados de las cárceles. Las versiones oficiales de la OTAN y el alto mando ruso, difunden otros relatos, con menciones al heroísmo y el amor a la Patria.