Misiones y el glifosato

Misiones y el glifosato

25Jun23 0 Por Nora Tamagno

La Provincia de Misiones aprobó una ley que promueve los bioinsumos y prohíbe el uso de glifosato en todo su territorio. Muchas voces se han alzado en su contra.

La Cámara de Representantes de la Provincia de Misiones aprobó recientemente la Ley de Promoción de la Producción de Bioinsumos, que será el marco regulatorio para la investigación, desarrollo, producción, procesamiento, registro, comercialización y utilización de bioinsumos.

Los objetivos de la Ley son: “generar líneas de trabajo colaborativas a los efectos de promover el desarrollo de insumos biológicos; optimizar los procesos de elaboración de los productos utilizando métodos de purificación totalmente orgánicos; promover planes de acción para el adecuado manejo del riego agropecuario y la eficiencia del uso del agua; diseñar y ejecutar acciones tendientes al crecimiento y desarrollo sustentable de los cultivos en la provincia e incentivar al desarrollo de nuevos procesos tecnológicos para la producción de bioinsumos, a los fines de impulsar su utilización como herramienta primordial en el territorio”.

Además, esta ley en su artículo 7, prohíbe la utilización del glifosato, sus componentes y afines en toda la provincia, y dispone que esta prohibición entrará en vigencia en dos años a partir de su publicación, plazo que tendrán los productores y cooperativas para adaptarse a este requerimiento de la ley. Esta cuestión es la que ha generado más revuelo y diferentes entidades del sector agrícola-ganadero ya se han pronunciado en contra. Algunos de los argumento esgrimidos son que no debe hacerse por imposición y que no será fácil o posible remplazar el uso del glifosato en muchas producciones de la provincia (te, yerba mate, forestación).

Los bioinsumos son productos elaborados con organismos (bacterias, hongos, virus e insectos) o con sustancias naturales, que se usan para favorecer la producción agrícola, mejorando el crecimiento de las plantas o controlando ciertas plagas. Pero, tal como analizábamos en un artículo de tramas.ar (ver aquí), estos productos deben ser gestionados por los y las productoras, utilizando materiales del propio campo, y deben aportar a la transición agroecológica. Por el contrario, considerar a los bioinsumos como “herramientas tecnológicas eficientes para incrementar la productividad del sector” y promover su producción a gran escala industrial, dista del planteo de cambiar el modelo de producción dominante, caracterizado por el uso de numerosos insumos externos.

Con respecto a la prohibición del glifosato, entendemos que esta ley es un ejemplo de que es posible (además de necesario) generar marcos regulatorios sobre productos tan peligrosos para la salud humana y ambiental como este agrotóxico.  

Por otro lado, los bioinsumos sobre los que hay más desarrollo y experiencias no son para el control de malezas, son los usados para control de ciertas plagas animales y para mejorar la salud y nutrición del suelo, por lo que podrían reemplazar parcialmente el uso de ciertos agroquímicos como insecticidas y fertilizantes. Por lo tanto, para abandonar el uso del glifosato y de otros herbicidas, habrá que promover prácticas productivas basadas en tecnologías de proceso, con perspectiva agroecológica. Para ello será central valorar los saberes campesinos y de la producción familiar y contar con el rol activo de las diferentes instituciones del estado.

Imagen: www.misionesonline.net