Tres tiros mortales con arma reglamentaria

Tres tiros mortales con arma reglamentaria

28Jun23 0 Por Tramas

El 27 de junio en horas de la noche, el oficial de la policía bonaerense Nazareno Sebastián Miño asesinó a su ex  pareja, Victoria Díaz, de 35 años y a su ex cuñada Castorina Díaz de 39 años. El hecho ocurrió en un barrio humilde de Arturo Segui , en el Partido de La Plata.

La pareja  tenía dos niños que fueron testigos del hecho. Miño y Victoria Díaz se habían separado  y la mujer se había ido a vivir con sus hijos a la casa de su hermana. También resultó herido de gravedad el cuñado de Victoria, Alcides Martínez que al igual que su mujer, habríando interceder en la discusión que Miño mantenía con su ex pareja. Una niña de la familia Martinez-Diaz, también fue testigo del doble crimen.

Miño, tenía denuncias por violencia de género, realizadas por su ex mujer. Resulta evidente que esas denuncias no tuvieron ningún curso dentro de la institución, porque se permitió que este efectivo siguiera armado. El crimen fue cometido con una pistola Bersa calibre 9, que es su pistola reglamentaria. Resulta evidente que Miño sabía manejar armas. Utilizó solamente tres disparos para asesinar a las hermanas Díaz, y herir de gravedad a su ex cuñado Martínez.

En la Argentina entre 2017 y 2020 una de cada cuatro víctimas de femicidio fueron asesinadas por armas de fuego. En caso de femicidios múltiples esta cifra aumenta al 37%. En el AMBA, uno de cada cinco femicidios son cometidos por miembros de las fuerzas de seguridad.

Cuando una mujer realiza una denuncia en sede policial deberá enfrentarse a prejuicios machistas y a obstáculos burocráticos para que esa denuncia siga los canales que corresponden. Pero cuando el denunciado es miembro de una fuerza de seguridad, esa situación se agrava. Esto sucede incluso en las Comisaría de la Mujer. Victoria no solo era una mujer humilde, era además de nacionalidad paraguaya, otro motivo para ser discriminada.

María del Carmen Verdú, referente de Correpi, comenta sobre ese tema: “Las comisarías de la mujer son la misma comisaría de siempre con un cartelito que dice ‘de la mujer’. Creo que tenemos que sacar del escenario a las fuerzas. Hay otros lugares de recepción de denuncias atendidos por personal civil”.

La mentalidad policial, agitada por provocadores anti-derechos que se pasean por los estudios de televisión, es reticente a aceptar denuncias de mujeres humildes o reclamos que invocan derechos humanos. En los últimos hechos de Jujuy, cuando uno de los detenidos invocó su pertenencia a un organismo de derechos humanos le pegaron más fuerte.

Victoria Diaz, que tenía frecuentes discusiones con su marido por sus celos y la tenencia de los hijos, había denunciado al oficial Miño por sus amenazas. Esos papeles se perdieron o quedaron demorados en alguna parte. Hoy, el saldo son otras dos mujeres muertas, un hombre herido de gravedad y tres niños que fueron testigos del asesinato de sus madres, perpetrado a sangre fría, por un tirador experto, con arma reglamentaria.  

Foto : 221