“Abubomba. Agitadora internacional”
10Jul23Una entrevista teatral en el Museo Penitenciario (ex Cárcel de mujeres) “Antonio Ballvé” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El 25 de junio pasado asistimos a ese evento artístico del que da cuenta el título de esta nota. Con formato escénico de entrevista teatral, el director de teatro Daniel Begino se caracterizó de periodista de investigación para entrevistar a Beatriz Rajland quien, aplacada la ovación con la que el nutrido público la recibió, dio el puntapié inicial presentándose a sí misma.
“Mi nombre es Beatriz Rajland. Soy mamá. Soy abuela. Soy abogada, doctora en derecho, profesora e investigadora de la Universidad de Buenos Aires, militante revolucionaria de toda la vida y… actriz…tardíamente”.
Con sus jóvenes 85 años, en poco más de una hora de fluida charla con su entrevistador, Rajland pasó revista a parte de su cuantioso cúmulo de recuerdos y anecdotario, con la oportuna y medida intervención de Begino y con la proyección de fotografías -desde la de sus padres y de ella en su infancia hasta las que documentan distintos pasajes de la entrevista-. La actriz Manuela Begino y el actor Diego Iñiguez fueron parte indispensable del desarrollo de la entrevista teatral, al ponerse en la piel de distintos personajes -de los cuales “entraban” y “salían”, según la necesidad de cada relato parcial-, con la agilidad y frescura necesarias para que el ritmo de la actuación se mantuviera sin fisuras.
Desde aquel primer sello de “agitadora internacional” que le fuera endilgado en su más temprana juventud, pasando por cada una de las tres veces que, previo a 1976, estuvo presa en calidad de “detenida política”, queda en claro que a la Rajland nunca se le fue informado el motivo o causa de su detención o de aquél sello impuesto en su documento. Sin alardes o aspavientos, la entrevistada responde con sencillez y claridad ideológica sobre su opinión sobre el porqué de aquellos injustos encierros. Lejos de rememorar horas aciagas en la cárcel -particularmente en el edificio de la cárcel de mujeres devenido en Museo Penitenciario donde se estaba desarrollando el evento artístico-, la Rajland hace gala de su capacidad actoral para recrear momentos como el de la organización de actividades cotidianas con las demás detenidas dentro del penal o el del contrapunto que tuvo con la monja que regenteaba la institución carcelaria cuando aquélla recibiera la orden superior para la liberación de la presa política.
La escena jugada entre la Rajland -haciendo de sí misma casi cinco décadas atrás- y Manuela Begino -en la piel de la referida religiosa-, valió con creces las sonrisas con las que el auditorio acompañó los merecidos aplausos.
Algo similar en el escenario y en el auditorio ocurre en otras escenas, como la que da cuenta de la manera en que la entrevistada se enteró de la fake-news que difundiera Infobae, respecto al organismo ATTAC del que en esos momentos -2018- Beatriz Rajland era presidenta. Infobae “informaba” de actividades “sospechosas” de ATTAC como la recepción de cuantiosos fondos del exterior, abrevando en la posibilidad de lavado de dinero y/o para solventar actividades desestabilizadoras en el marco de la Ley Antiterrorista Argentina. La Rajland hace partícipe de su indignación al auditorio por la enormidad de las mentiras publicadas -incluso la de haberle cambiado “en dos más” los 80 años que aquélla tenía al tiempo de lo publicado.
Inducida por Begino en su carácter de incisivo entrevistador, la Rajland pasa revista a vuelo de pájaro de algunos de sus viajes -a Ecuador, a Cuba, a Nicaragua, de su estadía en la escuela de formación política de la URSS- y, para deleite del auditorio, se detiene en la emoción de sus encuentros con el Che, con Fidel, con la Pasionaria…
El tono del texto y de las actuaciones fue emotivo y sin golpes bajos. Con humor sin banalidad. Militante sin eufemismos y -lo mejor de todo- sin autobombo. Un contenido claramente revolucionario sin arengas disonantes ni interpelaciones desde un púlpito imaginario.
No faltó la memoria de Mario -marido de la entrevistada-, ni el recuerdo de la semi clandestinidad que vivieron las hijas al tiempo en que ella ejercía su profesión de abogada en la defensa de Derechos Humanos particularmente respecto a detenidos políticos.
El recuerdo que nos comparte Beatriz Rajland del tecito tomado con la Pasionaria así como la carta a Mónica escrita y leída por la entrevistada al final del encuentro no fueron relatados como cierre sino como un convite más a estar atentxs a las continuidades y discontinuidades de la lucha política. En eso, además, vale agradecer a la Rajland por este nuevo aporte de su militancia.
En síntesis: “ABUBOMBA Agitadora internacional” es una muestra de cuidadoso trabajo actoral y de dramaturgia que nos dejó con “ganas de más”. Esas “ganas de más” son las de seguir conociendo de esa mujer real que jugó su rol de entrevistada. Esa mujer real de quien podría haber estado refiriéndose Jack Kerouac cuando describía: “(…) Las puedes citar; no estar de acuerdo con ellas; glorificarlas o vilipendiarlas. Pero lo que no puedes hacer es ignorarlas. Porque cambian las cosas. Empujan adelante la raza humana. Mientras algunos las vean como locas, nosotros vemos el genio. Porque las mujeres que se creen tan locas como para pensar que pueden cambiar el mundo son las que lo hacen”.
Imagen: Parte del edificio de la ex-cárcel de mujeres.