Migrantes, cinismo y esclavitud

Migrantes, cinismo y esclavitud

20Jul23 0 Por Tramas

En Europa la cuestión de la inmigración proveniente de países de Medio Oriente y África es un tema que está siempre al tope de la agenda. Los políticos de derecha no vacilan en acusar a las personas inmigrantes de gran parte de los problemas que se producen en sus países. Sin embargo, resulta muy evidente que quienes emigran lo hacen por razones donde Europa tiene mucha responsabilidad.

Las y los inmigrantes vienen de países donde las multinacionales y sus políticas de saqueo han acentuado sus dificultades económicas; de territorios invadidos o bombardeados por la OTAN o de lugares muy afectados por el cambio climático.   Con respecto a este último tema, para advertir las causalidades, no hay más que superponer los mapas de los países con fuerte salida de migrantes, con aquellos lugares donde los incrementos de temperatura han complicado la existencia humana y se ha agravado la escasez de agua. La UE es el tercer mayor emisor de gases de invernadero, detrás de China y Estados Unidos, seguido de India y Rusia.

No hay cifras de la cantidad de migrantes que se trasladan anualmente a Europa, pero sí hay bastante precisión de los que no llegan a completar el viaje. Desde 2014 a la fecha se estima en 20,000 a las personas que perecieron ahogadas en el Mar Mediterráneo.

Los políticos de derecha suelen agitar cifras incomprobables sobre la llegada de inmigrantes. Por ejemplo, en Gran Bretaña, políticos conservadores han mencionado que llegan anualmente 45.000 inmigrantes. Esas cifras no tienen ningún respaldo estadístico. Las cifras de migrantes que ingresaron por el canal de la Mancha fue de 8700 en 2020 y 28.000 en 2022.

Como ocurre con otros temas, el capitalismo crea los problemas y después ofrece soluciones, que terminan agravándolos. En el Reino Unido la última novedad es la construcción de prisiones flotantes donde los inmigrantes pueden esperar que se definan sus pedidos de asilo. Según sus promotores, estos “refugios” permitirían al Estado inglés ahorrar dinero, que pagan en hoteles y alojamientos de quienes piden asilo. Un portavoz del gobierno británico afirmó : “Creo que lo mejor para el conjunto de los ciudadanos es que dejemos de destinar seis millones de libras al día (casi siete millones de euros) del dinero de los contribuyentes a alojar a estas personas en hoteles”.

Para ese fin ya se ha construido la primera barcaza, Bibby Stockolm, capacidad para unas 500 personas,  que está anclada en Dorset, en el sur de Inglaterra. Esta barcaza cuenta con 222 camarotes (calabozos) donde se pueden alojar dos personas.

Según el gobierno británico esta iniciativa ahorrará gastos, pero además evitará que los y las migrantes se mezclen con la población local.

Siendo coherentes con el espíritu de esta iniciativa, la empresa contratada para construir y operar estas barcazas es  Bibby Line Group Limited, que fue fundada por John Bibby, que era dueño de tres barcos donde se traficaba esclavos a principios del siglo XIX.

Inglaterra, junto a Portugal, Países Bajos, España y Francia fueron protagonistas del saqueo de los países coloniales en Africa y Medio Oriente, y grandes traficantes de esclavos. Justificaron sus crímenes contra la humanidad, amparándose en el racismo, que convertía a los secuestrados, expoliados y colonizados en seres inferiores. Ese racismo, que también practicaron con los pueblos eslavos y los originarios americanos, ha sobrevivido hasta el presente. Desde esas cabezas coloniales se vota a los gobiernos derechistas y xenófobos del continente; se tornan aceptables resolver la cuestión migrante, enjaulando a los que huyen de sus tierras desvastadas; y se eluden responsabilidades sobre los padecimientos de los países más pobres.