La sequía: la fake news del sistema
8Ago23En la cultura represora, se miente con la verdad. La mentira perfecta. (aforismo implicado AG)
Cuando hablo de sistema, me refiero al sistema monopólico de representaciones y sentidos. Incluyo: Gobiernos, Estados, Empresas Monopólicas Trasnacionales, Empresas Periodísticas en diversidad de formatos. Seguramente queda algo fuera del listado, pero con esto, basta y sobra. Pareciera que hay un gran acuerdo nacional donde el sistema deplora la pandemia, la guerra entre Rusia y Croacia y la sequía. Insisto: LA SEQUÍA. El mal absoluto. La jugada sucia del destino. Lo imponderable. Me recuerda a lo que Felipe II dijo en 1588 sobre la derrota de la Armada Invencible: “puedo luchar contra los hombres, pero no contra los elementos” La sequía es invocada como algo ajeno a la voluntad de los hombres y mujeres del campo. Es algo que pasa. Algo de la Naturaleza. Sobrenatural. Inefable. No se puede luchar contra los elementos. Es una de las trampas de la cultura represora. El plan era perfecto pero un imponderable lo arruinó. La doctrina Tu Sam al poder: “puede fallar”. Lo terrible es que siempre que se promete el bien, algo falla. Cuando se promete y se realiza el mal, todo sale perfecto. ¿Será el diablo más viejo que dios? Desde Goebbels sabemos que, si se miente, se miente, se miente, algo quedará. Es interesante pensar porque algo y mucho quedará. Supongo que para el hombre y la mujer mediocre no hay diferencia entre una verdad y la repetición de una mentira. Después de todo, la industria publicitaria lo sabe hace décadas. En la actualidad de la cultura represora, la política es un sub producto de la industria publicitaria. Algunos llaman a esto pauta oficial. En el mejor de los casos. En el peor son canjes para futuras prebendas.
La maquinaria publicitaria ha puesto en el top ten de las causalidades de tanto desastre, de tanta penuria, y usando un concepto de la abogada y militante Mara Puntano, de la economía sacrificial, a la Santa Sequía. La sequía no es por falta de lluvias. Es por la total ausencia de la inversión en riego sustentable. En Salta la sequía es por el robo planificado de las aguas para la industrial letal del extractivismo. Pero en la orgullosa Pampa Húmeda la dependencia de lluvias es la marca de la indolencia, el egoísmo de clase, la avaricia, la miserable concepción de la vida que tienen los dueños de las tierras. Lamentablemente desde los poderes de la impotencia, el Gobierno repite esa letanía como un mantra encubridor. Miente, miente, miente que algo quedará. Y quedó. La fake news más repetida en estos tiempos. No hay riego porque no quieren el menor riesgo. Que riegue la Naturaleza que para eso está. En la época de la inteligencia artificial (que en realidad es más artificial que inteligencia) esperar las lluvias parece de otro siglo. Y asi es nomás. La derecha atrasa. Lamentablemente, tiene el poder de hacernos creer que adelanta. La Sequía como causa es otro de los triunfos de lo que denomino “alucinatorio político social”.
Parodiando a Los Wawancó la cosecha de mentiras nunca se acaba.