Tráfico de órganos o pedirle una mano a la ciencia

Tráfico de órganos o pedirle una mano a la ciencia

7Sep23 0 Por Tramas

Científicos chinos están investigando la posibilidad de desarrollar embriones de cerdo con riñones que contienen entre un 50% y un 60 % de células humanas y que podrían ser usado en transplantes. El riñón es el producto estrella de los transplantes, donde la demanda excede largamente a la oferta. Por esta razón alimentan el mercado ilegal de órganos.

Desde que se consiguió el avance científico de poder realizar transplantes de órganos, en la mayoría de los países del mundo se crearon listas de espera, y a los pacientes se les asigna un turno para poder hacer el transplante. El hecho de que hubiera más enfermos que donantes, la búsqueda del lucro a cualquier costo y la desesperación de las familias de los pacientes, contribuyó a que se desarrollara un trafico ilegal de órganos, donde los riñones se convirtieron en mercancías. Ese tráfico desarrollado por mafias médicas tiene dos puntas: Por un lado se reclutan en las poblaciones más indefensas de países más pobres “donantes” a los que se le ofrece un puñado de dólares, visas o contratos de trabajo que nunca se concretan. Por otro lado se buscan pacientes con muy buenos ingresos capaces de pagar el transplante, permitiendo a los intermediarios hacer un gran negocio. Esta es la actividad que propone legalizar Javier Milei, y que es el mejor ejemplo de lo que propone: que exista la ley de la selva, donde los animales poderosos, como los leones, se coman a los más chicos, sin que nadie intervenga.

Un articulo publicado en el Portal español “Público”, titulado “Científicos chinos desarrollan riñones con células humanas en embriones de cerdo” comenta los avances logrados.

“Investigadores chinos publican estos resultados en la revista Cell Stem Cell, la cual señala que es la primera vez que se logra cultivar un “órgano sólido humanizado” en otra especie, aunque sí se han usado métodos similares para generar tejidos humanos como sangre o músculo esquelético en cerdos. El equipo, encabezado por los Institutos de Biomedicina y Salud de Guangzhou (China), creó con éxito esos embriones quiméricos y los transfirió a cerdas, donde los riñones humanizados en desarrollo presentaban una estructura y una formación de túbulos normales al cabo de 28 días. Los investigadores se centraron en los riñones porque son uno de los primeros órganos en desarrollarse y también son los más trasplantados en medicina humana”.

Los investigadores transfirieron 1.820 embriones a 13 animales y al cabo de un periodo de entre 25 o 28 días, interrumpieron la gestación y extrajeron los embriones para evaluar si las quimeras habían logrado producir riñones humanizados. Se analizaron cinco embriones quiméricos (dos de 25 días de implantación y tres de 28 días) en los que los riñones humanizados eran “estructuralmente normales para su fase de desarrollo y estaban compuestos por un 50-60 % de células humanas”.

“Los riñones estaban en la etapa de mesonefros (la segunda etapa del desarrollo renal); habían formado túbulos y brotes de células que eventualmente se convertirían en uréteres que conectarían el riñón con la vejiga. El equipo investigó además si había células humanas en otros tejidos de los embriones, lo que podría tener implicaciones éticas, sobre todo si se encontraban abundantes células humanas en tejidos neurales o de la línea germinal y los cerdos llegaran a término. Sin embargo, las células humanas se localizaban, sobre todo, en los riñones, mientras que el resto del embrión estaba compuesto por células porcinas.”

La investigación científica puesta al servicio de la salud humana ha conseguido importantes avances que han permitido prolongar la expectativa de vida de las personas y erradicar enfermedades que en algún momento eran mortales.

Un profesor usa un microscopio mientras trabaja con muestras de embriones. Imagen de archivo.
Un profesor usa un microscopio mientras trabaja con muestras de embriones. Imagen de archivo.  Ilia Yefimovich / dpa / EUROPA PRESS

La mercantilización de la salud es la contracara de la investigación y la ciencia pensadas como un servicio humano. No es casualidad que quienes vean todas las actividades humanas solo desde la perspectiva de la acumulación de ganancia de los más ricos se planteen, desfinanciar la investigación, cerrar el Conicet, etc. Pero no solo se trata de defender a la Ciencia, sino de discutir al servicio de quién se pone.

En el plano científico la humanidad tiene un gran debate, que la ciencia aporte a la maximización de las ganancias del 1% de la población, o que se oriente a mejorar la vida de todos los habitantes del planeta.