Entrevista a Diego Genoud. Autor del libro: “El arribista del poder”

Entrevista a Diego Genoud. Autor del libro: “El arribista del poder”

20Oct23 0 Por Contrahegemoníaweb y Tramas

Cobertura especial de Contrahegemoníaweb y Tramas

Mientas intenta sacar a flote un barco, que por momentos pareciera hundirse, el ministro/candidato del oficialismo se esfuerza por llegar con chances en un escenario por demás incierto. A días de la primera vuelta en la elección presidencial, entrevistamos al autor de El arribista del poder, la biografía de Sergio Massa que indaga sobre los orígenes y la trayectoria del candidato de Unión por la Patria.

Contrahegemonía (CH) y Tramas (T): En sus inicios de militancia liberal en la Ucedé, vos señalás la “fauna jurásica” entre la que se forma el joven Massa. ¿Cuánto de esa herencia liberal observás hoy en el candidato de Unión por la Patria?

DG: De aquella fauna Jurásica que Massa conoció cuando era muy joven hoy, en los primeros planos, es poco lo que se ve. Es alguien que se crió en ese mundo donde convivían distintas líneas de la Ucedé –algunos, como cuento en el libro, que habían sido parte de la dictadura militar chocaban con otra ala, si se quiere, más liberal en ese momento–. Massa mantuvo relaciones con muchos de ellos, conoció en aquel momento a Jorge Aguado, el gobernador de la provincia de Buenos Aires durante la dictadura –que además era cercano al clan Macri, fue presidente del correo–. Ahora, hoy por hoy, eso parece haber quedado atrás o por lo menos Massa no lo exhibe.

Sí podemos decir que, relacionado con aquel mundo o con el mundo de los que en su momento tuvieron actuación durante la dictadura, hoy Massa tiene al lado a Juan José Álvarez, que es su jefe de campaña y ya lo había sido en 2013 cuando rompió con Cristina. Y tiene hoy como secretario de Legal y Técnica del Ministerio a Ricardo Casal, alguien que en su momento trabajó con Scioli –fue su ministro de justicia– y que también durante la dictadura tuvo un papel importante porque fue alcalde mayor en el Servicio Penitenciario, una actuación más de una vez mencionada por el CELS. Hoy los dos están con Massa, no son personas que hayan pasado necesariamente por la UCD sino más bien ligadas al peronismo, pero más que nada demuestran que Massa no duda a la hora de sumar cualquier tipo de funcionario, aliado o colaborador, no importa tanto su pasado o su historia, sino que le resulte funcional en su esquema de poder.

CH y T: En tu libro marcás la cercanía de Sergio Massa con grupos de medios de comunicación, ¿esos vínculos son decisivos en su trayectoria política?

La relación de Massa con los medios de comunicación es clave para entender su carrera política, su ascenso político. Desde muy joven tuvo relación con Infobae, de Daniel Hadad, un empresario que creció muchísimo durante el menemismo y se quedó con la licencia de Radio Municipal durante esos años y que Massa conoce muy bien porque era alguien muy cercano a la familia Galmarini. Obviamente los vínculos de Massa con los medios no se agotan en Hadad, en el libro cuento su relación estrecha con el grupo Vila-Manzano y también la relación que tuvo con Cristóbal López, con Sergio Szpolky, incluso cuando era opositor a Cristina. Por supuesto también con el Grupo Clarín. Es decir que es alguien que tiene un radio de relaciones muy amplio y, a mi criterio, esa relación con los medios es inescindible de su crecimiento político y es inescindible incluso hoy del trato edulcorado que recibe Massa muchas veces. Pensemos que es un ministro que recibió una inflación cercana al 75 o 78% interanual y la llevó a un 140%, es decir que recibe un trato que es la envidia de muchos otros ministros de Economía de la Argentina, tanto desde el peronismo, como incluso del macrismo.

Todos los indicadores del INDEC lo incriminan al candidato de Unión por la Patria, pero esa capacidad que tiene de relacionarse con los medios –con los dueños de los medios, no solo con los periodistas– es lo que le garantiza cierta indulgencia a la hora de hablar de su gestión o de sus posturas. Sorprende porque además contrasta con la valoración social sobre Massa, más si uno mira el resultado de las PASO. Ahora habrá que ver si hay un resultado distinto, si Massa logra crecer, si sale primero, si sale segundo y entra el balotaje, habrá que verlo, pero esa valoración que tienen los medios de comunicación en general, a un lado y al otro de lo que era la polarización, es distinta al apoyo que tiene Massa en la base de la sociedad.

CH y T: Además, afirmás que Massa está “más cerca de EEUU que del Vaticano”, ¿cuándo se establece la relación que históricamente se le atribuye con la Embajada?

La relación con la embajada de Estados Unidos es de larga data. Yo creo que es algo que él se preocupó por construir apenas asomó a los primeros planos de la política nacional y muchos de los empresarios de medios que mencioné antes son empresarios muy alineados con los intereses de Estados Unidos, con intereses incluso fuera del país que perfectamente pueden haber allanado el camino de Massa hacia Washington o hacia los círculos de Miami. Empresarios como Vila, Manzano y Hadad no son los únicos, sin duda tiene otras posibilidades de recorrer y de llegar a esos circuitos. Es una relación que en 2009 quedó inmortalizada en los cables de Wikileaks pero que, para esa altura, tenía por lo menos seis o siete años de recorrido.

CH y T: En 2013 Massa impulsa el Frente Renovador y enfrenta en elecciones legislativas al Frente para la Victoria, a quien vence en la provincia de Buenos Aires. Desde entonces, para el kirchnerismo su figura va a quedar asimilada a la traición. ¿Cómo se explica que hoy sea el candidato del oficialismo? ¿Su candidatura fue algo que quiso evitarse y finalmente se impuso?

Explicar por qué Massa es el candidato de Cristina o la última esperanza del cristinismo demandaría una charla larga y profunda. Trato de explicarlo en el libro, sobre todo en algunos capítulos como el de la entrega anticipada, por ejemplo, o donde cuento cómo Massa reconstruyó la confianza con Cristina a través de su relación tan estrecha con Máximo Kirchner. Creo que se explica en parte por la debilidad del kirchnerismo, que ya no es aquel de 2013, por cómo fue cambiando el país o el mapa político en la Argentina y cómo ese ciclo de auge kirchnerista se agotó ya hace mucho tiempo y el kirchnerismo quedó prisionero de la nostalgia en muchos aspectos, sin poder volver a ese a esa “era dorada” de los años en que se señalaba Massa como traidor. Massa supo moverse en ese desierto de candidatos con votos propios, que era el peronismo antes del 24 de junio, supo moverse con una eficacia que otros no tuvieron, supo convencer a Cristina. Y habrá que ver el diario del lunes para saber si Cristina daba por perdida esta elección y por eso prefirió a Massa, como algunos sospechan, o si en realidad Cristina ya estaba fuera de juego y siempre quiso tenerlo a Massa pensando que era el mejor candidato posible en ese escenario de debilidad, de impotencia del kirchnerismo.

Por la información que tengo, por el análisis que hago, Massa es el candidato de Cristina, nadie se lo impuso. Dejó de lado la posibilidad que sea Eduardo “Wado” De Pedro porque quizá no medía tanto como se suponía medía Massa, y porque dos gobernadores –cuando se habla de la Liga de gobernadores, hay que decir que fueron dos gobernadores, Gerardo Zamora de Santiago del Estero y Raúl Jalil de Catamarca– vinieron a Buenos Aires a reclamar por Massa, o sea que no hubo tampoco un operativo clamor tan importante para que Cristina dejara de lado a su candidato y apostara por un candidato que no considerara propio. Creo que Cristina siempre contempló la posibilidad de Massa como candidato.

A último momento, cuando no aparecía ese consenso, cuando no había diálogo con el presidente y cuando en la cancha estaba Daniel Scioli, Cristina alimentó por un por unos días las ilusiones de que De Pedro fuera el que se calzara el bastón de mariscal, se convirtiera en un candidato kirchnerista puro, pero un candidato de emergencia. Eso duró nada y Cristina finalmente optó por la candidatura de Massa que, insisto, creo fue la que siempre tuvo en mente como plan A.

CH y T: Teniendo en cuenta los resultados de las primarias en agosto, ¿Massa es hoy el candidato del establishment?

El poder económico en la Argentina está dividido, está fragmentado, desorientado. Apostó por Macri y le fue mal. Una parte también apostó por Alberto Fernández y le fue mal. Y apostaron por Massa finalmente, con un despliegue escénico descomunal de apoyo cuando asumió como superministro en agosto de 2022. Así que creo que es el candidato de una parte del establishment, habrá otra parte también importante que apuesta a Bullrich, pero piensa que es la que menos chances tiene de ganar la elección o incluso de llegar al balotaje. Eso es un poco lo que se percibió en el último encuentro de IDEA en Mar del Plata. Así que Massa no es el único candidato del establishment, es uno de los candidatos del establishment, de una facción del poder económico con intereses estratégicos, con intereses específicos en sectores de alta rentabilidad en la energía, en los medios de comunicación, en los bancos. Ese sector apuesta hoy por Massa, pero hay otros sectores que como decía están apostando a Bullrich. Y finalmente también creo que hay una facción del empresariado que apuesta por Milei –aunque teme a la famosa palabra maldita, la gobernabilidad–, pero tiene dudas sobre si Milei puede llevar adelante el mesianismo de mercado que está entre sus objetivos. No es que discrepe tanto de sus postulados, sino más bien que a esta parte del empresariado que apoya a Milei le genera dudas si va a poder cumplir con lo que se propone.

CH y T: Por último, ¿cómo leés la convocatoria a un gobierno de “unidad nacional” que lanzó el candidato del oficialismo en estas últimas semanas?

La convocatoria a la unidad nacional que hace Massa en parte tiene que ver con dar ciertas garantías al poder económico, pero sobre todo tiene que ver con otras dos características del escenario actual. La primera es la debilidad del gobierno, la debilidad del peronismo, la debilidad del propio Massa que lleva 14 meses agravando los problemas sin poder resolver, más allá de que obviamente le tocó una sequía, pero terminó devaluando al día siguiente de las elecciones primarias, con todos los indicadores de pobreza, de desigualdad, de inflación, de reservas, la deuda nueva que contrajo. Todo es preocupante en ese sentido y esa debilidad que Massa evidenció en la gestión es la que hoy lo obliga a decir “solo no puedo”. Ese es el punto de partida y creo que es el eje de la convocatoria. Massa es el último exponente de la clase política que trata de sacar el barco a flote, pero mientras lo trata de sacar a flote, lo hunde más.

Y, por otro lado, creo que la propuesta de unidad nacional de Massa se da también a partir de una característica que él tiene, y es que tiene diálogo con todos los sectores, quizá como pocos políticos. Con una afinidad muy notoria con gran parte de la dirigencia de lo que hoy es Juntos por el Cambio, desde Gerardo Morales que es su amigo personal –una muy estrecha relación, casi de cogobierno en Jujuy durante algunos años–, por supuesto con Horacio Rodríguez Larreta que es uno de los mejores amigos de Massa –Larreta, que tiene muy pocos amigos en la política, lo tiene a Massa entre esos cuatro o cinco amigos que conserva de la política y en el caso de Massa desde hace más de 20 años– pero también uno puede decir con Rogelio Frigerio, con Martín Lusteau, con Emilio Monzó, con Cristian Ritondo y la lista sería muy larga… Entonces claro, tiene posibilidad de convocar a gran parte de esa dirigencia que, aunque no esté en las filas de lo que hoy es Unión por la Patria, piensa muy parecido a Massa y siempre tuvo grandes coincidencias. Como se evidenció en la cercanía de Massa con Vidal, durante los años de Macri, en la cercanía de Massa con Rodríguez Larreta durante los años de Alberto Fernández, más allá de dónde estén ubicados, de qué boleta lleven, estamos hablando de toda una generación política criada sobre los años finales del menemismo que comparte una subjetividad.

(*) Diego Genoud es periodista político y colaborador en distintos diarios y portales. Conduce el programa “Fuera de tiempo”, los martes de 23 a 24 hs en Radio con vos. Es autor de El arribista del poder. La historia no publicitaria de Massa y El peronismo de Cristina, ambos publicados por Siglo XXI editores.