Votar en defensa propia
19Nov23Hay un mantra reaccionario que se ha repetido demasiadas veces. Votar en defensa propia. Y digo que es reaccionario porque le adjudica al voto, se entiende al voto popular, al voto de los que no tienen voz, o tienen voz, pero nadie la escucha, al voto a los que solo se les escucha y se les habla cada dos años, a ese voto se le otorga cual dádiva regia, el carácter de defensivo.
Alguna vez en una lejana charla entre psicoanalistas, dije que me parecía por lo menos curioso que se describieran varios mecanismos de defensa del yo, pero no se describiera algún mecanismo de ataque del yo. O sea: se legitima la defensa, pero se condena el ataque. De hecho, hay defensores de varias cosas, del pueblo, de la tercera edad, general de la nación, etc, pero nadie aclara bien cuales son los atacantes. Por eso, es fundamental para estas democracias restitutivas, ya que no representativas, que la categoría de enemigo sea reemplazada por la de adversario. Y que mitos políticos como la unión nacional sean todavía sostenidos, sino como posibles, al menos como probables.
No hay mejor defensa que un buen ataque. El A B C de cualquier confrontación deportiva. Y el deporte y la política son la continuación de la guerra por otros medios, ampliando un poco la clásica definición de Von Clausewitz. Un ejemplo memorable es Cassius Clay negándose a ir al exterminio en Vietnam y luego volver como Muhamad Alí y consagrarse nuevamente campeón del mundo.
El mantra en cuestión deviene reaccionario porque siempre es reactivo al peligro de un mal mayor. Lo cual tiene una lógica en la auto conservación y en la auto preservación, como señaló claramente Silvia Bleichmar. Pero esa lógica de la mera autoconservación deviene en el tiempo una ética de la resignación. O sea: no pretendo ganar, pero al menos no perder por goleada. Me viene a la memoria una respuesta de Messi, luego del partido que el seleccionado argentino pierde con Uruguay cuando un periodista le pregunta: –los superaron? Y Messi contesta: no, pero jugamos incómodos. Me imaginé continuar ese diálogo y preguntarle a Messi: – ¿Y porque jugaron incómodos? Y la respuesta de Messi: porque nos superaron. Pero es evidente que declarar es el arte de formatear la realidad de tal manera que lo esencial siempre sea invisible.
Si el voto en defensa propia puede aceptarse como táctica ocasional, cuando se eterniza pasa de defensa a suicidio por mano propia. Y entonces alentaremos que esos que tiene voz pero que nadie escucha tengan una, dos, tres estrategias de ataque contra todos los enemigos que juegan su eterna impunidad al presentarse como meros adversarios. Y cuando digo enemigos, no es nada personal. Son enemigos de clase, que es lo único que importa.
@ALFREDOGRANDE
Por razones particulares de tramitacion tuve que ir. En una escuelita del Estado. Agarre del pupitre, un dibujo de papel de un niño
de un par de ojos salmones coloreado al estilo de primer
o segundo grado de primaria. Es significativo, como simbólico.